Las Bolsas descuentan los planes de ajuste
La Bolsa española sufrió ayer una caída del 5,45% en su índice Ibex 35, la tercera en importancia de este ejercicio, en un entorno marcado por la confusión.
El Ibex 35 cayó por debajo de los 9.200 puntos, un soporte al que algunos analistas conceden gran importancia, con fuertes pérdidas entre los valores bancarios, situación común en varios países europeos, pero los descensos fueron tan generalizados que la excusa de las tensiones en el sector financiero perdieron valor.
La primera mala noticia del día estuvo en la corrección, por parte de una empresa de elaboración de indicadores económicos, del índice adelantado de abril de la economía China que, tras una supuesta subida del 1,7%, se redujo al 0,3%. Tras este ajuste, China pierde fuerza como posible locomotora de la recuperación y se une al resto de países en el proceso de enfriamiento.
El vencimiento de 442.000 millones de euros en préstamos extraordinarios a un año a la banca, por parte del BCE y que no serán renovados a ese plazo, fueron la excusa para un proceso vendedor que, si en principio afectaba únicamente a los valores bancarios, después se extendió a la casi totalidad de las sociedades cotizadas. El hecho de que el BCE vaya a seguir prestando dinero sin límites a la banca, aunque a plazos más cortos, no restó fuerza a la corriente vendedora y a pesar de que no se temía, en absoluto, que se diera algún caso de impago.
El ambiente en torno al sector bancario, era ayer bastante negativo en toda Europa al cruzarse varias noticias que le afectaban de distintas maneras. La UE anunció que ampliará las pruebas de solvencia a 120 bancos, en lugar de los 70 que las venían haciendo, al tiempo que autorizó a varios países, entre ellos España, a ampliar las medidas de apoyo al sector hasta finales de este año. Por otro lado, la aplicación de impuestos especiales a la banca en algunos países del centro y este de Europa fue muy criticada por poder dañar la estabilidad financiera.
La suma de todos esos factores llega en un momento crítico para los mercados, muy sensibles a las últimas perspectivas sobre el crecimiento económico tras la adopción de severas medidas de ajuste en numerosos países miembros de la UE. Las caídas en la mayoría de las Bolsas europeas superaron el 3%, indicando así que el problema es global.
