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Reportaje:

Controladores en el blanco

El Gobierno prepara un plan B por si fracasa la negociación del convenio de navegación aérea - La revelación de sueldos por el ministro calienta la batalla

Seis cifras en la nómina provocan o envidia o indignación al que no las disfruta. En pocos casos dejan indiferente. Tampoco suele dejar frío al que lo gana que alguien le eche en cara su sueldo en público. Más aún si el reproche viene de un ministro, en sede parlamentaria. El titular de Fomento, José Blanco, subió la temperatura del conflicto con los controladores aéreos el martes al revelar sus altas retribuciones. Alguno ha llegado a cobrar 900.000 euros, dijo.

De esa cifra unos 200.000 euros son salario y cerca de 700.000 euros corresponden a horas extraordinarias, según fuentes de Fomento, que indican que sólo en horas extra ese controlador gana unos 2.600 euros brutos (1.500 netos) diarios. Ni un céntimo sale de los Presupuestos del Estado (Aena se autofinancia con sus tasas) pero el Gobierno está decidido a rebajar los precios de navegación aérea, los más altos de Europa, que atribuye a los altos costes laborales. Algo más de 100.000 personas (el 0,58% de los contribuyentes de IRPF) declaran a Hacienda más de 150.000 euros anuales por rendimientos del trabajo.

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"No sé cómo se llega a ese sueldo", dice Andrés Torrecilla el director de operaciones de Navegación Aérea de Aena, la empresa pública que emplea a los 2.401 controladores españoles (casi un tercio, mujeres). El sindicato USCA (al que están afiliados el 95%) asegura que eso es posible porque se infringe la ley. "Ha habido un caso en que un controlador [del centro de control en ruta] de Torrejón trabajó 45 jornadas en un mes, en mayo de 2007", comenta una fuente sindical.

De ser cierto equivaldría a trabajar los 30 días y doblar turno la mitad de ellos. Incompatible con cualquier norma de seguridad. Un piloto que habitualmente despotrica contra los controladores asegura que el día del siniestro de Spanair había en la torre de Madrid personas que habían trabajado demasiadas horas en el último mes. Y es que sólo tirando de horas extra (el convenio actual marca 1.200 horas anuales, menos de 28 semanales de media) se ha conseguido atender el tráfico durante los años de crecimiento.

USCA dejó esta semana de hacer declaraciones, tras acusar en un comunicado al ministro (sin citarlo) de ponerles en peligro. Ninguno de los siete controladores contactados por este diario ha querido hablar, ni siquiera de forma anónima, sobre la situación actual del colectivo. Si hay consigna de silencio (Aena afirma que también la hay para que no se realicen horas extra de manera voluntaria), se cumple a rajatabla.

Disciplinados, inteligentes y estudiosos. Corporativistas y soberbios. "Hay de todo", explica Torrecilla, que también es controlador. "Hay incluso quien no tiene ni coche ni carné de conducir". Son abogados, médicos, ingenieros y hasta algún filósofo. Hasta el pasado octubre la legislación exigía al menos un título universitario de grado medio para acceder a la profesión, además de un alto nivel de inglés y un exigente certificado médico, que han de renovar cada dos años y anualmente a partir de los 40, Una larga lista de enfermedades, desde cardiovasculares a digestivas, incapacitan para ese trabajo.

La trasposición de la directiva europea sobra las licencias de controladores elimina el requisito académico, rebaja la edad mínima de acceso de los 21 a los 18 años y abre la puerta a la entrada de controladores extranjeros.

A partir de los 52 o 55 años existe la posibilidad de pasar a una especie de prejubilación (licencia especial retribuida), ya que el convenio actual establece que el límite de edad operativa son los 55 años, si bien se puede continuar en activo si se pasan las pruebas médicas.

También era imprescindible pasar las pruebas de acceso al curso de formación, que incluye exámenes de conocimientos aeronáuticos y evaluaciones psicológicas para determinar si el candidato cumple los requisitos: estabilidad emocional, resistencia a la fatiga, autocontrol en situaciones de estrés, entre otras. Si se superan las pruebas, se accede a una beca para el curso de formación, que dura 15 meses.

Torrecilla explica que, como sucede en la mayoría de oposiciones, se presentan miles de personas para unas pocas plazas. Escasean los controladores, no hay ninguno en paro, pero el acceso a la profesión está cerrado. Se suele acusar al sindicato de controlar el acceso a la profesión. La última convocatoria, de 150 plazas para el curso de formación, estaba prevista para 2008, pero "se encuentra demorada, por motivos organizativos", explica Aena en su web."Es un mito que éste sea un sector endogámico", afirma Torrecilla, "ni mis padres ni mis hijos son controladores".

Sí es cierto que las relaciones con los pilotos a menudo son tensas ("es cierto que a veces en la frecuencia saltan chispas"), que tienen una gran capacidad de presión sin acudir a la huelga y que su convenio (de 1999 y prorrogado desde 2005) les otorga privilegios sobre otros trabajadores. La pasada semana Aena planteó en la mesa de negociación del nuevo convenio que en caso de despido improcedente no sea el trabajador el que elija si se reincorpora, sino la empresa como sucede para el resto de los asalariados. USCA se indignó, ya que el resto de empleados de la emrpesa tiene esa ventaja en su convenio (publicado en el BOE precisamente ayer).

Aena ha avisado de que esta ronda de negociación (sin límite de fecha) será la última. "No hay plan B, al menos aquí", dice una portavoz de Aena, "sólo se contempla llegar a un acuerdo".

Pero Blanco no las tiene todas consigo y pidió en el Congreso el respaldo de la oposición para "las decisiones que va a tomar" el Gobierno si ese acuerdo no llega. No lo logró. Aún no ha dicho qué piensa hacer.

La torre de control del aeropuerto barcelonés de El Prat.
La torre de control del aeropuerto barcelonés de El Prat.GIANLUCA BATISTA

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