_
_
_
_
_
Reforma fiscal

El Gobierno aumentará también los impuestos sobre el consumo

Zapatero no aclara si subirá el IVA o los especiales - Hacienda espera que al menos un tercio de la mayor recaudación no implique subidas fiscales

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero abrió ayer la puerta a un aumento de los impuestos indirectos (es decir, los que gravan el consumo, como el IVA y los impuestos especiales sobre la gasolina, el alcohol y tabaco) dentro del paquete de medidas destinadas a recaudar unos 15.000 millones de euros con los que hacer frente al creciente déficit. Lo hizo durante la conferencia de prensa con la que concluyó la cumbre bilateral hispano-italiana en la isla de La Magdalena, en Cerdeña.

Aunque no quiso detallar el incremento fiscal, con el argumento de que será objeto de negociación con los grupos parlamentarios en la próxima ley de presupuestos, citó el aumento de la "imposición indirecta" junto a otras medidas ya anunciadas, como la eliminación de la deducción extraordinaria de los 400 euros y la elevación de los tipos sobre rentas del capital y plusvalías. Insistió en que se tratará de medidas de carácter limitado y "temporal la mayoría de las veces", que suponen en muchos casos la reversión de decisiones adoptadas por su propio Gobierno.

Crecen las dudas sobre qué parte de los 15.000 millones serán tributos
Cada punto de IVA permitiría recaudar unos 3.000 millones extra

Zapatero subrayó que la presión fiscal ha bajado en 20.000 millones bajo su mandato, situándose en el 32,6% del PIB, y pidió "un pequeño esfuerzo" a los ciudadanos para "mantener el nivel de protección social". Ese pequeño esfuerzo, no obstante, supondrá una de las mayores, si no la mayor, subida de impuestos de la democracia.

No obstante, todavía no está clara cuál será la subida de impuestos, ni siquiera en el seno del propio Gobierno. De hecho, un día después de que Zapatero anunciara en el Congreso que el Estado pretende recaudar unos 15.000 millones extra en 2010, crecen las dudas sobre qué parte de esa cifra responderá a subidas de impuestos propiamente dichas.

El aviso del presidente

"Los ajustes fiscales (...) globalmente representarán (...) una subida de la presión fiscal que quedará por debajo del 1,5% del PIB", había asegurado el miércoles. Políticos, agentes sociales y medios de comunicación interpretaron de forma casi unánime esta frase como un aviso de que el Gobierno elevaría los impuestos en unos 15.000 millones.

Un día más tarde no sólo no se ha aclarado qué impuestos van a aumentar y en qué cuantía, sino que tampoco está claro que ésa sea la cantidad procedente de subidas de impuestos. Fuentes próximas al Gobierno indican que, en puridad, más de un tercio de esos 15.000 millones no responderán a nuevos cambios en la tarifa de ningún impuesto, sino a medidas ya adoptadas, especialmente por el ahorro de devoluciones fiscales que Hacienda ha adelantado este año y a las que no tendrá que hacer frente en 2010. Se trata, por tanto, de una mejora de ingresos que no implica subida fiscal. El ministerio ha destinado hasta julio casi 3.000 millones a las empresas que han solicitado la devolución de IVA mensual, un dinero que antes de este año se reembolsaba en el ejercicio siguiente. De ese modo, Hacienda cuenta con disponer de 5.000 o 6.000 millones más en 2010, que estarían incluidos en los 15.000 sugeridos por Zapatero.

Otra parte de los recursos provendrá de alzas de impuestos ya aprobadas: la de hidrocarburos y la del tabaco. Puesto que su impacto anual es de unos 2.300 millones y se aprobaron en junio, la subida ya aprobada -indepen-dientemente de que haya más-, implicaría recaudar unos 1.000 millones extra en 2010.

Los portavoces de Economía declinaron ayer confirmar que estos 6.000 millones de recaudación extra están incluidos en los 15.000 que sugirió Zapatero, pero fuentes cercanas al Ejecutivo así lo indican. Eso supondría que el verdadero impacto de las nuevas subidas de impuestos sería muy inferior al que el presidente dio a entender y que no desmintió ni cuando el líder de la oposición, Mariano Rajoy, le puso la cifra de 15.000 millones delante ni cuando los medios la interpretaron en ese sentido.

Otras fuentes señalan que, en realidad, el Gobierno aún no sabe lo que va a hacer con los impuestos, más allá de la eliminación de la deducción universal de 400 euros (que permitiría recaudar algo más de 4.000 millones extra) y de la subida a las rentas de capital (que algunas estimaciones cercanas al Gobierno cifran en 1.000 millones).

En particular, no hay decisión sobre el IVA, según dichas fuentes. Tanto miembros del PSOE como buena parte de los expertos están presionando para que la partida final que permita cuadrar las cuentas provenga del IVA. España, con un tipo general del 16%, está por debajo de la media de la UE, que roza el 20%. Elevar dos puntos esta figura fiscal incrementaría la recaudación en unos 6.000 millones al año, según los expertos. Pero aunque los cálculos se están haciendo, Hacienda es reacia a adoptar una medida de este tipo en un momento en que el consumo se desploma y teme que el efecto sea el contrario: una caída de la recaudación al desincentivar el gasto de las familias y un aumento de la inflación, como ocurrió en los noventa.

El profesor de la Universidad estadounidense de Duke Juan Rubio-Ramírez considera inevitable que el Gobierno aumente el IVA si quiere tapar el agujero de 100.000 millones de las finanzas públicas. "La base impositiva de los otros especiales, sin contar la gasolina, es bastante pequeña. La regla era que un aumento de un punto del IVA aportaba 3.000 o 4.000 millones adicionales. Pero eso era antes de la crisis. Ahora, la recaudación del IVA se ha hundido y mucho me temo que eso se debe a que el fraude ha aumentado muchísimo", explica. "Si se sube el IVA, los incentivos a defraudar serán aún mayores y puede que no lleguemos ni a esos soñados 3.000 millones por cada punto adicional", concluye.

Por otra parte, la política fiscal del Gobierno recibió ayer un golpe del prestigioso semanario británico The Economist. La revista considera que José Luis Rodríguez Zapatero ha dado un giro de 180 grados en su política económica y ha pasado de "gastar, gastar, gastar" a "impuestos, impuestos, impuestos". En su último número, el semanario señala que Zapatero "muestra poca predisposición para el recorte de gastos a largo plazo", y que "parece que está almacenando problemas para el futuro". "No parece que en la economía española vaya a haber un respiro pronto", concluye The Economist.

En este punto está de acuerdo el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Angel Gurría considera que ningún país puede salir de la crisis únicamente mediante subidas de impuestos o sólo mediante la reducción del gasto público. Gurría, en unas declaraciones a la cadena de radio Onda Cero, afirmó que a pesar de que España está haciendo lo mismo que otros países tardará un poco más en recuperarse.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_