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El Ibex-35 cierra el segundo ejercicio consecutivo con pérdidas

La Bolsa española sortea mejor la crisis que las de Milán, Fráncfort o París - Los mercados han castigado sobre todo la prima de riesgo italiana

Llueve sobre mojado. Por segundo año consecutivo, el Ibex 35 registra pérdidas de dos dígitos. La Bolsa española cierra con una caída del 13,11% después de que en 2010 cediera un 17,4%. La diferencia es que el año pasado el Ibex se colocaba como el peor alumno de las grandes Bolsas europeas; y este el selectivo español ha evolucionado mejor que el alemán, que cae un 14,69% en el año, y el francés, que baja un 16,95%. A la cabeza de las pérdidas de los parqués más importantes de Europa, se sitúa Milán, con una caída del 25%.

"Lo positivo del Ibex ha sido que no se ha comportado como un índice de la periferia, como Grecia, Portugal e incluso Italia, lo que se explica por la composición intrínseca del selectivo, en el que más de un 50% de los ingresos de las compañías provienen de fuera de España", explica Daniel Pingarrón, de IG Markets. "El año ha sido especialmente adverso para la banca. Pero a pesar de que un tercio del Ibex es bancario, las dos grandes entidades españolas, BBVA y Santander, han tenido un mejor comportamiento que los bancos franceses o alemanes, con una mayor exposición a la deuda griega", añade.

Los bancos franceses y alemanes han sufrido más
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Las caídas generalizadas se han producido en un año marcado por la crisis griega que no termina y que se saldó con la dimisión del primer ministro, Yorgos Papandreu, en noviembre. El líder griego no fue la única víctima política de los mercados, el primer ministro Silvio Berlusconi también se vio obligado a dimitir. En un ejercicio marcado por el tercer rescate a un país de la zona euro -Portugal-, un furibundo ataque a la deuda soberana y el miedo a la recesión planeando sobre las previsiones económicas. "La crisis financiera ha cambiado las expectativas de cierta recuperación que teníamos hace un año. Cambia radicalmente cuando Europa empieza a mostrar de modo sistemático y permanente que no va ser capaz de resolver bien el problema de la crisis de la deuda soberana. Es el factor determinante en la recaída en la recesión, aunque también influye el sobrecalentamiento chino y brasileño", señala Santiago Carbó, catedrático de la Universidad de Granada

España e Italia han sido dos de los grandes castigados por la presión sobre su deuda soberana. El acoso de los mercados obligó al BCE a realizar una compra masiva de bonos a comienzos de agosto. La prima de riesgo italiana, el diferencial entre el bono a diez años y el alemán, cerró el año en los 527 puntos básicos, frente a los 186 en los que acabó el año pasado. La prima de riesgo española consiguió cerrar en 325 puntos, después de haber rozado los 500 y arrancar el año en 249.

"El efecto más visible del incremento de la prima de riesgo es el encarecimiento de la financiación. Pero el Tesoro, mal que bien, se financia aunque tenga que pagar más. Es más grave para los bancos y las empresas. En el caso de los bancos, tienen además que recapitalizarse y terminan cerrando el grifo para la economía", señala Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros.

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