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Entrevista:Ramón Calderón | Presidente del Real Madrid | Fútbol

"Los que estaban no perdonan que ganara"

José Sámano

A Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, se le ve relajado, aún metaboliza el imprevisto doblete y no le apremia la llegada del nuevo entrenador del primer equipo de fútbol.

Sostiene que el club debe trabajar con independencia de quién sea el técnico de turno, al que exigirá que el equipo recupere el buen gusto por el juego. Con Fabio Capello no ha hablado desde que la directiva le destituyera por un exceso de resultadismo: "Quería fichar más defensas, a Makelele y que siguiera Roberto Carlos. Nada de ello encaja con la filosofía del Madrid".

Pregunta. ¿Cuánto se ha aburrido viendo jugar al campeón de la Liga?

"Capello quería más defensas, a Makelele y a Roberto Carlos. No es nuestra filosofía"
"No recuerdo la última vez que hablé con Schuster. Cuando diga que es libre, lo haré"
"La salida de Ronaldo fue buena. No colaboraba y había que dar un giro al ambiente del vestuario"
"Me pincharon el teléfono y siguieron a mi familia. El mundo del dinero quiere otro presidente"

Respuesta. El equipo no ha jugado como se espera del Real Madrid, pero llevábamos tres años sin ganar nada y había nuevos jugadores y nuevo entrenador. Los partidos del Valencia y el Sevilla fueron bonitos, pero es verdad que ha habido una mayoría en los que ha primado más el resultado que el juego.

P. Cuando le contrató, ya sabía que Capello sería así.

R. Cuando hablé con Franco Baldini, el mayor valedor de Capello junto a Pedja Mijatovic, me dijo: "Usted ha traído a Capello para ganar un título, no para jugar bien". Acepté la propuesta.

P. ¿Le dijo cara a cara a Capello que no seguía?

R. Dos o tres días antes del partido con el Mallorca, vino a mi despacho y le dije que no parecía muy lógico, ni para él ni para el club, seguir en la situación que estábamos. Después le he llamado dos veces y no he podido hablar con él. Una porque, según me dijo su hijo, estaba volando y otra porque estaba en Tíbet.

P. ¿Le parece coherente plantearle su salida a dos o tres días de jugarse la Liga?

R. Vino a verme porque quería conocer su futuro. Creo que él tenía claro que no quería seguir a pesar de que haya dicho que sí. Tuve la sensación de que se planteaba no continuar.

P. ¿Cómo ha sido su relación?

R. Normal. Como espero que sea con el próximo entrenador. No quiero caer en el error de sugerir, comentar, opinar... La relación diaria con el técnico corresponde al director deportivo. Con Capello he tenido una relación cordial, hemos cenado varias veces con nuestras esposas, hemos estado en los toros...

P. ¿Por qué el Madrid devora entrenadores?

R. En el caso de Capello había un clamor popular y en los medios he leído cosas tan duras como que había que ponerle en la frontera, como se decía antes de los delincuentes. Me parecía inaceptable prescindir de él antes de concluir su primera temporada. En febrero, con el estadio lleno de pañuelos, lo más sencillo era destituirle, pero me parecía un error. Y se lo dije a él, pero hubo momentos en los que él también dudó.

P. ¿Llegó a dimitir?

R. No de una forma rotunda. Pero él tampoco se encontraba cómodo. Por eso días antes del partido con el Mallorca le pregunté si le apetecía seguir con ese calvario.

P. ¿Cómo iba a querer seguir si usted ya había contactado con Schuster?

R. No, no; la verdad es que esta temporada no. Si definitivamente no seguía Capello, había que buscar un entrenador del perfil que queríamos. Mijatovic me habló siempre de Koeman, Wenger y Laudrup. Y, al final, también le parecía que encajaba Schuster. En la campaña electoral, yo hablaba de Schuster por intuición. No tengo argumentos para decir si me parece bien o no. Me parecía que sus equipos jugaban bien, alegres. Es una persona que conoce la casa y sabe lo que es un vestuario con estrellas.

P. ¿Cuándo ha sido la última vez que ha hablado con Schuster?

R. Ya no me acuerdo... Creo que coincidimos en los toros, pero no recuerdo bien. Cuando yo era candidato, no hablé con él del Real Madrid. Y ahora no he tenido una relación directa.

P. ¿Cómo piensa explicarle al socio que Mijatovic le convenció para que viniera Capello en vez de Schuster y ahora, tras ganar la Liga, le haya sugerido que se vaya el italiano y le ofrezca una terna en la que Schuster no es la prioridad, pero sí es la primera opción del propio presidente?

R. Mijatovic, al inicio de la temporada, me dijo que el perfil ideal era Capello. A medida que pasaba el tiempo, aceptó que a Fabio el equipo se le iba de las manos y que había que buscar un técnico de otro perfil. Schuster no era su preferencia absoluta, pero luego ha ido considerando que puede ser la mejor opción. También hay que valorar lo que quiere el aficionado, que tiene una especial ilusión con Schuster. Mijatovic también pudo pensar que Schuster no le iba a recibir bien porque no era su elección, sino la mía, y había abortado su llegada tras las elecciones.

P. Demasiada improvisación, ¿no?

R. No tenemos prisa por contratar a un entrenador porque el club está trabajando. Aquí cada pieza debe ser fundamental, pero no imprescindible. La dirección deportiva debe planificar un equipo con independencia de quién sea el entrenador y de acuerdo con lo que le gusta al público. Todos sabemos cómo quiere la gente que juegue el equipo.

P. Sí, claro, pero usted le reprochó a Capello que le pidiera más defensas para la próxima temporada y resulta que ya han atado al central Metzelder y están a la caza de Chivu. ¿Otra improvisación?

R. Sí, pero... Mijatovic me ha dicho que Capello quería reforzar mucho la defensa y seguir con medios defensivos. Eso no encaja con la filosofía de este club. En el último partido yo esperaba ver un equipo al ataque y seguíamos con dos medios defensivos. Como aficionado, no me gusta. Capello me pedía a Makelele y la renovación de Roberto Carlos. No creo, insisto, que eso encaje con la filosofía de este club.

P. ¿Cuántos fichajes habrá?

R. Cinco.

P. ¿Kaká?

R. Está muy complicado, pero no descarto nada. Si un jugador no quiere seguir en un club, nadie lo puede mantener.

P. Podría hacer como su predecesor, enredar las relaciones entre Kaká y el Milan.

R. No lo haré. Se lo dije a Galliani [el consejero delegado del Milan].

P. ¿Qué posibilidades tiene Schuster?

R. Muchas, muchas. Creo que ha mandado una carta aquí, que yo no he visto, en la que dice haber resuelto su relación con el Getafe. En cuanto diga que es libre, quiero hablar con él y saber cómo quiere jugar.

P. ¿En qué medida influyó la salida de Ronaldo en el éxito final?

R. En mucha. Era fundamental recuperar el hábito del trabajo y del sacrificio y él no colaboraba. He disfrutado mucho con él, pero había que dar un giro al ambiente del vestuario y él no ayudaba mucho.

P. ¿Tan malo era el ambiente?

R. Me decían que no estaba a gusto y la situación no era la idónea. Ha sido el Curro Romero del fútbol, pero aquí estaba aburrido. Se quería marchar y ha sido bueno. La gente tuvo una reacción importante.

P. ¿Qué le ha parecido el tramo final de Beckham, el mismo al que usted tachó de medio actor?

R. Se ha portado como un auténtico profesional. Cuando dije aquello fue porque acababa de leer que había firmado un contrato para rodar dos películas. No parecía que quisiera continuar en la primera línea del fútbol. No tenía una intención peyorativa.

P. Pues no se ha ido contento.

R. Capello no contaba con él.

P. ¿De qué se arrepiente más?

R. Habrá habido aciertos y errores. Que lo juzguen los enemigos.

P. ¿Ni siquiera de su volcánica comparecencia universitaria, cuando arremetió contra los jugadores?

R. Fue una intervención para dar una serie de claves del Real Madrid como empresa y me pareció una indignidad que alguien lo grabara. Sé que hay muchos enemigos que quieren quitarme de donde estoy. Me han intervenido los teléfonos, me han espiado, tengo constancia de que han contratado a una empresa importante para investigarme...

P. ¿Quién le investiga?

R. Por ahora, me lo voy a callar. Tengo constancia de la empresa que fue contratada y de los honorarios que pidió. Les parecieron muy elevados y han debido de contratar otra porque yo he tenido el teléfono pinchado y han seguido a mis hijos y mi esposa. El mundo del dinero ha apostado siempre por otro perfil de presidente. Yo he venido porque me parecía conveniente que apareciera alguien con mi perfil. No he querido pisar un callo a nadie, pero parece que los demás han sentido que se lo pisaba y no han reaccionado muy bien.

P. No parece que el club esté muy estabilizado.

R. Quieren desestabilizarlo, pero estabilizado está. No hay un debate sobre elecciones.

P. ¿Quién quiere desestabilizar el club?

R. Los que estaban antes no están muy contentos de que yo esté aquí. Apostaron claramente por otro candidato [Juan Miguel Villar Mir] y, tristemente para ellos, ese candidato quedó tercero, y eso que todo el club trabajó para él. A mí no me han perdonado que tuviera la insolencia de ganar.

Ramón Calderón, en su despacho. Al fondo, una foto de Van Nistelrooy.
Ramón Calderón, en su despacho. Al fondo, una foto de Van Nistelrooy.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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