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La salida de la crisis

España se enfrenta a una recaída en el segundo semestre

La deuda de la banca española con el BCE alcanza un nuevo récord

Lucía Abellán

La dicha por la mejoría económica en España es efímera. El tímido avance del 0,2% que registró el producto interior bruto (PIB) en el segundo trimestre del año evolucionará hacia datos peores. Lo reconoce el propio Gobierno y lo suscriben casi todos los expertos. La duda reside en si ese deterioro augurado para el segundo semestre provocará nuevos descensos del PIB o se limitará a un estancamiento. El margen tan estrecho que separa ambos escenarios impone cautela entre los analistas.

"Quizás en el cuarto trimestre pueda producirse alguna cifra intertrimestral negativa, pero no será una tendencia de fondo", vaticina Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. Este experto previene contra un exceso de optimismo asociado a los indicios de recuperación, pero también contra el catastrofismo ante lo que pueda venir. "El elemento importante es que hemos entrado en un periodo largo de crecimiento bajo", advierte.

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El Instituto Nacional de Estadística confirmó ayer el dato avanzado hace unos días por el Banco de España: la economía creció un 0,2% respecto al primer trimestre del año. Se trata de otro pequeño paso tras el 0,1% del primer trimestre que marcó la salida de la recesión. Sin dar detalles -se trata de un avance que se desglosará a finales de mes-, el INE atribuye a la demanda interna (consumo e inversión) la leve mejora, que sitúa ya la cifra interanual cerca de la estabilización, con un retroceso también de dos décimas.

Tanto el Banco de España como los diferentes analistas han coincidido en que esta cifra se nutre de varios factores coyunturales que no se repetirán en el segundo semestre. La desaparición de las ayudas a la compra de coches y el adelanto de las compras ante la entrada en vigor de un IVA más alto el mes pasado elevaron artificialmente la demanda en los meses previos al verano. "Hay riesgo claro de recaída en el tercer trimestre, no sé si habrá datos negativos, pero sí desde luego un estancamiento. Con un agravante: la inflación, ya en el 1,9%", explica Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos. El vaticinio más claro de que el PIB caerá en los próximos meses lo divulgó hace unos días el BBVA.

Uno de los elementos que más incertidumbre siembra es el empleo. "La mejora de estos meses ha estado impulsada por elementos estacionales", analiza Matías Lamas, de Analistas Financieros Internacionales. Es decir, previsiblemente remitirá a la vuelta del verano. En el otro lado de la balanza se sitúan las exportaciones. En la medida en que la zona euro se recupere, las ventas españolas seguirán mejorando, aunque los datos europeos conocidos ayer también están sujetos a una fuerte provisionalidad y, por tanto, la tendencia podría interrumpirse.

Pero las dudas no solo están en el cuadro macroeconómico. La deuda de los bancos españoles ante el Banco Central Europeo (BCE) alcanzó en julio un nuevo récord, de 130.200 millones de euros, que pone de manifiesto sus dificultades para financiarse en el mercado, según los datos del Banco de España. La banca española capta casi un 30% de los préstamos totales del BCE, cuando el PIB de España pesa poco más del 10% en el Eurosistema. A pesar de los buenos resultados de las pruebas de esfuerzo, los mercados siguen sin fiarse y bancos y cajas apenas captan recursos por esa vía. La Bolsa recogió ayer el guante y los bancos sufrieron de lo lindo tras conocerse esas cifras, con caídas entre el 1% y el 2%. Fueron los más castigados del Ibex.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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