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El Gobierno francés quiere subir el IVA para bajar las cotizaciones sociales

La patronal MEDEF augura un alza del impuesto del 19,6% al 22% y un recorte de 3,5 puntos en lo que pagan las empresas por sus trabajadores

El ministro francés de Trabajo, Xavier Bertrand, ha revelado hoy que su Gobierno pondrá en marcha dentro de las reformas anunciadas para superar la crisis lo que se conoce como el IVA social, que consiste en subir el tipo del impuesto sobre el valor añadido (IVA) que grava las importaciones de países con bajos costes de producción y reducir paralelamente las cotizaciones sociales.

Bertrand, en una entrevista a la cadena de televisión France 2, ha confirmado la aplicación del IVA social "por interés del país, por interés del empleo". A favor de la medida ha argumentado "hay demasiadas cargas sobre el trabajo" y "hay que disminuirlas". Así, ha recordado que por cada 100 euros de salario bruto que paga una empresa, las cotizaciones en Alemania representan 39 euros, mientras que en Francia la cifra sube hasta 50, lo que plantea problemas de competitividad.

La idea del IVA social fue uno de los puntos del discurso de Nochevieja del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en un mensaje considerado sobre todo en clave de las elecciones presidenciales de la próxima primavera, en las que volverá a ser candidato para repetir como jefe del Estado. El principio del IVA social, también llamado IVA antideslocalización, consistiría en reducir las cotizaciones de trabajadores y empresas para transferirlos al IVA, que se aumentaría en varios puntos.

La patronal MEDEF plantea una subida del tipo del IVA del 19,6% actual al 22%. Paralelamente, las cotizaciones que pagan las empresas deberían bajar 3,5 puntos y las que van a cuenta de los trabajadores 1,5 puntos. Sin embargo, Sarkozy rechaza tocar el IVA por la impopularidad de la medida con vistas a las elecciones de este año.

Tanto la oposición socialista como el ultraderechista Frente Nacional se oponen al mecanismo del "IVA social" porque consideran que sería el consumidor el que acabaría pagando la reducción de las cotizaciones de las que se beneficiarían sobre todo las empresas.

La cuestión será una de las estrellas de la "cumbre sobre el empleo" del próximo 18 de enero en que el Gobierno francés ha convocado a patronal y sindicatos, que en términos generales se han mostrado muy críticos.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, durante una conferencia de prensa en Bruselas.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, durante una conferencia de prensa en Bruselas.REUTERS

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