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Alemania propone una moratoria de siete años para la deuda griega

El BCE y Bruselas se oponen al plan del ministro de Finanzas - Las agencias creen que sería una suspensión de pagos y bajaría la nota de Irlanda y Portugal

El Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea se resisten a los planes del ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schäuble, de "involucrar a los tenedores de bonos griegos" en el segundo paquete de rescate a Grecia. Las instituciones europeas se vieron sorprendidas por la carta que el democristiano Schäuble dirigió al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, donde pedía que los vencimientos de los bonos griegos se prorroguen por siete años. Un periodo que Grecia aprovecharía para reordenar sus maltrechas finanzas públicas. La carta de Schäuble, fechada el 6 de junio, abre así un nuevo conflicto sobre el paquete de ayuda.

La Comisión apuntó que la propuesta de Schäuble supone "de hecho" una reestructuración "involuntaria" de la deuda griega con la participación de los inversores privados. Fuentes del ministerio federal de Hacienda señalaron ayer que las propuestas de la carta "no son una posición inamovible" del ministro alemán.

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El BCE, apoyado por Francia y la mayoría de países de la Unión Monetaria, se niega en redondo. Consideran que cualquier prórroga al pago de la deuda debe acordarse de manera voluntaria con los tenedores de los bonos. Lo contrario sería, a fin de cuentas, la primera suspensión de pagos de un país de la eurozona.

Las agencias de calificación de riesgo comparten esta opinión; creen que el plan alemán supondría un impago de facto. Además, colocaría en una posición complicada a los otros dos países europeos que se ven en la cuerda floja y por lo tanto rebajarían la calificación de la deuda portuguesa e irlandesa. Moody's, por ejemplo, ya avisó el pasado 24 de mayo que considera que la reestructuración griega puede ser "un modelo" para otros países, por lo que el resultado de adoptar esta decisión sería degradar varios escalones la deuda que se emite desde Dublín y Lisboa. "Probablemente les calificarían al nivel del bono basura [que supone una alta posibilidad de impago]", aseguró a Bloomberg un analista de Royal Bank of Scotland.

Christine Lagarde, homóloga francesa de Schäuble, aseguró ya el 16 de mayo que semejante posibilidad "no está sobre la mesa". El Gobierno de Nicolas Sarkozy quiere evitar problemas con sus bancos cuando solo faltan 10 meses para las elecciones presidenciales. Desde la perspectiva de Berlín, el BCE estaría más preocupado por sus propias cuentas que por los riesgos que la medida propuesta por Schäuble acarrearía a la estructura financiera de la eurozona, ya que el organismo que dirige Trichet es uno de los principales propietarios de bonos griegos.

La carta del ministro alemán va dirigida al presidente del BCE, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Comisión. Reclama que el acuerdo sobre Grecia al que lleguen los 17 países de la zona euro el próximo 20 de junio incluya "un claro mandato" que involucre a los inversores privados en el rescate. Esta "sustancial" aportación privada se llevaría a cabo mediante un canje de deuda que prolongue los plazos de pago por siete años. La agencia Fitch ya ha advertido de que "un canje de deuda bajo condiciones peores será considerado un impago".

Schäuble opina que los socios de Grecia deben ofrecerle "más ayuda" ante las escasas posibilidades de lograr refinanciarse en los mercados el año que viene. El responsable de Finanzas alemán cree que así se evitará una "quiebra desordenada" del país, que llegaría inevitablemente en caso de que los actores implicados no lleguen a un acuerdo efectivo antes de final de mes.

Añade Schäuble que, si bien es imposible calcular aún el monto precisado por Grecia para salir del agujero, el esfuerzo deberá incluir a los inversores privados "más allá de lo que pretendía la iniciativa de Viena". Es decir, más allá de las declaraciones voluntarias de los tenedores de bonos. En una reunión con parlamentarios alemanes, Schäuble cuantificó las necesidades financieras de Grecia hasta 2014 en 90.000 millones de euros, según fuentes citadas por Bloomberg que participaron en el encuentro.

Con este avance, el ministro y su jefa, la también democristiana Angela Merkel, quieren asegurarse el apoyo parlamentario de sus socios liberales en el Gobierno. Un grupo de parlamentarios -14 del liberal FDP y otros cinco democristianos- hicieron cundir las dudas de que la canciller fuera a obtener la mayoría necesaria en el Bundestag (Parlamento federal) para la segunda aportación alemana al paquete de ayuda griego. Se llegó a especular sobre la posibilidad de que Merkel vinculara las ayudas a una moción de confianza. Las propuestas de Schäuble de hacer pagar a los bancos evitarán que se llegue a tanto.

Los rumores que inundan la eurozona de una inminente reestructuración de la deuda griega y los desacuerdos entre los distintos líderes para hacer frente a esta situación perjudican al resto de países más castigados por los mercados. Los intereses de la deuda de Portugal, el tercer miembro de la eurozona que se vio obligado a pedir auxilio financiero, superaron ayer por primera vez el nivel récord del 10% para el bono de referencia, el de diez años. Las dudas en torno a la capacidad del recién elegido Gobierno de centroderecha para hacer frente a sus compromisos financieros ya habían elevado la prima de riesgo portuguesa en los últimos días.

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