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Euskadi, paralizada por la huelga general contra el Estatuto de los Trabajadores

Medio millón de trabajadores se sumaron ayer a la huelga general en Euskadi, que fue, según muchos observadores, la mayor huelga en la historia del País Vasco de los últimos cuarenta años. La protesta, convocada por varias centrales sindicales contra el proyecto de ley de Estatuto de los Trabajadores, contó en el País Vasco con el apoyo del PNV. Los nacionalistas rechazan la actual redacción del proyecto de ley por estimar que imposibilita un marco de relaciones laborales autónomo para Euskadi, al tiempo que acusan al PSOE de haber propiciado esta situación.

El paro también fue casi general en la minería asturiana y en Ensidesa, aunque en esta región coincidió el llamamiento al paro realizado por UGT, dentro de las movilizaciones europeas programadas por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), con la convocatoria de CC OO contra el Estatuto de los Trabajadores. La pugna entre ambas centrales estuvo presente a lo largo de toda la jornada.En Valencia, según informa nuestro corresponsal, el paro convocado conjuntamente por CC OO y USO fue secundado de forma desigual por un 20% de la población laboral. Las serias advertencias de la patronal y la división de las centrales restó fuerza al movimiento de protesta contra el Estatuto en estas provincias.

«El Gobierno y los partidos mayoritarios en el Parlamento deben comprender que no se puede legislar contra el 90% de los trabajadores vascos». Con estas palabras sintetizaron ayer los secretarios generales de ELA-STV y CC OO en Euskadi la lectura que, en su opinión, había que hacer de las cifras que ambos líderes proporcionaron, en rueda de prensa celebrada en Bilbao, de la incidencia de la huelga general convocada por todas las centrales, excepto UGT, contra la redacción actual del Estatuto de los Trabajadores.

El citado porcentaje no parece exagerado si se tiene en cuenta que, según los sindicatos citados, el paro fue prácticamente total en Guipúzcoa y Vizcaya, próximo al 90% en Alava y en torno al 60% en Navarra. Ello significa que, en cualquier caso, no menos de medio millón de trabajadores secundaron ayer el llamamiento firmado por CC OO, ELA-STV, USO, LAB, SU y CSUT «contra el despido libre, por el pleno derecho de acción sindical en la empresa y por la libertad de negociación colectiva a nivel de Euskadi».

El paro fue particularmente espectacular en Guipúzcoa, provincia en la que, según la información facilitada por ELA-STV, «sólo trabajaron de mil a 1.500 personas». Dicha central considera particularmente significativa la amplia participación registrada en zonas como Eibar, pese a la tradicional influencia de UGT en la misma.

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La jornada de protesta contra el Estatuto de los Trabajadores paralizó ayer Euskadi

(Viene de primera página.)Comentando esta actitud, Tueros comparó la incidencia de la huelga de ayer con la promovida el pasado día 27 por CSUT, SU y LAB, con el apoyo de Herri Batasuna. Una de las claves del éxito de la jornada de ayer sería, tanto para Tueros como para Alfonso Etxeberría, secretario general de ELA-STV, «la claridad del objetivo marcado», que contrasta, en su opinión, «con la dispersión de consignas que ha caracterizado a otros llamamientos», informan J. Angulo y P. Unzueta.

Sin embargo, la amplitud alcanzada por la huelga general tuvo probablemente mucho que ver también con el apoyo otorgado a la misma por el PNV. Este apoyo del partido mayoritario de Euskadi otorgó una mayor credibilidad y «seriedad», a los ojos de determinados sectores, a la convocatoria, y explicaría probablemente la participación en el mismo de capas de la población que sólo en ocasiones muy determinadas habían atendido en el pasado llamadas similares: pequeño comercio, funcionarios de Administración local, vendedores de prensa e incluso las plantillas del Athlétic de Bilbao y Real Sociedad, que interrumpieron sus respectivos entrenamientos.

Esta incidencia debe considerarse tanto más significativa teniendo en cuenta la clara oposición a la huelga mostrada a nivel empresarial no ya sólo por la CEOE, sino incluso por las patronales de inspiración nacionalista, incluida la principal de ellas, Adegui, que no oculta, sin embargo, su oposición a determinados puntos del título tercero del Estatuto de los Trabajadores.

El PNV, en un comunicado hecho público en la noche del jueves, rechazó las críticas de «irresponsabilidad y comportamiento demagógico» lanzadas por el PSOE por el apoyo del primero a la huelga general de ayer. «El PNV», dice el escrito, «defendió en el Parlamento que la legislación laboral debía ser competencia de las comunidades autónomas, oponiéndose a dicha posición el PSOE, impidiendo con ello que el pueblo vasco, a través de su Parlamento autónomo, discutiese y aprobase su propio Estatuto de los Trabajadores. Por ello, al conocer el PNV el contenido del acuerdo CEOE-UGT, que establece un marco centralista de la negociación colectiva, a fin de no desperdigar esfuerzos, centro su intervención ensalvar el marco autónomo de relaciones laborales.»

Critica el PNV «la incoherencia escandalosa» del PSOE de Euskadi en lo que se refiere al marco de relaciones laborales del Estatuto de los Trabajadores, y le recuerda que en la reunión que el CGV celebró el 15 de octubre aprobó con su voto una resolución que decía textualmente «... que se opondrá por todos los medios a cualquier intento de reducir... el marco autónomo de relaciones laborales del País Vasco...».

En el mismo comunicado, el PNV rechaza la posibilidad de un debate en torno al Estatuto de los Trabajadores entre su presidente, Carlos Garaikoetxea, y el secretario general del PSOE de Euskadi, Txiki Benegas, propuesto por este último. El Partido Nacionalista Vasco justifica, sin embargo, esta negativa desnaturalizando el carácter inicial del reto planteado entre (los dirigentes de partidos para enfocarlo como un enfrentamiento entre dos miembros del CGV.

Aparte de las manifestaciones que contra el Estatuto de los Trabajadores se han llevado a cabo, con escasa participación, en capitales y localidades vascas, ayer por la tarde en Bilbao se realizó una a nivel de Euskadi en la que participaron algo más de 30.000 personas. Las consignas generalmente repetidas se referían al Gobierno («Suárez, capullo, el paro es hijo tuyo»), a la CEOE («Ferrer, escucha, Euskadi está en la lucha»), a UGT -que no secundaba la huelga- («Dónde están, no se ven, las pancartas de UGT» y «UGT, unidad») y al Estatuto de los Trabajadores («No al despido libre», «No al convenio-marco», «Autonomía laboral» y «Marco autónomo de relaciones laborales»).

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