_
_
_
_
_
La recuperación de la crisis

Alemania condiciona los créditos a Grecia a un nuevo plan de ajuste

La ministra de Economía francesa contempla la opción de una suspensión de pagos - "Hay que prestar ayuda con rapidez", advierte Strauss-Kahn

Alemania y Francia dejaron claro ayer que el plan de rescate de Grecia, pese a la presión de los mercados, aún está lejos de ser una realidad. Los ministros de Economía de ambos países aprovecharon sendas entrevistas para enfatizar su preocupación porque el Gobierno griego relaje la disciplina presupuestaria una vez logrado el dinero. El titular alemán de Finanzas, Wolfgang Schäubel, fue más allá y advirtió de que la respuesta del Gobierno de Angela Merkel a la petición de socorro griega aún no está tomada. Y que la presentación de un nuevo plan de ajuste para los próximos años "es un prerrequisito absoluto e inevitable". Son reticencias que darán munición a las apuestas especulativas contra la deuda pública de Grecia y otros países europeos.

"La respuesta puede ser negativa", avisa el ministro de Finanzas alemán
Lagarde aclara que los préstamos se darán de forma gradual
Más información
Atenas pide a la UE que defienda el euro "cueste lo que cueste"
Los mercados apuestan a que Portugal será la próxima Grecia
España se salva (de momento)
La zona euro se asoma al vendaval
El rechazo de Alemania a librar sus créditos agrava la crisis griega

El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, pidió auxilio a sus socios europeos y al FMI el pasado viernes. Los inversores dudan de que la ayuda (45.000 millones de euros en créditos) llegue a tiempo. Y, a tenor de las declaraciones de Schäuble, son dudas bien fundadas. "Ni la UE ni el Gobierno alemán han tomado todavía una decisión, lo que significa que la respuesta puede ser positiva o negativa", advierte Schäuble en un artículo publicado por el diario dominical Bild am Sonntag.

En las declaraciones, recogidas por la agencia Reuters, el ministro de Finanzas aclaró que Grecia debe presentar "un duro programa de reestructuración" para los próximos años antes de recibir el alemán. "El respaldo al plan de ayuda", insistió el ministro alemán, "depende completamente de que Grecia continúe el camino de ahorro estricto que ha comenzado". La Comisión Europea apoyó el programa de reequilibrio presupuestario que presentó Papandreu para este año, pero (como ha hecho con otros países, incluida España) pidió detalles adicionales sobre cómo hará para ahorrar gastos y generar ingresos a partir de 2011.

En todo caso, la respuesta alemana no será inminente, lo que se traducirá, previsiblemente, en una nueva vuelta de tuerca sobre la deuda pública griega, cuyo coste de colocación supera con creces el 8% (por el 3% para los bonos alemanes, o el 4% para los españoles). Y eso que el Gobierno griego debe hacer frente al pago de 8.500 millones el próximo 19 de mayo por vencimientos de deuda antigua. "Tenemos tiempo para examinar la petición griega", aseguró Schäuble, quien ha convocado a los grupos parlamentarios alemanes para acordar un procedimiento urgente.

La ayuda de Alemania, que sería el mayor contribuyente al rescate de la zona euro con créditos por valor de 8.400 millones, debe ser aprobada por el Parlamento alemán, un trámite que Schäuble ligó a la aprobación previa del Eurogrupo. Los países de la zona euro no han puesto aún fecha a esa reunión, en la que, según acordaron, cualquier decisión debe ser tomada por unanimidad.

Ningún analista da un euro porque nada de esto pueda producirse antes de las elecciones del 9 de mayo en el Estado de Renania Westfalia: los conservadores, que gobiernan este estratégico Estado alemán, están convencidos de que el rescate de Grecia no es plato de buen gusto para su electorado.

"Con nuestra divisa común, todos debemos ser solidarios, pero eso no quiere decir que haya que ser complaciente", dijo por su parte la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, en una entrevista en el Journal du Dimanche. Lagarde recalcó que "con sus cifras erróneas y sus políticas económicas inadaptadas, Grecia no ha cumplido sus compromisos. Nos harán falta controles para asegurarnos de no caer en un pozo sin fondo".

El Parlamento francés tiene previsto iniciar el trámite para aprobar su crédito a Grecia el próximo 3 de mayo, pero Lagarde dejó claro que la aplicación del plan de ayuda no será un camino de rosas. Aún están por definir qué garantías se pedirán al Gobierno griego. Y la ministra francesa aclaró que los préstamos se darán "de forma gradual" y que el plan contemplará la opción de la suspensión de pagos: "En ese caso apretaremos inmediatamente el pedal del freno".

El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, salió ayer en defensa de Grecia: "Estoy impresionado con la determinación de las autoridades griegas para hacer lo necesario para poner su economía de nuevo en la senda correcta", dijo tras una reunión con el titular de Finanzas heleno, Yorgos Papaconstantinu. Su discurso contrastó con las reticencias de Alemania y Francia. "Cualquiera que esté en las negociaciones reconoce la necesidad de prestar ayuda con rapidez", aseguró.

El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu (izquierda) junto al director del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu (izquierda) junto al director del FMI, Dominique Strauss-Kahn.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_