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Entrevista:BRUNO CONTI | Ex jugador del Roma y campéon con Italia en 1982 | Fútbol internacional

"Antes el fútbol era una pelota, ahora una pizarra"

Eleonora Giovio

Bruno Conti (Nettuno, Roma; 52 años) no pisa el Bernabéu desde la final del Mundial de 1982 que coronó a Italia campeona. El ex jugador del Roma (de 1973 a 1991, con dos cursos por el medio en el Génova) volverá a hacerlo el miércoles. "Tengo ganas de ver cómo ha cambiado", dice al otro lado del teléfono. Acaba de regresar de la ciudad deportiva del Roma, donde es el responsable de las categorías inferiores. "Sigo viviendo en el pueblo y cada día hago 88 kilómetros para ir a trabajar".

Pregunta. ¿Cómo fue su infancia con siete hermanos? ¿Había botas de fútbol para todos?

Respuesta. ¡Qué va! Tuvimos muchos problemas económicos porque sólo trabajaba mi padre. Era albañil. Se levantaba todas las mañanas a las cuatro, se iba a Roma y volvía a las siete de la tarde. Los tres hermanos dormíamos en una cama y mis cuatro hermanas en otra. No me avergüenzo porque mis padres nunca permitieron que nos faltara nada.

"Yo tenía cosas de Raúl, un '7' zurdo, de ésos que dejan huella"
"Los niños no saben lo que se pierden por no poder jugar en las calles, en las plazas"
"¿Jugadores símbolo? Ya no se respetan los contratos. Es patético"
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P. ¿Dónde empezó a jugar al fútbol?

R. En las calles del pueblo con los amigos. También jugaba al béisbol. Cuando tenía 15 años, vino un equipo de Estados Unidos para ficharme, pero mi padre se negó a darme permiso para abandonar Italia tan joven.

P. Se ha perdido la costumbre de jugar por las calles.

R. Sí, y los niños no saben lo que se pierden. Ya no se juega en los oratorios

[el pequeño campo de fútbol que tienen todas las iglesias en Italia] y en las plazas. Nosotros, por la noche, íbamos a la explanada de la iglesia de Santa Maria Goretti porque estaba iluminada. Hoy, el fútbol es dinero. Antes te divertías con una pelota hecha con hojas de periódico y pegamento.

P. ¿Es verdad que con 10 años fue rechazado por el Milan y el Roma de Helenio Herrera?

R. ¡Y por muchos más! Era siempre la misma frase: "Técnicamente, es muy bueno. Pero, físicamente, no puede jugar al fútbol".

P. ¿Dónde aprendió a regatear?

R. Eso no se aprende, lo tienes. Mejoré con los años, pero desde pequeño me salía. Quizá, por ser zurdo.

P. ¿Qué tenía de mágico el Roma de los 80?

R. El presidente, Dino Viola, que, pieza tras pieza, consiguió construir un gran equipo, empezando por Ancelotti, pasando por Prohaska, Cerezo y Falcao y terminando por Di Bartolomei y Pruzzo. La clave fue Liedholm , que nos hacía divertirnos jugando. Ese equipo ganó mucho menos de lo que se merecía.

P. ¿Hay algo del Roma de los años 80 en el de Spalletti?

R. No. Con Liedholm teníamos una gran posesión del balón y jugadores muy técnicos. El Roma de Spalletti vive del juego vertical y rápido.

P. ¿Por qué hoy ya casi no existen los jugadores símbolo?

R. Porque, es patético, no se respetan los contratos, el fútbol está gestionado por demasiada gente, hay muchos intereses...

P. ¿Se imagina a Totti en otro equipo?

R. En absoluto. No lo haría nunca. Ha batido todos los récords de partidos, goles... Es la institución de este equipo y un símbolo para toda la hinchada.

P. Habría ganado más títulos.

R. Pero él está contento con lo que ha ganado y por cómo lo ha ganado, con tantos sacrificios y mucha personalidad.

P. ¿Qué mensaje transmite a los jóvenes?

R. Que la escuela, la educación y los estudios son fundamentales porque no todos llegarán. Hay que tener la cabeza bien puesta y hacer sacrificios. Esto no es ser bueno técnicamente, tener un agente y el empuje de tus padres.

P. Si jugara hoy, ¿qué le costaría más?

R. Nada. El fútbol ha cambiado, pero el juego que yo interpretaba en la banda es más o menos igual. Era de los que iba atrás a ayudar el equipo en la fase defensiva, cuando no teníamos el balón, y en el momento más oportuno sabía subir, atacar, meter un centro y marcar.

Yo creo que me acerco a Raúl por su enorme profesionalidad y por haber crecido en el club de toda la vida. Además, es un 7 como yo, zurdo; uno de esos jugadores que siempre dejan huella.

P. ¿Hay alguien tan rápido como usted?

R. Tenemos a Mancini. Se deshace rápidamente del rival y llega rápido al área. Hay muchos con estas características.

P. ¿Algún nombre?

R. No sé... A veces me han comparado con Messi, pero él ataca más y marca más goles. Yo era de los que hacía marcar.

P. Como a Paolo Rossi. Parecía que llevaban años juntos y sólo lo hacían en la selección.

R. Paolo era uno de ésos a los que sabías dónde había que meterle la pelota porque era tan inteligente que allí estaba esperándola. No tenía mucho físico, pero se desmarcaba como nadie.

P. Es zurdo, pero el único gol en el Mundial de España lo marcó con la derecha.

R. Contra Perú. Tuve el coraje de tirar tras una finta de tacón y entró por la escuadra.

P. ¿No entrenaba la derecha?

R. Muy poco porque lo que me daba de comer era el pie izquierdo y había que cuidarlo muy bien.

P. ¿Cómo era Falcao?

R. Un gran jugador y una gran persona. Era muy inteligente para encontrar los espacios y llegar hasta la portería rival. Incluso antes de tocar la pelota, ya sabía dónde pasarla. Casi nunca perdía el balón. Sabía cómo tenía que posicionarse y moverse en el campo para llegar el primero a coger la pelota.

P. ¿Hay un nuevo Falcao?

R. Creo que De Rossi, por su inteligencia táctica y su capacidad de marcar y romper el juego, se le parece un poco.

P. ¿El mejor defensa?

R. Gentile, que nunca te dejaba suelto.

P. ¿Y el mejor delantero?

R. Con el que más he disfrutado ha sido con Van Basten.

P. ¿El calcio, tan táctico y con tanta violencia en las gradas, está enfermo?

R. El fútbol de hoy es excesivamente táctico. Ya no se ve espectáculo, el golpe de genio, el taconazo, la chilena, porque hay demasiado estudio, demasiados técnicos que torturan a los jugadores con los aspectos mentales... Con Liedholm siempre nos divertíamos: la pelota estaba incluso en los calentamientos. Pero ahora todos son hojas y pizarras en un vestuario antes y después de los partidos. Es una exageración. A los jóvenes hay que sacarles el ingenio y punto.

Bruno Conti, en 2005, cuando era el entrenador del Roma.
Bruno Conti, en 2005, cuando era el entrenador del Roma.REUTERS

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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