_
_
_
_
_
La crisis del automóvil

Indignación en Alemania por la decisión de GM de quedarse Opel

La multinacional vuelve a los planes iniciales y anuncia que eliminará 10.000 empleos en Europa - Los sindicatos de las plantas alemanas convocan huelga

La lucha por las subvenciones estatales y la conservación de puestos de trabajo en Opel se presenta encarnizada. Ayer, los sindicatos alemanes anunciaron huelgas de protesta que comenzarán hoy, después de que la compañía estadounidense General Motors (GM) anunciara el martes la cancelación de la venta de Opel a la empresa canadiense Magna, apoyada por el grupo ruso Sberbank. La decisión ha provocado la indignación en Alemania, principal muñidor del acuerdo de venta, que fue celebrado en su día como un éxito por el Gobierno de Angela Merkel.

Cuando el martes por la noche le llegó la noticia de que Opel permanecerá en General Motors, Merkel estaba terminando una histórica visita a Estados Unidos. Según un periodista, el efecto de la noticia sobre la canciller fue "como si le hubiera caído un rayo". El Gobierno y el sindicato alemán IG Metall, que representa a los trabajadores de Opel en Alemania, reaccionaron al unísono con estupefacción. El fracaso de la venta deja en mal lugar los ingentes esfuerzos del anterior Gobierno de la democristiana Merkel para apoyar la venta de Opel a Magna, que le ha supuesto enfrentamientos con sus socios europeos y con Bruselas por las ayudas.

Para Merkel, fue "como si le hubiera caído un rayo", según un testigo
Más información
Obama se distancia
Marcha atrás en Opel
Industria rechaza más recortes para Figueruelas
Putin denuncia que la ruptura del pacto con Magna muestra el "desprecio" de EE UU hacia Europa
Los trabajadores de Opel en Alemania claman contra GM

Alemania había inyectado 1.500 millones de euros para facilitar el acuerdo y había prometido otros 3.000. Ahora se plantea reclamar que le devuelvan lo adelantado. Al nuevo Gobierno, en el que Merkel ha sustituido como socios a los socialdemócratas (SPD) por los liberales (FDP), le tocará bregar con las consecuencias laborales del fracaso.

El negociador de General Motors, John Smith, dijo ayer en una rueda de prensa telefónica que la compañía despedirá a 10.000 de los 50.000 empleados de Opel en Europa, en línea con los planes que Magna había negociado. La incógnita es cuál será el nuevo reparto. En Alemania, sindicatos y Gobierno se temen que afecte en particular a los trabajadores alemanes, que habían salido bien parados en el recién cancelado acuerdo de venta entre GM y Magna. En total, GM quiere reducir los costos de Opel en un 30%. De momento se desconoce cómo afectará el cambio a los trabajadores de la planta de Figueruelas (Zaragoza). En el Reino Unido, la ruptura del acuerdo se recibió con satisfacción.

"A quien le gustara el proyecto de Magna, le gustará el nuestro", dijo Smith. Sin embargo, reconoció que, si bien ambos planes de reestructuración son muy parecidos, "no son idénticos". No quiso entrar en detalles sobre cómo afectarán estas diferencias a la planta zaragozana. Magna había acordado con sindicatos y Gobierno el despido de 900 de los 7.500 empleados de Opel en Figueruelas. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, advirtió ayer que el Gobierno no volverá "a la casilla de salida" en las negociaciones. Durante su rueda de prensa, Smith repitió ayer una y otra vez que "el primer interés de General Motors es salvar la marca Opel". Y aseguró que los directivos de GM se ven capacitados para llevar a cabo la reestructuración.

El liberal Rainer Brüdele, ministro de Economía desde la pasada semana, habló ayer de "comportamiento inaceptable" por parte de GM. Alemania había concedido 1.500 millones de euros en un crédito puente para la salvaguarda de Opel. Ahora, el Ejecutivo no está obligado a pagar el resto de ayudas prometidas a la empresa, porque estaban condicionadas a su venta a Magna. Según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, los planes de GM, aún por concretar, contemplan el cierre de dos plantas de Opel en Alemania, la de Bochum en 2011 y la de Eisenach en 2010. Esta última reabriría en 2013 para fabricar un nuevo modelo de Corsa. Además, GM cerraría la planta de Amberes (Bélgica). Ayer, Smith dijo que "hay opciones interesantes" para la planta de Bochum. La de Amberes sí cerrará, como también preveía hacer Magna.

Smith se mostró ayer dispuesto a devolver al Gobierno alemán el crédito puente "si éste lo demanda". Quedan por devolver 900 millones, según GM. El Gobierno alemán pidió a Opel que ponga las cartas sobre la mesa lo antes posible, para que sea posible negociar la posibilidad de nuevas ayudas. La compañía estadounidense necesitará 3.000 millones de euros para reflotar Opel.

Aunque la cancelación ha sido una sorpresa, ya hubo rumores sobre los posibles planes de GM para conservar Opel en el pasado. El cambio de manos del centro de investigación y desarrollo de Rüsselsheim, que podría haber acabado en control de una automotriz rusa, hubiera perjudicado seriamente a General Motors.

Un trabajador sujeta un cartel en el que dice "No dejen morir a Opel", en las puertas de la factoría de Bochum (Alemania).
Un trabajador sujeta un cartel en el que dice "No dejen morir a Opel", en las puertas de la factoría de Bochum (Alemania).AFP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_