Zapatero pide sitio en la 'cocina'
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer el ingreso de España en el Fondo de Estabilidad Financiera (FEF), el organismo al que la cumbre de Washington de noviembre pasado encargó diseñar la arquitectura del nuevo sistema financiero global. Si su petición tiene éxito, y todo parece indicar que lo tendrá, España pondrá fin en semanas a una ausencia que se ha prolongado un década. La oportunidad la brinda el llamamiento, incluido en el comunicado final de la cumbre celebrada ayer en Berlín, para "fortalecer y ampliar el FSF e incluir a los mayores actores económicos y financieros antes de la cumbre de Londres" del 2 de abril.
Aunque Zapatero habló ayer como si ya fuera miembro del G-20 (Solbes acudirá por primera vez el 14 de marzo a una reunión de ministros de Economía de dicho grupo), lo cierto es que España no participa en los equipos de expertos que cocinan los documentos que se discutirán en Londres; entre otras razones, porque no pertenece al FSF. Este organismo, con sede en Basilea (Suiza), está integrado por los representantes de los bancos centrales y organismos reguladores y supervisores de los mercados financieros de los países del G-7 y de cinco importantes plazas bancarias: Australia, Hong Kong, Holanda, Singapur y Suiza. España se ha ganado su plaza por derecho propio: el comunicado de ayer incorporó la recomendación de que los bancos creen reservas adicionales en tiempos de bonanza para hacer frente a las crisis, lo que se denominan provisiones anticíclicas, instauradas hace tiempo por el Banco de España.
