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Cumbre financiera mundial

España planteará al G-20 que asuma su modelo de control

El sistema de supervisión será la baza principal de Zapatero en Washington

En las crisis, más aún tras un colapso financiero de dimensiones planetarias, hay un sinfín de perdedores. Pero también hay ganadores. Y hay unanimidad entre los expertos internacionales es que el modelo de supervisión prudente del Banco de España ha salido muy reforzado. Un reconocimiento que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere traducir ahora en una de las principales aportaciones de la delegación española en la cumbre organizada por el G-20 en Washington para abordar la reforma del sistema financiero internacional.

Fuentes del Ministerio de Economía precisaron que la defensa del sistema de provisiones anticíclicas que se puso en marcha en 2000 ya fue uno de los puntos básicos de la argumentación española en la reunión que sirvió para fijar la posición de la UE ante el nuevo proceso de reforma.

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El Banco de España obligó hace ocho años a cajas y bancos, en una decisión muy criticada por el sector, a dotar provisiones genéricas en los tiempos de bonanza económica, una cautela para reforzar la posición de las entidades cuando vinieran mal dadas.

Aquella decisión ha permitido a bancos y cajas españoles afrontar la crisis con un colchón del que carecen entidades de otros países. Según datos del organismo supervisor, las provisiones anticíclicas rondan los 30.000 millones de euros y ya se utilizan en algunas entidades para cubrir las dotaciones a las que les obliga la normativa para cubrir el riesgo de créditos dudosos. Las provisiones específicas por morosidad se han duplicado en el último año y ya se sitúan en 10.000 millones.

El colapso de los mercados financieros ha destapado las vergüenzas del sistema de regulación internacional, que se ha revelado insuficiente y laxo. Tras el descalabro, los Gobiernos coinciden en que es necesario elevar los requisitos de capital que deben cumplir las entidades financieras y también que hay que apostar por una supervisión más prudente para deshinchar las burbujas en los precios de activos financieros. El Banco de Inglaterra y el Foro de Estabilidad Financiera (creado por el G-7) analizan el modelo del Banco de España como ejemplo de buena práctica que podría extenderse a todos los países.

La delegación que acompañará a José Luis Rodríguez Zapatero tendrá un marcado carácter económico. Junto al vicepresidente económico, Pedro Solbes, viajará también el secretario de Estado de Economía, David Vegara y el director de la Oficina Económica de La Moncloa, Javier Vallés. Solbes advirtió ayer, en una entrevista con Onda Cero, sobre la complejidad de la tarea que aborda el G-20. "Uno no entra a desayunar por la mañana un café con leche y churros y por la noche está refundado el capitalismo. Eso no funciona así", afirmó.

El papel de las agencias de calificación privadas, que avalaron la solvencia de activos financieros que luego resultaron todo lo contrario, también se tratará en Washington. La Comisión Europea adelantó que hoy hará pública su propuesta para intensificar la supervisión sobre su labor.

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