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Grecia estudia un referéndum para sacar adelante los nuevos recortes

Grecia intenta sacar adelante su nuevo y draconiano plan de ajuste en medio de protestas sociales, con el rechazo de la oposición y bajo la lupa de sus últimos y grandes prestamistas (Fondo Monetario Internacional y Unión Europea), que ayer desembarcaron en Atenas. El mismo día, unas 7.000 personas se concentraron en la capital tras la convocatoria de los "indignados" en Facebook. La presión crece y el Ejecutivo helénico estudia la posibilidad de convocar un referéndum para sacar adelante su plan de austeridad, según publicó ayer la prensa griega.

"Según las fuentes, [el primer ministro] Yorgos Papandreu, tras ver que un consenso con el líder del principal partido de la oposición no es posible, así como las fuertes objeciones a las nuevas medidas en el seno del Pasok", el partido gobernante, "ha decidido poner sobre la mesa la posibilidad de un referéndum", informa Kathimerini.

Según Ta Nea, el Gobierno baraja el referéndum si la UE y el FMI acceden a prestar más dinero: "El Gobierno está principalmente considerando la posibilidad de un referéndum para aprobar un nuevo memorando, siempre y cuando la troika (UE, FMI y BCE) acceda al nuevo fondo de 60.000 millones de euros, con el fin de afrontar la prevista falta de acceso a los mercados en 2012", señala el diario.

Los inspectores del FMI y la UE se reunieron ayer con el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu, para revisar el programa de privatizaciones y reestructuración, con el que se pretende recaudar 50.000 millones hasta 2015, y reducir en 20 puntos la deuda, del 153% del PIB.

"Austeridad o dracma"

La comisaria europea de Pesca, la socialista griega María Damanaki, advierte que "el escenario de que Grecia salga de la zona del euro está sobre la mesa". "El mayor logro de la Grecia de la posguerra, el euro y el rumbo europeo, se encuentra en peligro", alertó. Y añadió que o se aplica "un programa de profundos sacrificios que tengan resultados o volveremos al dracma".

Toda ayuda financiera está supeditada a duros recortes. El Parlamento finlandés aprobó ayer, tras múltiples recelos, su participación en el rescate de Portugal, con 137 votos a favor y 49 en contra. Otro vecino del sur de Europa, Italia, prepara un ajuste presupuestario de 40.000 millones que será aprobado antes de julio, según Il Sole 24 Ore y La Stampa.

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