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El agravamiento de la crisis

Fitch rebaja la nota de solvencia de España en dos escalones

La agencia justifica el recorte en las débiles previsiones de crecimiento y las dudas sobre la reducción del déficit por el desfase en las comunidades. -La decisión no impide a la prima de riesgo bajar de los 300 puntos básicos por primera vez desde agosto

La agencia Fitch ha rebajado la calificación de España en dos escalones, desde AA+ a AA-, y la ha dejado con perspectiva negativa, lo que no permite descartar nuevos recortes en un futuro. Los argumentos que da la sociedad de medición de riesgos para sacar la tijera son, en primer lugar, la intensificación de la crisis del euro y, en un efecto derivado del recrudecimiento de las dudas sobre la eurozona, por la rebaja de las perspectivas de crecimiento a medio plazo y los riesgos en la consolidación fiscal que representan los desfases presupuestarios de las comunidades autónomas, que ya rozan el objetivo máximo fijado para todo el año.

No obstante, a diferencia de lo que ocurrió cuando Moody's sacó la tijera contra España el pasado marzo, la decisión no ha tenido impacto en la cotización de la deuda española en el mercado. Aunque habrá que esperar al lunes para confirmar este extremo ya que se ha dado a conocer tras el cierre de las Bolsas en Europa, la prima de riesgo de España, que es el sobreprecio exigido a sus bonos a 10 años frente a los alemanes, de referencia, y que se negocia en un mercado que no para sus operaciones, ha logrado bajar hoy de los 300 puntos básicos por primera vez desde el 1 de septiembre. En concreto, ha bajado más de 8 puntos básicos hasta los 298.

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La relevancia de la calificación de las agencias, aunque han demostrado que no son infalibles, radica en que condiciona las decisiones de los inversores ya que, a una peor nota, más riesgo. Y a más riesgo, exigen una mayor rentabilidad para prestar su dinero, lo que tiene su reflejo en la prima.

El nuevo rating de España, que ha perdido su triple A -la máxima posible, el equivalente a una matrícula de honor- por culpa del desbordamiento de la crisis de deuda del euro, sigue equivaliendo a un nivel alto. Además, la agencia, una de las tres que dominan este negocio de la calificación de los riesgos, añade que la rebaja no implicará recortes en las empresas españolas, lo que es relevante por el impacto que tendría una sucesión de descensos en la nota de los bancos en plena crisis del sector financiero europeo.

La calificación de AA- es la cuarta más alta del ranking de Fitch, aunque la sociedad pasa a ser la más pesimista sobre la solvencia española. Tanto Moody's como Standar & Poor's establecen una nota un peldaño superior para España que la de Fitch.

El Gobierno ha reaccionado al recorte asegurando que, aunque respeta la decisión, le sorprende que no haya tenido en cuenta "el compromiso de los dos principales partidos con la estabilidad presupuestaria plasmado con la reforma de la Constitución", según han destacado fuentes de Economía en declaraciones a Efe.

La sociedad explica que la nueva nota de AA- incluye la previsión de que en caso de un mayor deterioro de la situación de España en los mercados de deuda, donde ha sufrido un repunte en los costes para financiarse por las mayores dudas de los inversores a la periferia del euro, contará con el apoyo de sus socios. "En un caso extremo, el Banco Central Europeo o el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera darían su apoyo para evitar una eventual crisis de liquidez", añade. En este apartado también destaca que España "tiene una economía diversificada y de alto valor añadido y un Gobierno fuerte", ya que ha respondido con una política creíble y agresiva ante el deterioro de la crisis.

Recuperar la confianza de los inversores llevará tiempo"

Junto a las dificultades para cumplir con las metas de reducción del déficit por el lastre de las comunidades, que también han sufrido recientemente una revisión a la baja en sus calificaciones, y la rebaja de sus previsiones de crecimiento a medio plazo, Fitch también recuerda que, tal y como advirtió al poner en revisión la nota de España el pasado marzo, "una solución creíble y exhaustiva a la crisis es política y técnicamente compleja". Junto a ello, la sociedad advierte de que "llevará tiempo conseguirla y recuperar la confianza de los mercados".

Asimismo, la agencia añade que el hecho de que el déficit estructural del Estado siga siendo considerable, así como el alto nivel de deuda pública (aunque no grave) y la fragilidad de la recuperación económica, lo que está lastrando tanto el proceso de consolidación fiscal como el reequilibrio de los desajustes de su modelo económico, "hacen que España sea especialmente vulnerables a las perturbaciones" que llegan desde el exterior. El apartado de amenazas se completa, como no, con la situación del sector financiero. Así, tras recordar que el Estado ya se ha gastado más de 17.000 millones en recapitalizar al sector, advierte de que según sus cálculos se necesitarán otros 30.000 millones de euros para que todas las entidades cumplan con un mínimo de capital del 10%. "Una cifra manejable", asegura.

En caso de que los bancos españoles, lastrados por su exposición al sector inmobiliario, necesiten una cifra "significativamente mayor" para hacer frente al deterioro de sus activos, la nota de España volvería a bajar a A, augura la agencia.

Proceso de ajuste incompleto

"El proceso para reequilibrar la economía española está en el buen camino pero no está completo", además advierte de que los ajustes podrán condicionar a la baja el crecimiento del Producto Interior Bruto del País a corto plazo. Pese al estancamiento de la economía internacional y al incremento de las incertidumbres sobre la eurozona, el Gobierno mantiene en el 1,3% sus previsiones para este año por razones técnicas -no va realizar los presupuestos para el próximo año, que deberán ser asumidos o modificados por el Gobierno que salga de las elecciones del 20 de noviembre-. No obstante, tanto los centros de estudios españoles como los organismos internacionales reducen esta cifra a entre el 0,6% y el 0,8%. Y hay quien, como Goldman Sachs, auguran una recaída en la recesión entre el último tramo de 2011 y los primeros tres trimestres de 2012.

Junto a ello, Fitch advierte de la debilidad estructural del mercado de trabajo español, lo que se refleja en que tiene una tasa de desempleo superior al 20%, muy por encima del resto de sus socios europeos. Sin embargo, añade la sociedad en el comunicado en el que ha dado a conocer su decisión, aunque la recuperación a medio plazo será mediocre, se espera que a más largo plazo (es decir, a partir de 2015) la tasa de creación de empleo sea superior a la media de la zona del euro.

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