'The Economist' alaba al Banco de España por su gestión en la crisis

Esta vez no ha funcionado el nacionalismo británico, como ocurrió en la prensa diaria de Londres que ha sido muy crítico con el sistema financiero español. El prestigioso semanario The Economist no ha escatimado elogios para destacar que el Banco de España es uno de los pocos reguladores internacionales que no ha perdido crédito con la crisis financiera, sino todo lo contrario.

Ésta es la valoración que hace la revista británica en un amplio informe sobre la situación de la banca internacional que publica en su último número bajo el título de Paraíso perdido.

The Economist afirma que "muy pocos reguladores emergen de la crisis con una buena imagen": el norteamericano porque no vio el "veneno" de las subprime; el alemán porque no se percató de las "gigantescas" asunciones de riesgos fuera de balance de algunas entidades; el suizo porque no detectó las arriesgadas inversiones de UBS y Credit Suiss, y el británico por no enterarse de la crisis del Northern Rock hasta que se produjo el pánico de los ahorradores.

"En Madrid, en cambio, prevalece una sensación de satisfacción, gracias a dos claras políticas" fijadas en los últimos años por el regulador: impedir la distribución de productos de riesgo fuera de balance sin estar provisionados y las dotaciones anticíclicas, que exigen provisionar parte de los créditos aunque no sean morosos.

La paradoja ahora es que la normativa internacional está en contra de estas provisiones anticíclicas, apunta la revista. Por eso, The Economist, tras señalar que "los demás reguladores están empezando ahora a fijarse en lo que hace el Banco de España", advierte de que "sería irónico que España se viera obligada a cambiar su melodía justo cuando otros países empiezan a tararearla". El Banco de España pidió, la semana pasada, un replanteamiento de la normativa internacional.