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La crisis del euro

El acoso contra España fuerza al Tesoro a pagar el precio más alto en tres años por su deuda

España coloca 4.450 millones en letras a 12 y 18 meses aunque tras subir con fuerza su rentabilidad para superar las mayores dudas de los inversores. -Pese a la mejora en el interés, la demanda por los títulos a un año cae un 25%

El Tesoro español ha logrado, en plena tormenta de los mercados, colocar el máximo de deuda previsto en la primera emisión de la semana al vender 4.450 millones en letras aunque, para ello, se ha visto obligado a subir con fuerza su rentabilidad hasta el nivel más alto desde el inicio de la crisis, según datos de Economía. La institución, que ha vuelto hoy al mercado tras el rebrote de las tensiones de la pasada semana hasta máximos, tiene otra cita importante el próximo jueves, cuando tiene previsto vender hasta 2.750 millones en bonos a 10 y 15 años.

Pese al repunte de la rentabilidad, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado ha asegurado que lo "más importante" es que "sigue habiendo apetito" por la deuda española. Además, en declaraciones a RNE, ha añadido que lo que falta es que ahora se reduzca la "volatilidad" y se ha mostrado confiada en que a partir del jueves serán "capaces de decir que los problemas están empezando a quedar atrás". Ese día está convocada una reunión entre los líderes de los países del euro para avanzar en el segundo rescate a Grecia.

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En concreto, el organismo dependiente del Ministerio que dirige Elena Salgado ha colocado 3.787 millones de euros a un año a un interés marginal -el último antes de cerrar la operación- del 3,760%, más de un punto porcentual sobre el 2,728% que tuvo que abonar hace un mes. Este tipo es el más alto desde 2008. Además, pese a este incremento en el precio, lo que en teoría aumenta el atractivo de los títulos, la demanda se ha reducido en un 25% frente a junio. En cualquier caso, el número de títulos solicitados frente a los finalmente vendidos ha seguido duplicando la oferta con un total de peticiones de 8.237 millones de euros, lo que demuestra en opinión de los analistas que España sigue contando con cierta confianza por parte de los inversores.

En letras a 18 meses, el Tesoro ha vendido 660 millones. En estos títulos, la rentabilidad ha pasado del 3,299% de junio al 3,980%, su nivel más alto desde 2002 -aunque ni en 2008 ni en 2009 se emitieron letras a este plazo y en 2007 también alcanzaron el 3,9%-. Lo que sí ha mejorado ha sido la demanda, que ha respondido al aumento del interés con un incremento de la ratio de cobertura -número de títulos solicitados frente a los colocados- del 3,9 de hace un mes al 5,5. Así, sumadas, las peticiones para ambas tipos de letras, la demanda ha triplicado el volumen de dinero finalmente adjudicado.

El resultado de la subasta, la primera tras publicarse los resultados de las pruebas de resistencia a la banca, ha animado la tregua que los inversores han concedido hoy a la deuda española y su prima de riesgo y ha consolidado el rebote en la Bolsa. "Lo importante es que sigue habiendo demanda por parte del mercado. El Tesoro ha tenido que pagar más, pero esperemos que esto se transitorio", ha valorado Nicolás López, director de análisis de M&G valores, a la agencia Reuters. Además, en su opinión, "este encarecimiento de la financiación no supone una gran cosa para el coste anual, siempre y cuando esta situación no se demore por dos o tres meses". Según los expertos, a la hora de evaluar las subastas es más adecuado atender a los niveles de demanda que a los precios, que últimamente se han subido en la montaña rusa con altas dosis de volatilidad.

En este sentido, el repunte en el precio que debe pagar España por financiarse en el mercado primario, donde se realizan las subastas de los títulos de deuda que luego pasan a intercambiarse en el secundario, ha ido pareja a la evolución de la prima de riesgo, que es el diferencial entre lo que los inversores exigen por comprar bonos españoles a 10 años en este mercado secundario frente a los alemanes, de referencia por su estabilidad. Este indicador es el que mejor mide la confianza en las finanzas de un determinado país y condiciona las rentabilidades que debe pagar el Estado para emitir deuda.

Echando la vista atrás, la rentabilidad que los inversores han reclamado hoy al Tesoro por las letras supone multiplicar por cuatro los intereses que pagaba España a principios de 2010, cuando empezaron a desbordarse los problemas de Grecia. En enero del pasado año, la prima registraba una media de 75 puntos básicos con picos de 100. Hoy, sin embargo, se mueve ligeramente por debajo de los 350 tras marcar hace una semana un récord desde que el país entró en el euro en 1999 en los 275 puntos básicos por el aumento de la desconfianza de los mercados sobre España. Estos temores se combaten con una vieja receta: más dinero a cambio de que olviden sus dudas. De hecho, el tipo comprometido hoy supone que el Tesoro deberá pagar unos 40 millones de euros más de que lo que abonó en junio por captar una cantidad similar de dinero y a los mismos plazos.

Para encontrar un repunte similar al registrado en los títulos a 12 meses emitidos por el Tesoro hay que retrotraerse a diciembre, en plena debacle de Irlanda y cuando la prima marcó el que hasta hace unos días era el récord desde la llegada de la divisa europea. No obstante, desde entonces, la crisis ha seguido demostrando que es capaz de superarse a sí misma a medida que pasa el tiempo y ha dejado de relieve en más de una ocasión que avanza mucho más deprisa de lo que están dispuestos a correr los países de la eurozona a la hora de tomar decisiones. La próxima cita será el jueves, cuando los responsables políticos deben avanzar en el segundo rescate de Grecia, aunque se prevén grandes acuerdos.

Con este incierto panorama como telón de fondo, España volverá ese mismo día al mercado para emitir bonos a 10 y 15 años. Si la mejora de hoy no se mantiene durante este periodo, el recrudecimiento de las tensiones contra los periféricos del euro elevará el precio por emitir deuda a largo plazo hasta los niveles más altos desde 1997, lo que supondrá un máximo desde la incorporación de la moneda europea. Este vaticinio se basa en que, a día de hoy, los bonos a 10 años en el secundario se intercambian a tipos récord del 6,1%, un nivel desconocido en estos 14 años. Y, lo que pasa en el mercado secundario, más temprano que tarde se acaba traslandado al primario donde el Tesoro realiza sus emisiones.

De momento, pese al incremento de los intereses que ha acarreado el reavivamento del acoso contra los países del euro con más problemas de déficit y deuda desde hace más de un año, el interés que paga España por su deuda es relativamente bajo. En concreto, el tipo medio que el Tesoro paga por los 566.000 millones de euros de deuda en circulación -dato de mayo- era del 3,88%. Este porcentaje queda muy por debajo de los registrados en la serie histórica. En 1993 este interés se acercaba al 11%, aunque a partir de 2003 comenzó a quedar por debajo del 5%. Cosas del euro y de la Unión Monetaria, que tiene sus pros y, a la vista de lo ocurrido en los pasados meses, también sus contras.

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