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Pemex sigue la estrategia de Sacyr y financiará con deuda la toma del 5%

La compañía estatal mexicana, que arrastra un endeudamiento de 37.000 millones, toma prestado para pagar el 70% de su inversión en la española

Pemex ha utilizado el mismo modelo que su nuevo socio Sacyr para aumentar su participación en Repsol. La empresa mexicana ha recurrido mayoritariamente a la deuda para financiar la compra de un 5% de la española, adicional al 4,87% que ya controla.

El director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, desveló ayer en rueda de prensa en la capital mexicana que la operación se ha financiado con un 70% de deuda y un 30% con recursos propios. Ayer mismo se cerró la financiación, que tuvo una sobresuscripción del 40%.

El directivo confirmó que la inversión total, ya firmada, rondará los 1.200 millones de euros, aunque el importe final dependerá de una fórmula referenciada al promedio del precio de la acción en dos meses.

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Las acciones de Repsol se revalorizaron ayer un 2,44% y cerraron a 20,56 euros. Desde que se anunció el pacto el pasado día 29, al cierre de la sesión, han subido un 8,10% y un 5% de Repsol vale 1.255 millones a precio de mercado.

El anuncio de Pemex de que no pagará las acciones con fondos propios sino que recurrirá al endeudamiento ha desatado fuertes críticas entre los detractores de la operación, informaron en fuentes cercanas a la misma. Recuerdan que Sacyr también usó ese método cuando adquirió el 20% de Repsol en 2006 mediante un préstamo de 5.175 millones garantizado por el valor de las propias acciones. La caída de la cotización provocó después que la constructora no pudiera garantizar solo con las acciones de Repsol su deuda, de la que aún arrastra un saldo 4.908 millones para una participación con un valor de mercado de 5.020 millones que la constructora tenía contabilizada a cierre de 2010 en más de 7.000 millones.

Pemex tiene también un endeudamiento importante. A finales de 2010, la deuda financiera era de 53.200 millones de dólares (36.700 millones de euros).

El director de la petrolera mexicana rechazó que el pacto de sindicación al que ha llegado con Sacyr entrañe riesgos legales por la oposición que despierta entre los actuales gestores y algunos accionistas. "Nuestra expectativa es estar alineados con todos los accionistas, no es una cosa de un grupo contra los otros. Queremos mantener a Repsol como española. No vemos batallas legales, pues hemos sido muy cuidadosos", apuntó Suárez Coppel, quien estuvo acompañado de José Antonio Meade Kuribeña, secretario (ministro) de Energía del Gobierno del presidente Felipe Calderón, que apoyó la operación.

El director de la petrolera estatal mexicana explicó que tras aumentar la participación al 9,8% tendrán derecho a otro asiento en consejo de Repsol, con lo que sumará dos.

Durante su intervención negó uno por uno todos los argumentos de los detractores de la operación. En primer lugar, apuntó que no han contemplando "ningún cambio en la política de dividendos" y que Pemex no va a aumentar en el futuro su participación accionarial.

Refutó también la acusación de que el pacto sirva para tomar el control de la empresa, asegurando que solo persigue "tener una mayor participación en la toma de decisiones y una mayor transparencia en el gobierno corporativo de Repsol". Añadió que con el 4,8% actual Pemex no tenía "mucha influencia ni la visibilidad en la toma de decisiones"

Suárez Coppel descartó además que Pemex tenga interés en los activos de Repsol en Latinoamérica. Explicó que Pemex ha visto oportunidades donde podría participar junto con Repsol, como en proyectos de exploración en aguas profundas, pero que ese no ha sido el "drive [motivo principal]".

Sobre su acuerdo con Sacyr para votar de forma conjunta en todas las cuestiones estratégicas, señaló que "no ve ningún conflicto de interés" pese a que Pemex compite con Repsol en el marco internacional indicó .

Suárez Coppel insistió en la necesidad de que se separen los papeles del presidente y se nombre a un consejero delegado que asuma los poderes ejecutivos, que ahora tiene el presidente, Antonio Brufau. "Va mucho más allá de cualquier relación personal. Repsol tiene muy buenos resultados en muchas líneas. Queremos asegurarnos de que alcanza todo su potencial en cuanto a creación de valor", subrayó.

Señaló que la operación "es intempestiva tan solo en el sentido de que está la oportunidad. Obviamente no se puede anunciar antes de realizarse, pero sentimos que es en el mejor interés de Repsol y sus accionistas".

Juan José Suárez Coppel, director general de Pemex, en un acto de junio pasado.
Juan José Suárez Coppel, director general de Pemex, en un acto de junio pasado.IMELDA MEDINA (REUTERS)

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