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Primarias en la CEOE

"Gerardo, esto no puede seguir así"

La patronal abre el relevo de Díaz Ferrán, vencido tras la reforma laboral y el 29-S - Rosell, Herrero y Banegas admiten su interés por liderar a los empresarios

"Gerardo, esto ya no puede seguir así. Todos los vicepresidentes pensamos lo mismo, te lo digan o no. Es mejor que convoques elecciones a que te las convoquen". Este es uno de los últimos mensajes -el enésimo- que uno de sus compañeros de patronal le hizo llegar al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, en el Santiago Bernabéu el domingo pasado. Al día siguiente, el patrón claudicó y anunció a la asamblea de vicepresidentes que convocaría elecciones. Que lo dejaba. Que se iba tras meses enrocado en su cargo, mientras su imperio turístico se desmoronaba. Acabado el café, comenzó el ruido de sables: una suerte de elecciones primarias soterradas.

Porque habrá comicios en la CEOE entre finales o, como todo apunta, mejor a primeros de año. Los empresarios desean evitar que concurra más de un candidato. Así que esta semana, tras el paso de Díaz Ferrán, "todos se han puesto a hablar con todos", describe uno de los vicepresidentes, para pulsar el terreno y constatar "quién podría suscitar más apoyos".

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Alrededor de presidenciables casi históricos -el andaluz Santiago Herrero y el catalán Joan Rosell- ha crecido una constelación de nombres, aunque su capacidad de recabar apoyos mayoritarios no parece asegurada. Las entidades de mayor peso en votos en la CEOE son claves en ese pacto, empezando por la organización de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme (83), y siguiendo con la madrileña CEIM y la catalana Fomento del Trabajo (45), o las sectoriales de la construcción y el metal. Un total de 230 organizaciones y de 840 votos se debaten en esta batalla de tirantes y camisas con gemelos, en la que el voto es secreto, individual y no permite delegación.

Presentarse parece fácil: solo hace falta el apoyo de 20 de los más de 800 vocales y de, al menos, cuatro entidades. Es lo que marcan los estatutos, pero las normas tácitas de la casa complican la cosa: si sale tu nombre antes de tiempo, te quemas. Si no logras el de tres de las grandes, lo tienes mal. Si te llevas muy mal con algunos de los dos grandes partidos, pierdes. Y en este juego, como la política, los enemigos son seguros, y los amigos, inciertos.

Las organizaciones confiesan bullir en reuniones y llamadas buscando pactos. Los interesados estudian sus posibilidades para decidir si dan un paso al frente. Porque, esta vez, el presidente que sale no designó a su sucesor. Díaz Ferrán, aunque ha recibido el aplauso unánime por su gestión en la patronal, no está ya considerado la mejor tarjeta de presentación del empresariado.

"Díaz Ferrán se dio cuenta de que la situación no era sostenible, la de las elecciones es una decisión positiva y generosa que debería haber tomado antes, pero ha sido un buen presidente de la CEOE. Como empresario, ha tenido mala suerte". Lo dice Arturo Fernández, dueño del grupo empresarial de restauración Arturo, y presidente de la Confederación Empresarial Madrileña (CEIM). Y concuñado de Ferrán.

La caída del empresario se ha sucedido en un año. Tras la quiebra de Air Comet y del grupo de agencias de Viajes Marsans, además de Seguros Mercurio, a Díaz Ferrán le aguardan proveedores y algún pleito.

El Ministerio de Fomento acusó al empresario y a su socio, Gonzalo Pascual (vicepresidente de la CEOE hasta este verano) de no haber aceptado un cierre ordenado de la compañía aérea. Un juez de Madrid, además, ordenó en verano el embargo preventivo de bienes por 37,5 millones de euros a Díaz Ferrán, a Pascual, y a otros directivos, para responder a "posibles responsabilidades" por el concurso de acreedores de la aerolínea.

En junio, traspasó sus agencias de viajes (Viajes Marsans, Crisol, Tiempo Libre y Rural Tours), ya en bancarrota técnica y con una deuda de 600 millones, a un especialista en quiebras, Ángel de Cabo, que ha despedido a la plantilla, unas 1.500 personas. Los administradores concursales tutelan el proceso de insolvencia.

"Él creyó que ahí ya se había salvado, que ya había solventado sus problemas, pero para nada", dice uno de la veintena de vicepresidentes de la CEOE.

Este verano, además del embargo, Trabajo apreció posibles conductas ilícitas en "la dirección del Grupo Marsans" contra sus trabajadores y la Seguridad Social e informó a la fiscalía.

Nadie tosía a Díaz Ferrán en las asambleas. ¿Por qué? "Todos los vicepresidentes estaban de acuerdo respecto al futuro de Díaz Ferrán, pero había que dejar pasar la reforma laboral y la huelga general", explican fuentes del empresariado valenciano. "Tuvimos pudor institucional, no queríamos montar un número, sino que él mismo se diese cuenta", apunta, por su parte, uno de los vicepresidentes que forman parte de la asamblea. La asamblea de la CEOE tenía una decisión tomada respecto a su patrón este verano y, pasado el paro general del 29-S, la ejecutó.

A Jesús Banegas, vicepresidente de la organización y presidente de la patronal de la electrónica AETIC, se le atribuye, junto a otros vicepresidentes, la presión final para que Ferrán claudicase. Banegas no confirma este extremo y se limita a señalar que "existía un consenso muy amplio entre los vicepresidentes sobre la solución al problema y quizás discrepancias sobre el cuándo y el cómo".

Ferrán comunicará a la junta su decisión de convocar elecciones en la próxima reunión del 20 de octubre, aunque no ha dejado clara la fecha. Según los estatutos, no pueden celebrarse hasta 20 días después de convocarlas y el candidato puede presentarse incluso hasta siete días antes de la cita electoral. El fundador de Marsans ha dejado abierta la puerta a optar de nuevo al cargo. Ninguna de las fuentes consultadas para el reportaje cree que lo haga.

"Queremos un hombre de empresa como presidente, no un ejecutivo, un hombre que pague nóminas. Ha pasado la época de los técnicos. Han salido muchos nombres y algunos sólidos", apunta Arturo Fernández. La madrileña CEIM es una de las entidades clave en el proceso, con 45 votos.

En el entorno de la organización madrileña se ve con buenos ojos la posibilidad de pactar con el catalán Joan Rosell, presidente de la también decisiva por número de votos (45) Fomento del Trabajo. Pero también ve sólido al ex presidente de Endesa Manuel Pizarro, cuya relación con Rosell es fluida, pero que no contaría con el apoyo de Fomento. El presidente de la CEIM no se cansa de repetir que su gente "aún no ha elegido candidato", pero también insiste en que va a ser decisiva, e incluso tiene su propio eslogan para la ocasión: "Todo con Madrid y nada sin Madrid".

El nombre de Pizarro extraña en partes de la CEOE. "¿Pizarro? Hay quien le quiere, pero no saldrá adelante, tiene que salir de la casa, de las grandes territoriales seguramente", cree el presidente de una patronal.

Los nombres corren como la pólvora por la cúpula de la patronal, no se sabe bien si con la intención de empujarles al cargo o de quemarles. "Esto se va a pactar entre las grandes asociaciones, nadie puede salir elegido con más de una de ellas en contra", agrega la misma fuente.

Los dos eternos candidatos, Rosell y Herrero, se esperan a ver cómo reacciona Díaz Ferrán. Este podría decidir dimitir, está también en su derecho a volver a presentarse a la presidencia o puede intentar que todos los vicepresidentes consensúen el candidato para evitar un escenario de dos, tres o más aspirantes.

También Jesús Banegas, al frente de AETIC, explora sus posibilidades, como todos, antes de decidir si pugna por el puesto: "Anunciaré si me presento después de que el presidente comunique la convocatoria de elecciones", se limita a señalar.

Cepyme, la patronal de pequeñas y medianas empresas presidida por Jesús María Terciado, que relevó a un Jesús Bárcenas crítico con Ferrán con el apoyo de este, también tiene mucho que decir. Su influjo es importante sobre Díaz Ferrán. A Terciado, y también a Joan Gaspart, al que Díaz Ferrán colocó como vicepresidente y sustituto de su ex socio Gonzalo Pascual en el Consejo de Turismo, se les atribuye el empujón final al actual patrón de la CEOE para que convocara elecciones.

Otros nombres en liza son el de Pilar González de Frutos (Unespa) o Pedro Barato (Asaja). Hay quien nombra también al secretario general de la organización, José María Lacasa. En el fondo, comentan fuentes de Confemetal, está en juego la CEOE que quieren los empresarios y el debate sobre si se requiere un gestor -el modelo Cuevas- o un empresario -modelo Díaz Ferrán-. O quién sabe si un presidente que sea representativo acompañado de un supersecretario general.

Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, y José María Lacasa, secretario general, durante una asamblea de la organización.
Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, y José María Lacasa, secretario general, durante una asamblea de la organización.P. MORENO

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