Seat cuadruplica las pérdidas y no prevé recuperación en 2010

Volkswagen no rechazó ayer la metáfora de un periodista alemán al referirse a Seat como "un hijo enfermo". La filial española del grupo automovilístico cuadruplicó sus pérdidas operativas en 2009, de 78 a 339 millones de euros, y vio caer sus ventas un 12,2%, hasta los 4.561 millones, con 319.000 vehículos (un 15% menos). En 2010, según Volkswagen, se dará el tercer año seguido de números rojos.

"A ese hijo enfermo, no tiene sentido integrarlo en Skoda, porque sólo cambiaría su nombre. Seat se estaba poniendo bien, pero le afectó mucho la caída del mercado español, ahora se están tomando medidas y en 2010 se dará un gran paso, aunque no se alcanzará el objetivo" de ser rentable, apuntó Francisco Javier García Sanz, vicepresidente de Compras del grupo. Hasta un 30% de las ventas de Seat corresponden a España, así que la marca se vio perjudicada por el derrumbe del consumo interno, y sus ventas domésticas bajaron un 18% el año pasado.

El presidente de Seat, James Muir, elabora un plan para reflotar la compañía, aunque "no están previstos" nuevos recortes de empleo en España, según señaló García Sanz, tras la presentación de resultados del grupo en Wolfsburgo, cuyos gastos de desplazamiento han sido costeados por el consorcio alemán. Volkswagen mantiene las líneas del anterior presidente de Seat, Erich Schmitt: lanzamiento de nuevos modelos y la entrada en mercados como Asia y América Latina. Pero la crisis ha obligado a aplazar esta estrategia, sin fecha prevista. El consorcio tampoco fija una fecha en la que Seat vuelva a los beneficios.

La multinacional alemana logró un beneficio de 911 millones el año anterior, un 80% respecto a 2008. Seat y las firmas de lujo Bentley y Lamborghini fueron las únicas marcas con pérdidas operativas.