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Análisis:TENIS | Copa de Maestros
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un objetivo para el futuro

Al final, Rafa Nadal se quedó sin gasolina. El sábado viví su partido contra Andy Murray, al que entreno, con mucha intensidad y mucho entusiasmo, casi como si lo jugara yo. Cuando uno compite contra Nadal sabe que se va a encontrar con una guerra de la que hay que intentar salir vivo. Pocos lo consiguen. Eso me enorgullece de Andy, que murió matando. Dio todo lo que tenía. No se quedó nada en la reserva. Rafa ganó porque es quien es.

La consecuencia está clara: no necesitaba un milagro para tener las mejores opciones de ganar la final de la Copa de Maestros, pero sí tiempo. Eso era justo lo que no tenía. Las semifinales fueron agónicas y le han pasado factura. Todo el mérito, sin embargo, es de Roger Federer. Se juega así. No hay excusas: la final es el domingo, no el lunes. Estoy seguro de que él lo verá igual.

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Cuando Rafa ganó su segundo Roland Garros, un periodista me llamó inmediatamente y me dijo: "Muy bien, pero nunca ganará un grande en pista rápida". "¡Eso es una locura!", le contesté; "es al revés, todo lo que quiera lo conseguirá". De él no me sorprende nada. Tampoco, que haya llegado a la final de la Copa de Maestros en pista cubierta y rápida.

La dificultad más grande de un torneo como este es que tu nivel no puede bajar ni un minuto durante la semana porque si baja pierdes. Es lo que le pasó, creo, el primer día, contra Andy Roddick: le costó muchísimo entrar en juego. Llevaba muchas semanas sin competir. Se rehizo.

A la larga, gana este torneo el que más se lo cree porque reúne a los ocho mejores. Los extranjeros pegan más golpes ganadores, corren menos durante el año. Nosotros nos dejamos la vida en cada torneo, psicológica y físicamente. Es la escuela española.

Federer, por ejemplo, también ha jugado 70 partidos este año, pero se desgasta menos por su tipo de juego. Estaba en uno de sus máximos niveles de estos años, con una velocidad y una claridad de ideas muy grande. Todo el torneo ha ido con un ritmo muy alto para sus rivales. Ha sido el mejor.

Que Rafa haya llegado a la final ya es un gran éxito. Creo que es cuestión de tiempo que gane este título… ¡Es bueno que se haya dejado algo para el futuro!

Àlex Corretja fue el segundo español en ganar la Copa de Maestros, en 1998 —después de Manuel Orantes, en 1976—, llegó a ser número dos del mundo y actualmente entrena a Andy Murray.

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