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Entrevista:JOHN McENROE | Ex tenista ganador de siete torneos del Grand Slam

"La gente quiere tenistas obedientes"

Pasadas las once de la noche del sábado, John McEnroe (Wiesbaden, Alemania, 1959; con nacionalidad estadounidense) se pasea semidesnudo por los pasillos del Palacio de los Deportes de Madrid mientras sostiene una copa de vino blanco. Acaba de demostrar que al viejo Mac, ganador de siete torneos del Grand Slam, no le vale con el cheque: su derrota ante Sergi Bruguera en el Masters Senior de la Comunidad de Madrid ha sido espectacular (7-6, 5-7 y 10-5). Le van a dar un masaje. Una cadena al cuello, un tatuaje en el hombro y un pantalón a medio camino del trasero son su única protección. Y sólo una cosa sorprende más que su lucha en una exhibición. McEnroe sólo encuentra hoy un epígono de su estilo: Feliciano López.

"Yo fui una de las razones de que Borg se retirara. Le eché de menos"
"Feliciano puede jugar maravillosamente en la red. Más tenistas deberían hacerlo"
"Nadal mejoró en hierba por Federer y Roger en tierra por Rafa. Se necesitan"
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Pregunta. Sigue jugando usted como si su vida dependiera de la victoria. Así ganó a Björn Borg en Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos de 1981. Borg no volvió a jugar un torneo grande. ¿Le retiró usted?

Respuesta. Hubo muchas razones. Y yo fui una de ellas. Borg, desde los 15 años, se controló muy inflexiblemente. Se pudo retirar porque había ganado mucho dinero, lo que le convirtió en el primer jugador de tenis capaz de hacerlo. Perdió el número uno. Y pensó que si ya no iba a ser número uno no quería ser otra cosa.

P. ¿Le echó usted de menos luego? Le quedaron Jimmy Connors e Ivan Lendl, pero nunca un rival a la altura de Borg.

R. En una palabra: sí.

P. ¿Por qué?

R. Me hizo mejor jugador. Fue apasionante. Su retirada fue una decepción.

P. Se peleaba usted con todo el mundo en la pista. En un partido, mientras protestaba, Borg le pidió que se acercara y...

R. Fue una gran lección para mí al principio de mi carrera. Me enseñó respeto. Me hizo darme cuenta de que eso es algo grande. Empecé a mirar nuestros partidos de una manera diferente. Desde entonces, los disfruté más. Que alguien como él hablara conmigo en la red y me dijera 'disfruta', me hizo pensar que actuaba alocadamente.

P. Esa lección debió dársela su amigo y ex tenista Vitas Gerulaitis.

R. Seguí el ejemplo de Vitas en muchos caminos. Crecí cerca de él, observándole. Le vi cuando yo era muy joven y él muy carismático. Era una gran persona. Fue la razón de que me metiera en el mundo del arte, de la música, de la televisión, como comentarista. Le sigo echando mucho de menos. Es muy triste [Gerulaitis murió en un accidente en 1994].

P. También le introdujo en Hollywood. Gracias a él conoció a Tatum O'Neal, su ex esposa, ganadora de un Óscar, drogadicta y madre de sus tres hijos. ¿Cómo fue combinar las fiestas con la exigencia del tenis?

R. Es difícil hacerlo todo. Eran otros tiempos. Las cosas no eran tan serias. No había tanto dinero. Vitas no me introdujo en Hollywood. Por su forma de ser conocía a mucha gente en todo el mundo y sobre todo en Nueva York. Hacía que la gente viera el tenis de una forma diferente.

P. ¿No le molesta ser recordado como un protestón?

R. Si no hubiera ganado todos esos torneos del Grand Slam, nadie sabría que me enfadaba durante los partidos. La gente se dio cuenta porque yo era bueno. Fue por la combinación. A los jugadores, en ocasiones, no les gustaba. No les gustaba perder contra alguien que se estaba cabreando. A veces a los seguidores del tenis al viejo estilo tampoco les gustaba. Quieren que los tenistas sean muy obedientes. Siento que tuve mucho apoyo de mucha gente. Y que al final fue una buena cosa para mí.

P. Dígame si le suena este nombre: Frank Hammond.

R. Probablemente el único juez de silla con el que me llevé bien.

P. ¿Por qué?

R. Hablaba con los jugadores. Intentaba mantenernos controlados para que diéramos lo mejor. El resto no entendía una cosa: no importan ellos. Importan los jugadores. Hammond intentó conocer a los tenistas.

P. ¿Y Ted James?

R. No le conozco.

P. Le gritó usted en Wimbledon que era la peor escoria del mundo.

R. No es tan difícil olvidar sus nombres.

P. Sigue haciendo bandera del orgullo sobre la pista.

R. Tienes que creer en ti mismo. Mi juego es bueno. Me gusta mi estilo. Ha sido bueno para mí y para mi cuerpo. Es más difícil mantenerlo según te vas haciendo mayor: poner presión sobre el contrario, mantener ese paso rápido con el que cortar un passing shot... Todo eso hace la diferencia. Ahora estos tíos son difíciles de ganar porque es difícil llegar a la bola.

P. Su forma de jugar, el saque-red, está en desuso.

R. No muchos jugadores siguen subiendo a la red. A la mayoría les gusta jugar desde la línea de fondo. Creo que veremos volver ese estilo. Creo que si alguien juega bien así, si pone presión sobre el contrario, tendremos una buena mezcla para los seguidores. Ahora golpean más fuerte la bola, pero hace un par de semanas López llegó a la final en Dubai porque empezó a subir más a la red. Puede jugar maravillosamente ahí. Más jugadores deberían pensar que pueden hacer eso, incluso contra los mejores. Es difícil.

P. ¡Así que el jugador con el que más se siente identificado es Feliciano!

R. Me gustan jugadores por diferentes razones. Me gusta la forma en que juega Roger [Federer] porque es preciosa. Me gusta cómo compite Nadal porque juega tan intensamente que es genial para este deporte. Y me gusta Djokovic porque cree en sí mismo. Eso se siente.

P. La convivencia entre grandes jugadores siempre fue difícil. Usted iba a la Copa Davis y no se hablaba con Connors.

R. No hablamos la mayor parte de un año. No fue por mí. Fue él. Connors me mejoró. Tengo un gran respeto por cómo se comportaba sobre una pista. Por supuesto, nos peleamos, porque los dos éramos muy competitivos: muchas veces ni nos hablamos ni nos caímos bien. Pero nos respetábamos.

P. ¿Qué le parece la rivalidad entre Federer y Nadal?

R. Esto es un deporte de uno contra uno. Necesita rivalidades. Son buenas para el tenis. Hacen mejores a los jugadores. Nadal mejoró en hierba por Roger. Y Roger mejoró en tierra por Nadal. Se necesitan. Djokovic mejora gracias a los dos.

P. ¿Qué le parece que Nadal le pidiera su camiseta a Federer tras perder en Hamburgo?

R. No es raro. Roger acababa de romperle su racha de victorias consecutivas sobre tierra. Federer, Pete Sampras y Rod Laver son los jugadores más grandes.

P. ¿Se incluye en esa lista?

R. Después de ellos hay un grupo de seis jugadores. Espero estar en esa lista.

John McEnroe, durante un partido del Masters Senior de Madrid.
John McEnroe, durante un partido del Masters Senior de Madrid.REUTERS

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