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La crisis del euro

Grecia vota el ajuste entre huelgas y deserciones en el partido del Gobierno

Los griegos pagarán este año 2.300 millones de euros más en impuestos - El banco central heleno dice que el país ha agotado ya todos los plazos

María Antonia Sánchez-Vallejo

La que hoy comienza será una semana crítica para la economía y el Gobierno griegos. El miércoles, con el ambiente caldeado desde la víspera por una huelga general de 48 horas y las movilizaciones de los indignados, el Parlamento votará el nuevo plan de ajuste para 2012-2015; el jueves, un paquete de medidas fiscales adicionales, que entrarán en vigor inmediatamente, sobre la declaración de la renta de 2010. La mayoría absoluta de que goza el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok, en el Gobierno) en la Cámara solo garantiza, en el mejor de los casos, la aprobación por la mínima, pues a medida que pasan las horas nuevas deserciones en sus filas arrojan más incertidumbre sobre el resultado final de las votaciones: dos nuevos diputados socialistas anunciaron este fin de semana que se opondrán, y un tercero podría sumárseles en breve, lo que dejaría al Pasok con 153 (o 152) diputados de un total de 300.

El IVA de los restaurantes y de los bares subirá del 13% al 23%
La privatización de la eléctrica estatal ha desencadenado paros por sorpresa
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El programa de ajuste para los próximos cuatro años -el segundo que el Gobierno griego presenta desde mayo de 2010- prevé ingresos fiscales por 28.400 millones de euros, y otros 50.000 millones más por la privatización de empresas del Estado y el drástico recorte del funcionariado, con la desaparición de alrededor de 150.000 empleos de los 700.000 existentes. Además de las regulaciones de plantilla en el caso de las empresas que sean privatizadas, el resto corresponderá a la desaparición del puesto de trabajo por jubilaciones o extinción de contrataciones temporales; de cada diez funcionarios que perderán su empleo, solo uno será sustituido este año (uno de cada cinco, entre 2012 y 2015). La prevista privatización en 2012 de DEI, la eléctrica estatal, ha desencadenado esta semana una serie de paros salvajes que aún continúan.

Con respecto a las medidas fiscales, los griegos pagarán este año 2.300 millones más en impuestos (en 2012 el mazazo será mayor, con un incremento de 3.380 millones). Las principales modificaciones acordadas el viernes por el Gobierno son el aumento del impuesto especial del gasóleo para calefacción, la equiparación de esta tasa con la del gasóleo de locomoción para las empresas; la imposición de un "impuesto solidario", proporcional según tramo de ingresos, de entre el 1% y el 5%, y la reducción del mínimo exento de 12.000 a 8.000 euros. También aumentará el IVA en restaurantes y bares, del 13% al 23%.

En una nueva muestra del desconcierto en que parece estar sumido el Gobierno, el ministro de Finanzas, Evánguelos Venizelos, ha dado marcha atrás en una de las medidas fiscales que más sorpresa causaron al ser aprobada en 2010: la presentación de facturas para desgravar, en un intento inédito de poner coto a la evasión fiscal. Ahora, Venizelos ha debido, por la presión de su partido, posponer el tope de 300 euros de devolución por contribuyente, que figuraba en el proyecto inicial del nuevo programa de austeridad.

Si el plan de ajuste no pasa el trámite parlamentario, y el quinto tramo (12.000 millones de ayuda) del rescate acordado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en mayo de 2010 no se materializa, Grecia dará un paso decidido hacia la quiebra. Por eso Venizelos, que el jueves se vio obligado por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a modificar al alza las nuevas recetas fiscales, se ha pasado todo el fin de semana convenciendo a sus diputados "uno por uno".

"Las medidas que ha adoptado el Gobierno son severas y en muchos sentidos injustas, pero creo que al final se impondrá la responsabilidad", dijo el sábado al canal de televisión Alter. El titular de Justicia, Miltiadis Papaioanu, se sumó a los esfuerzos de su colega e instó a los diputados a aprobar a pies juntillas los planes: "[Los parlamentarios del Pasok] deben hacer oídos sordos a todas las críticas que oyen y cumplir con su obligación", aseguró en declaraciones a la cadena televisiva Mega. Como coadyuvante, sonó también la voz de alarma de Yorgos Probópulos, gobernador del Banco de Grecia: "No tenemos más tiempo. A Grecia se le han acabado todos los plazos", dijo en declaraciones al diario conservador Kathimeriní.

Pero los rebeldes del Pasok lo tienen muy claro. "Están cerrando tiendas un día tras otro, ¿y pretenden que encima votemos más medidas anticrecimiento?", argumentó Tomás Robópulos, diputado por Salónica, uno de los pocos empresarios que se sientan en la Cámara. Ninguno de los parlamentarios que se han descolgado a última hora del Pasok devolverá su acta, por lo que no podrán ser sustituidos por suplentes.

El partido que se juega esta semana enfrenta pues a dos jugadores muy desiguales: el Gobierno (y el debilitado Pasok) frente al resto de Grecia, es decir, la ciudadanía, la opinión pública, los sindicatos y el movimiento de los indignados, que goza del "apoyo moral" del 67,9% de los griegos, según la encuesta del departamento de Estadística de la Facultad de Economía de la Universidad de Atenas, hecha pública el viernes. La oposición también ha reiterado su oposición en bloque a las nuevas medidas de austeridad, aunque queda una puerta entreabierta, la de Alianza Democrática (5 diputados), el pequeño partido de Dora Bakoyanis escindido en 2009 de Nueva Democracia (centro-derecha, principal fuerza de la oposición). Cinco hipotéticos votos que podrían ser una pequeña propina para el Gobierno, pero que no resolverán ninguno de sus males.

Miles de personas protestan ante el Parlamento griego en Atenas, la pasada semana, contra las medidas de ajuste del Gobierno.
Miles de personas protestan ante el Parlamento griego en Atenas, la pasada semana, contra las medidas de ajuste del Gobierno.AFP

Los puntos clave del plan de austeridad

- El Gobierno someterá a votación un duro programa de ajuste que se basa en el aumento de la presión fiscal y en las privatizaciones. El Estado prevé ingresar algo más de 78.000 millones hasta 2015.

- Subida de impuestos. Los impuestos aumentarán este año en 2.300 millones; en 2012, en 3.380 millones; en 2013, 152, y 699 en 2014.

- Tasa solidaria. El Estado prevé recaudar 1.300 millones gracias a la denominada "tasa solidaria", que gravará proporcionalmente los ingresos,con tasas entre el 1% y el 5%. El mínimo exento de contribución baja de 12.000 a 8.000 euros.

- Aumento del IVA. Los bares y restaurantes incrementarán el IVA del 13% al 23%, con carácter inmediato. También suben los impuestos sobre bienes suntuarios.

- Privatizaciones. El Estado prevé ingresar 50.000 millones de euros hasta 2015 por la venta de empresas públicas. Entre ellas figuran el monopolio de juegos de azar, la caja postal y los operadores de los puertos de El Pireo y Salónica.

- Recortes en el sector público. Están previstos recortes por 770 millones en 2011; 600 en 2012, 448 en 2013, 300 en 2014 y 71 en 2015, mediante la disminución de funcionarios, por jubilación o extinciones de contratos temporales.

- Menos beneficios. 5.000 millones menos en beneficios sociales y aumento de las contribuciones a la seguridad social para atajar trabajos informales y sin declarar.

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