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Sarkozy quiere que la Constitución francesa obligue a reducir el déficit

Francia y Alemania acuerdan una estrecha colaboración en materia fiscal - Merkel pide a los mercados que sean "honestos" o los políticos actuarán

Los países de la zona euro redoblan los esfuerzos para controlar las finanzas públicas y tranquilizar a los mercados. Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció su intención de introducir en la Constitución una nueva norma destinada a controlar el déficit. La idea es que a partir de las próximas elecciones generales de 2012, el Gobierno fije un objetivo de déficit público estructural a cinco años. La iniciativa será sometida a consulta con los partidos políticos en junio. A continuación, el Ejecutivo propondrá un proyecto de ley constitucional.

"La reforma obligará a cada Gobierno que salga de las urnas a comprometerse por cinco años con una trayectoria de déficit. Cada Gobierno deberá comprometerse con la fecha en la que alcanzará el equilibrio de las finanzas públicas", señaló Sarkozy, que calificó de "prioridad nacional" el saneamiento de las cuentas públicas. El Consejo Constitucional vigilará el cumplimiento de la norma. El mandatario reiteró su compromiso de reducir el déficit público, que el año pasado alcanzó el 7,5% del PIB, al 6% en 2011.

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"No se trata de una regla de oro a la alemana, pero no deja de ser un verdadero compromiso por las finanzas públicas", explicó a la agencia Reuters Jean Arthuis, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado.

Arthuis se refería al llamado "freno al endeudamiento" que Berlín adoptó en su Constitución a principios de 2009, y que establece que el Estado no puede asumir nuevos créditos que superen el 0,35% del PIB, salvo en casos de catástrofe natural o recesión. Alemania planea proponer que se extienda este modelo a sus socios europeos para prevenir crisis futuras como la que ahora sacude a la zona euro, según avanzó el lunes el Süddeutsche Zeitung.

Alemania aprovechará que hoy se reúne en Bruselas por primera vez el grupo de trabajo creado en marzo por el Consejo Europeo para sentar las bases de una nueva gobernanza económica de la Unión. Berlín, como principal economía europea y gran contribuyente absoluto a las arcas comunitarias, dejará sobre la mesa una batería de propuestas para anclar en las propias legislaciones nacionales el principio de la disciplina en la gestión de las finanzas públicas y sancionar con dureza (privación de fondos estructurales y hasta de derechos de voto) a quienes incumplan los compromisos.

Los nueve puntos que defenderá el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, parten de la tesis de que "los países del euro con endeudamiento gubernamental extremadamente alto o reiterados déficit excesivos constituyen una amenaza para la comunidad". Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que acordaron "una estrecha colaboración" de los dos países en la reunión de hoy.

La Comisión Europea defiende "actuar en todos los frentes", incluyendo la aceleración de los esfuerzos de ajuste fiscal o la creación de un mecanismo permanente de rescate, para garantizar la estabilidad de la eurozona en su conjunto y lograr un "euro sólido". El Ejecutivo comunitario eludió valorar las declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, que afirmó que "el euro está en peligro" debido a la crisis de endeudamiento que afecta a Grecia y al riesgo de contagio a otros países de la eurozona.

Pero Europa no basa solo en el ajuste fiscal la lucha contra la crisis económica. Un día después de recibir críticas por proponer en solitario medidas para evitar ciertas operaciones especulativas en Bolsa y en los seguros del mercado de deuda pública, Merkel advirtió a los inversionistas de los mercados financieros que si no dan "consejos honestos" sobre la mejor manera de regular su comportamiento, los políticos adoptarán medidas.

Alemania ya ha dado pasos en este sentido al prohibir de forma unilateral las llamadas ventas a corto, lo que ha vuelto a provocar inquietud en los mercados. Ayer, las Bolsas europeas volvieron a caer, más del 1%, mientras Nueva York perdía el 3,61% al cierre.

Merkel añadió que la aplicación de un nuevo impuesto internacional "no arruinará a los mercados financieros" y explicó que impulsará esta medida en la próxima cumbre del G-20 que se celebrará en Toronto (Canadá) en junio.

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