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El BCE prepara una subida de los tipos de interés en abril

Trichet advierte de que los riesgos al alza sobre la inflación han aumentado y que "es posible" aumentar el precio del dinero el próximo mes.- Asegura que están listos para actuar contra los efectos de segunda ronda.- El euro se dispara

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, ha advertido hoy de que las presiones al alza sobre los precios han aumentado por el encarecimiento de las materias primas, lo que llevará a la inflación a superar el 2% a final de año. Por ese motivo, dado que el mandato de la institución es mantener la subida de los precios en torno a este 2%, ha anunciado que el BCE realizará una "fuerte vigilancia" de la inflación y que "actuará cuando sea necesario". Con estas advertencias, según afirman los analistas que saben interpretar al banquero francés, Trichet está anunciando una subida de los tipos de interés antes de lo que preveía el mercado, que era en otoño. Incluso, ante la vehemencia con la que Trichet ha defendido que están listos para actuar, no se descarta que tenga lugar el próximo abril.

"Una subida de los tipos de interés el próximo mes es posible, aunque no seguro", ha admitido Trichet, que en cualquier caso ha recordado inmediatamente a continuación que la política del BCE es no adelantar sus movimientos. Pese a ello, nunca desde que movió por última vez el precio del dinero en la eurozona en mayo de 2009 hasta el actual mínimo del 1%, había sido tan explícito y claro como hoy: "Nuestra principal responsabilidad es evitar efectos de segunda vuelta en la inflación. No podemos evitar el encarecimiento del petróleo, pero sí tomar medidas para que no se produzca", ha reiterado en relación a la preocupación del instituto emisor a que la carestía del crudo se extienda a los productos que necesitan energía y, de ahí, al resto del tejido económico.

En caso de que se hagan realidad los efectos de segunda ronda, se echaría por tierra la hipótesis defendida por Trichet hace apenas un mes de que la subida de la inflación, que cerró febrero en el 2,4%, era temporal. Además, la traslación del alza de los precios de puntual a persistente pondría en riesgo la recuperación económica de la UE y la eurozona. Sobre este extremo, el BCE también ha revisado hoy al alza sus previsiones de crecimiento, tal y como hizo a principios de semana la Comisión Europea. Así, mientras antes esperaba que el PIB de la zona euro avanzase entre un 0,7% y un 1,7%, ahora no contempla crecer menos del 1,3% en 2011. Para 2012, ha pasado de un rango de entre un mínimo del 0,6% y un máximo del 2,8% a un margen de entre el 0,8% y el 2,8%.

En cuanto a la inflación, si hasta ahora auguraba que la tasa media anual a final de 2011 estaría en torno a un 1,1%, en estos momentos calcula que llegará al 2,3%, con lo que rebasa el objetivo del 2% que, por mandato, el BCE debe hacer cumplir. Además, el hecho de que estas proyecciones no incluyan el reciente repunte del barril de petróleo motivado por las revueltas en los países árabes, que le han llevado a tocar los 120 dólares en el caso del Brent, de referencia en Europa, añade más incertidumbre sobre lo que puede acabar pasando con los precios y da más argumentos al organismo para actuar. Los analistas no esperaban una subida de los tipos, que indefectiblemente incidirá al alza en los precios de los hipotecas y resto de créditos, hasta la salida de Trichet de la entidad, que acaba su mandato en octubre.

Junto a la carestía del petróleo, los alimentos tampoco dan tregua. Según ha advertido hoy la FAO, los precios de los productos básicos ha marcado en febrero un nuevo máximo histórico por encima de los antiguos récord de verano de 2008. Entonces, la combinación de ambos fenómenos desembocaron en revueltas en una treintena de países. Aunque ahora, al menos en lo que se refiere a la energía, la sucesión de los acontecimientos ha sido la contraria.

En los mercados, el anuncio de Trichet de que es posible que, por primera vez desde julio de 2008, vuelva a subir los tipos de interés ha dado alas al euro, que casi ha rebasado los 1,40 dólares. Tras esta subida, equivalente a un incremento del 0,95% frente a los niveles previos a la intervención del presidente del BCE hasta sus niveles más altos en cuatro meses, la divisa europea ha moderado su escalada.

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