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Las consecuencias de la crisis fiscal europea

Europa está dispuesta a rebajar los intereses de la ayuda a Grecia

La UE excluye la opción de reestructurar la deuda de Atenas y tomará una decisión sobre el segundo rescate a partir del próximo lunes

La Unión Europea está abierta a rebajar los intereses que cobra a Grecia por la ayuda de 110.000 millones de euros que le concedió hace ahora un año y trabaja en un segundo rescate de Atenas con vistas a evitar que se vea obligado a reestructurar su deuda, lo que dejaría al conjunto de la eurozona en una muy difícil situación.

"La Comisión está claramente a favor de un recorte en los tipos y en contra de una reestructuración", ha afirmado a Reuters un portavoz del comisario europeo de Economía, Olli Rehn. En la misma línea, fuentes del Ejecutivo comunitario citadas por AFP descartan esta segunda opción al tiempo en que reconocen que en "la reunión secreta" del viernes entre los responsables económicos de los países miembros se habló sobre la marcha de las reformas en Grecia para concluir que su ritmo de implementación era demasiado lento. Por este motivo, constataron que las dificultades de un regreso del país al mercado de financiación en 2012 en condiciones de normalidad, tal y como se había planteado, forzaban a plantear un segundo rescate de Atenas.

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Los ministros del ramo de Francia, Italia, Alemania, España y Grecia se reunieron el pasado viernes en Luxemburgo con el presidente del Banco Central Europeo, el presidente del Eurogrupo y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios para tratar el asunto. El encuentro, que había sido organizado por Francia y Luxemburgo como una cita secreta, salió a la luz debido a una información publicada en el portal digital del semanario Der Spiegel, en la que se sostenía que Grecia barajaba abandonar el euro.

A la espera de cómo avanza el nuevo plan de rescate, los países que lideran la postura europea, Alemania y Francia, no admiten abiertamente la posibilidad de reducir, por segunda vez desde que se activó el primer rescate, las condiciones financieras del mismo. No obstante, ya aparecen voces en este sentido. Desde Berlín, Michael Meister, portavoz del partido de Angela Merkel, ha admitido que es factible reducir los intereses si a cambio Grecia se compromete a más reformas para devolver su déficit a los límites establecidos. A su vez, ha rechazado la opción de una reestructuración, que por cierto tendría a la banca de este país y a la de Francia como principales afectados.

Además, en un movimiento derivado de las nuevas gestiones para socorrer al país mediterráneo, Irlanda podría salir beneficiada del recrudecimiento de la crisis al ver también reducidos los costes que paga por su ayuda. Hasta ahora, esta posibilidad estaba bloqueada por Alemania y Francia, que la condicionaban a que el país elevase su impuesto de sociedades, de los más bajos de la UE con un 12,5%.

Las divergencias internas, no obstante, persisten en cuanto al nuevo plan de rescate de Grecia diseñado urgentemente por los responsables económicos de la UE bajo la batuta de Alemania y Francia choca de entrada con la oposición de Reino Unido y abiertas reticencias de Finlandia. El plan debe detallarse y aprobarse el 16 de mayo en la reunión de los ministros de Finanzas de la UE, el llamado Ecofin. El mismo Consejo debe dar la luz verde al rescate de Portugal de 78.000 millones, bloqueado hasta ahora por Finlandia. Mientras Irlanda ha anunciado que aprovechará la ocasión para exigir una rebaja del precio de los préstamos de ayuda de la UE y el Fondo Monetario Internacional.

El nuevo plan de ayuda a Grecia consistiría en conceder nuevos préstamos, de 25.000 a 30.000 millones adicionales; extender los plazos de devolución; abaratar el vigente paquete de préstamos de 110.000 millones y suavizar el estricto calendario de reducción del déficit exigido que supone pasar desde el 15,4% en 2009 hasta el 2,6% en 2014.

Desde el interior del país, el gobernador del Banco central del país, Yorgos Provopoulos, ha recomendado a su Gobierno que venda más activos para superar los problemas fiscales. En opinión de Provopoulos, "el Gobierno ha incumplido sus objetivos económicos", lo que justifica la adopción de más medidas de ajuste que calmen las dudas de los mercados y permita al Estado alcanzar sus objetivos de reducción del déficit.

Sobre la evolución de las negociaciones sobre la ayuda a Grecia, la ministra francesa de Economía, Cristine Lagarde, ha revelado que el Banco Central Europeo y el FMI ya están estudiando qué medidas adicionales son necesarias para asegurar los compromisos de regreso a la sostenibilidad fiscal de Atenas. Lagarde también ha adelantado que los responsables de Finanzas de los países socios del euro se pondrán en contacto a lo largo de la semana para preparar la cumbre del próximo lunes, donde se debe aprobar el plan de rescate de Portugal y tomar una decisión sobre Grecia.

Por último, se preveía que la situación de Grecia y Portugal y el impacto de la crisis en el euro estuviesen hoy sobre la mesa en la reunión que los dirigentes de los bancos centrales de las principales economías del mundo mantendrán en la ciudad suiza de Basilea. Pero no ha sido así ya que, según ha asegurado el presidente del BCE al término de la misma, Jean-Claude Trichet, no se ha hablado de Grecia. En su lugar, sí ha mostrado su preocupación por el nivel de volatilidad de los precios del petróleo y de algunas materias primas, que ha considerado como "extremadamente elevado".

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