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La unión de dos grandes aerolíneas

Iberia y British Airways se fusionan

Los socios de la española tendrán el 45% de la nueva firma, con sede financiera en Londres y social en Madrid - Vázquez será el presidente y Walsh, consejero delegado

Un avión de Iberia y otro de British Airways, en la T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid).
Un avión de Iberia y otro de British Airways, en la T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid).SAMUEL SÁNCHEZ

Por fin, boda. Los consejos de administración de Iberia y British Airways se reunieron ayer de forma extraordinaria para aprobar el acuerdo de fusión de ambas compañías, que formarán la quinta mayor aerolínea mundial por ingresos con unos 15.000 millones y la tercera de Europa, tras Air France-KLM y Lufthansa. Será la primera europea en flota y la segunda en pasajeros. Han sido 16 meses de negociaciones, con cambio de presidente en la compañía española de por medio.

Antonio Vázquez, máximo responsable de Iberia desde julio pasado, al que Caja Madrid, el primer accionista, encargó acelerar las conversaciones para la unión, será el presidente no ejecutivo del holding resultante, que tendrá su sede financiera y operativa en Londres, donde estarán localizadas las principales funciones de dirección. La sede social, legal y fiscal estará en Madrid, donde se celebrarán la mayoría de consejos y todas las juntas de accionistas. El consejero delegado de British Airways, Willie Walsh, mantendrá ese cargo en la nueva compañía. Ambas mantendrán sus marcas; tendrán igual número de miembros en el consejo de administración del holding (siete cada uno) y en el equipo gestor (tres cada uno).

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Se mantienen consejos de administración de nueve miembros en cada compañía, en el que estarán los consejeros delegados de cada una y el director financiero. Deberán adoptar por mayoría cualificada (siete votos) las decisiones sobre las cauciones impuestas para los primeros cinco años (la fusión se votará como muy tarde en noviembre de 2010 y se cerrará un mes después). Esas salvaguardas incluyen que cada una mantendrá sus propias licencias, certificados, códigos y marcas; que los slots y los destinos se protegerán en beneficio del grupo; la estrategia de red reflejará la importancia de los hubs de Madrid y Londres, con un desarrollo equilibrado de rutas desde ambos, y que las relaciones laborales se gestionarán localmente. Para proteger los derechos de vuelo se crearán sociedades tenedoras de los derechos políticos de cada compañía.

Los accionistas de British recibirán una acción de la nueva compañía (llamada de modo provisional TopCo) por cada acción que posean, y los accionistas de Iberia recibirán 1,0205. Con esta ecuación de canje, y tras la amortización del 3% de autocartera de Iberia y antes de cancelación de las actuales participaciones cruzadas entre British e Iberia, los accionistas de la española tendrán un 45% de la nueva y los de British un 55%. En la práctica, el canje supone una prima del 10% para Iberia desde las cotizaciones y el tipo de cambio de ayer. Caja Madrid (que tiene el 23% de Iberia) será el principal accionista de TopCo, con un 11%, que será cerca del 12% con la eliminación de las participaciones cruzadas.

La nueva compañía cotizará en Londres y "si fuera posible" de forma secundaria en la Bolsa de Madrid, en cuyo caso estaría sujeta al régimen español de ofertas públicas de cara al futuro.

El acuerdo establece cauciones sobre el fondo de pensiones de BA, cuyo déficit asciende a 2.966 millones de euros. Se establece que ni Iberia ni TopCo otorgarán garantías "ni utilizarán sus fondos o facilidades crediticias para financiar el fondo de pensiones de British". Iberia se reserva el derecho a romper la fusión sin penalización si no le satisface el acuerdo final entre BA y los administradores de sus fondos de pensiones. Para otros supuestos de ruptura se establece una penalización de 20 millones de euros.

En un contexto de graves dificultades financieras y enormes pérdidas por la crisis, y precisamente por esas circunstancias adversas, las compañías estaban condenadas a entenderse para competir frente a los gigantes Air France-KLM y Lufthansa. Dispondrán de dos bases muy modernas (la T-4 de Barajas y su prima arquitectónica, la T-5 de Heathrow), si bien mientras no se añada una tercera pista en el aeropuerto de Londres sólo Madrid permite un fuerte crecimiento.

Ha sido justamente la crisis, con la caída de la libra esterlina, la que ha acercado las valoraciones de las compañías. Cuando anunciaron la fusión en julio de 2008 British tenía una capitalización en Bolsa casi el doble de la de la española. Al precio de cierre de ayer, cuando las acciones de Iberia se revalorizaron un 11,78% y las de British un 7,5%, la española valía 2.115 millones de euros frente a 2.761 de la británica.

Las compañías prevén que las sinergias alcancen unos 400 millones anuales al final del quinto año de la fusión (si bien tienen que invertir 350 millones para lograrlas). Un tercio de las sinergias vendrán de los ingresos (ventas conjuntas, gestión de red y de ingresos) y dos tercios de los costes (tecnología, flotas, mantenimiento y administración). Unos ahorros que serán cruciales en el remonte de la crisis, en la que ambas aerolíneas han prescindido de miles de empleos (BA redujo la plantilla en 1.450 trabajadores en el segundo trimestre; Iberia, en 1.740) han aparcado aviones y tirado precios. Ayer Iberia anunció una rebaja del 35% en el puente aéreo Madrid-Barcelona.

Entre los retos que afrontan los socios se encuentran las difíciles relaciones laborales y la triple alianza que quieren alcanzar con American Airlines para explotar de manera conjunta los vuelos en el Atlántico Norte, uno de los mercados más atractivos por el alto volumen de viajeros que pagan billetes caros. Los tripulantes de cabina de Iberia tienen convocadas ocho jornadas de huelga antes de Navidad. Vázquez ha convocado a los principales sindicatos (el de pilotos, Sepla; CC OO y UGT) esta mañana para explicar la fusión.

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