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Celso García rechaza la venta a Hachuel de los inmuebles de la cadena comercial

Celso García ha rechazado la oferta presentada por Jacques Hachuel para la compra de los edificios de la cadena de grandes almacenes. El fundador de la empresa que lleva su nombre vendió hace dos años a H. Capital -holding de inversiones de Hachuel- el negocio de sus tiendas, excluyendo de la transmisión patrimonial la propiedad de los inmuebles, que desde entonces son utilizados por la cadena de grandes almacenes en régimen de alquiler.

El proceso de reflotamiento que H.Capital emprendió en Celso García S A se ha visto bruscamente frenado ante la imposibilidad de contar con un patrimonio inmobiliario que garantizase la viabilidad del negocio y su revalorización en los mercados de valores. De hecho, los anuncios sistemáticos de los nuevos gestores de la cadena, quienes aseguraban la inmediata salida a bolsa de un 30% del capital de Celso García S A han quedado en agua de borrajas.Por otra parte, los planes de expansión de la cadena fueron truncados a raíz de la fallida adquisición de los almacenes Lemon, en Castellón. Con Lemon (acrónimo de Leopoldo Monfort), H.Capital repitió la experiencia de Celso García; esto es, compró el negocio, pero no el edificio. La salvedad es que en el caso de la empresa levantina, el equipo directivo de Jacques Hachuel rectificó a tiempo y suspendió la operación. Algo parecido es lo que ahora, tras dos años de gestión, pretende hacer H.Capital con Celso García S A. Por lo pronto, el banco de inversiones Salomon Brothers cuenta ya con el encargo preceptivo para la búsqueda de compradores.

Tras la transmisión del negocio comercial, fijada en 1.500 millones de pesetas, Celso García agrupó los edificios en una empresa inmobiliaria, estableciendo con los nuevos propietarios de la cadena de almacenes un contrato de arrendamiento a 20 años. El pasado verano, H.Capital consiguió llegar a un acuerdo con Celso García, en virtud del cual adquirió las dos plantas que la cadena ocupa en el número 83 del Paseo de la Castellana, dentro de una operación que fue interpretada como el punto de partida para la compra del resto de edificios que Celso García posee en Madrid. Sin embargo, y pese a los intentos de H. Capital, el fundador de la empresa considera que el emplazamiento actual de las tiendas es inmejorable, por lo que, a su entender, no tiene ningún sentido la venta de los demás inmuebles, que aparecen ubicados en distintos lugares céntricos de la capital como Serrano, Sol, Concha Espina o Alberto Aguilera. Por otra parte, fuentes cercanas a las negociaciones llevadas a cabo entre Celso García y Jacques Hachuel insisten en que la transmisión del negocio no incluía ninguna opción de compra favorable a H.Capital sobre los inmuebles.

En estas condiciones, el principal activo que presenta Celso García S A con vistas a su pretendida enajenación no es otro que la licencia municipal para la explotación de centros comerciales en Madrid. Así y todo, el cuaderno de ventas elaborado por Salomon Brothers establece un precio inicial de 8.000 millones de pesetas, que ha despertado gran escepticismo dentro del sector, dada la convicción de que la viabilidad futura del negocio en Celso García pasa también por una reestructuración interna que garantice el dimensionamiento de la compañía.

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