El Santander cree que les perjudica ser un banco español por las dudas del mercado

El vicepresidente y consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, ha comentado hoy que el banco es percibido por los inversores "con los parámetros de la deuda y de la prima de riesgo" de España. "Eso no nos beneficia, porque cualquier caída del rating del Reino nos arrastra a nosotros ya que el mercado considera al Santander español a todos los efectos", ha explicado en la presentación de los resultados de la entidad. Preguntado por si habían pensado en trasladar la sede social a Londres para evitar este efecto, el ejecutivo ha respondido que "no es una opción realista y práctica".

Respecto a las reformas económicas del Gobierno, el consejero delegado de la primera entidad de la eurozona ha dicho que ve a un Ejecutivo "muy comprometido y seriamente determinado a llevar adelante los ajustes anunciados". En clave política y preguntado por si la coincidencia en los recientes discursos de Mariano Rajoy, líder del PP, y Emilio Botín, presidente del Santander, sobre reformas estructurales suponían un alineamiento de la entidad con el partido de la oposición, Sáenz ha declarado que la coincidencia no tenía la relevancia que le han dado los medios de comunicación.

El consejero delegado afirma que la guerra de depósitos es "desquiciada", pero no descarta volver a ella

El Santander ha sorprendido hoy al mercado con el anuncio de que no cumplirá el objetivo de beneficios anunciado en junio, fijado en la línea de los obtenidos en 2009 con unos 9.000 millones de euros, porque ha cargado contra sus ganancias el importe de la provisión de la nueva normativa sobre activos inmobiliarios del Banco de España. "Podíamos haber cargado los 472 millones de la nueva partida del Banco de España contra las provisiones, pero no lo hemos hecho por prudencia. Por eso, este año ganaremos unos 500 millones menos que en 2009", ha matizado Sáenz tras reconocer que la inestabilidad de la Bolsa también les ha ayudado a tomar esta decisión ya que los inversores no valoran adecuadamente los beneficios. Sin embargo, pese a ganar menos, el banco no recortará el dividendo con cargo al presente ejercicio, que seguirá siendo de 0,60 euros por acción, lo mismo que el año pasado, si bien propondrá a los accionistas cobrar una parte de la retribución en títulos en lugar de en metálico.

Hasta septiembre, la entidad presidida por Emilio Botín ha ganado 6.080 millones de euros, lo que supone un 9,8% menos que en el mismo periodo de 2009. El beneficio por acción cayó un 11,3% debido al mayor número de títulos en el mercado. Para 2011, la entidad se ha comprometido con el mercado a no realizar ampliaciones de capital, más compras de bancos y elevar el nivel de capital de máxima categoría desde el 8,5% al 9%. Volviendo sobre los resultados a cierre del tercer trimestre, la tasa de morosidad se situó en el 3,42%, ligeramente por encima del 3,37% de junio y del 3,03% de un año antes, para una cartera crediticia de 715.642 millones, que creció el 6,8% interanual. El banco ha compensado los peores resultados en España y su mayor necesidad de provisiones con el avance de los ingresos en América Latina y Reino Unido.

Sáenz ha calificado la actual guerra de depósitos de "desquiciada, exagerada y desbordada". "Nosotros hemos sido actores privilegiados pero no la empezamos. Bancos medianos y cajas iniciaron esta disputa por el pasivo", ha afirmado antes de preguntarse: "¿Podrá reabrirla el Santander?, eso dependerá del mercado".