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GM buscará con calma un nuevo consejero delegado

La empresa se da un año para elegir al sustituto del dimitido Henderson

Ed Whitacre no es un hombre de medias tintas. Y mucho menos tolerará que se vaya a dos velocidades. Por este motivo, el presidente del consejo de administración de General Motors, con el respaldo del resto de los miembros, decidió de forma abrupta prescindir de los servicios de Fritz Henderson y ponerse temporalmente su casco de consejero delegado. Whitacre advirtió ayer a los empleados que no tendrá prisa por buscar un nuevo jefe y que el proceso pude durar un año, aunque puede cerrarse antes si se da con el candidato apropiado.

Whitacre demostró su tenacidad cuando estuvo al frente del operador de telecomunicaciones AT&T. El cambio de mando coincide con la revisión de lo hecho durante los 100 días de vida de la nueva GM, desde que emergiera de la suspensión de pagos. Y aunque la renovación del viejo dinosaurio está en marcha, revela que los progresos no están a la altura de lo que esperaba el nuevo consejo del grupo.

Whitacre está ansioso por dar más celeridad y vigor al proceso de reestructuración a la vista de los avances de su rival Ford Motor, lo que abre la vía a cambios aún más radicales.

Robert Lutz, vicepresidente de GM, se declaró ayer sorprendido por la decisión del consejo. Como todo el equipo de gestión, no esperaba el desenlace tan pronto. Sin embargo, en el sector del automóvil opinan que debía suceder, porque Fritz Henderson -con 25 años en la empresa- pertenece a la vieja guardia de Detroit.

Su mentor fue, de hecho, el controvertido Rick Wagoner, que se vio forzado a dejar el puesto de consejero delegado en marzo para que la Casa Blanca inyectara nuevas ayudas. La Administración de Barack Obama quería una nueva dirección y Fritz Herderson prometió entonces un cambio de cultura y estilo en GM. Washington insiste en que no influyó en su dimisión.

El problema es que su repentina salida revela que existe una clara disfunción entre los gestores de GM y el consejo. Y por si no fuera suficiente, Whitacre no es una persona del sector. Por ello, hay quien augura que la búsqueda no será tan lenta y que durará entre uno y tres meses.

Whitacre -el hombre de confianza de Barack Obama- debe tener la casa en orden antes de que GM, controlada por el Gobierno de EE UU, vuelva a cotizar en Wall Street, quizás para mediados de 2010.

Por otro lado, las autoridades alemanas dijeron ayer que GM aspira a conseguir 2.700 millones en ayudas estatales para sanear su filial europea, Opel, informa Efe.

Respecto al fabricante sueco Saab, propiedad de GM, la firma holandesa de superdeportivos Spyker mostró ayer interés en adquirlo. Este nuevo candidato surge tras la ruptura de las negociaciones entre GM y Koenigsegg, primer interesado en Saab.

Ed Whitacre, presidente de General Motors.
Ed Whitacre, presidente de General Motors.AFP

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