La banca dice que si el Gobierno no hace el programa "se lo van a hacer"

La expectación era máxima. El salón del Hotel Ritz de Madrid se quedó pequeño para escuchar las palabras del presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín. Acudieron primeros ejecutivos de casi todas las entidades. El exsubgobernador del Banco de España intervino en un momento muy delicado: en plena tormenta del euro, con una fuerte crisis financiera y a 10 días de las elecciones.

Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del Santander, que presentó a Martín ante el auditorio, comentó que "su sinceridad le ha causado problemas en más de una ocasión". Ayer, Martín dijo lo que muchos piensan: que la crisis ha recortado la soberanía política de los países y que, llegue quién llegue a La Moncloa, el programa no será muy diferente. "Haya cambio o no de partido en el Gobierno, el que salga elegido no tendrá ni 100 días para presentar su programa y explicar cómo va a hacer frente a la realidad". A continuación, añadió que las medidas que se tomen deberán ir "contra los desequilibrios, la falta de competitividad y la sostenibilidad de las finanzas públicas". "Si no lo hace en este sentido, se lo van a hacer. Cualquiera que llegue, tomará este tipo de medidas, seguro", anticipó.

"El euro no puede resolver la crisis soberana porque no tiene instrumentos"

No quiso analizar ningún programa electoral -"porque no los he estudiado", dijo- pero afirmó que España está en una inmejorable posición para combatir la crisis "por el cambio de Gobierno que se avecina" y por el consenso que existe sobre las medidas que hay que tomar.

Durante el desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, reclamó que se tomen las medidas para que España no caiga en la dependencia de las subvenciones de otros países europeos para evitar una situación similar a la que sufre el sur de Italia en la actualidad. "No podemos pensar que la solución viene solo de la ayuda externa. Se debe evitar caer en una situación como la de Italia, que tiene unión monetaria y fiscal pero no ha impedido que su sistema nacional se rompa en un Norte poderoso y un Sur que no levanta cabeza", alertó Martín.

No ocultó su decepción, como colaborador en el nacimiento del euro, el 1 de enero de 1999, "porque lejos de mitigar los riesgos de la crisis, la moneda única los ha acrecentado: permitió el sobreendeudamiento; cerró los mercados al inicio de las dificultades impidiendo la refinanciación bancaria y, hoy, impide resolver la crisis soberana porque no tiene los instrumentos precisos para ello". "No oculto que ha sido una gran desilusión. Creímos haber acabado con el riesgo cambiario y se ha transformado en riesgo de crédito soberano", concluyó.

El portavoz de la AEB elaboró un discurso en el que explicó que las medidas más duras que se idearon para controlar a la banca de inversión, pero al final se han trasladado a la banca comercial, que tiene menos riesgos operativos. Citó el incremento de capital y la tasa sobre transacciones, que ante la imposibilidad de implantarla, ha terminado como un impuesto a toda la banca.

Martín criticó veladamente al supervisor al afirmar que la reestructuración "no se ha acabado. Ha sido insuficiente y tendrá que cerrarse pronto porque nos afecta a todos. Se han nacionalizado cuatro bancos y no se sabe que objetivos tienen". También fue duro con el Banco de Valencia, que pedirá ayuda al Estado, mientras Rodrigo Rato, presidente de su matriz, BFA, abandonaba la sala. "Los asociados de la AEB dijimos en 2008 que jamás pediríamos ayudas públicas, pero no le voy a expulsar de la AEB". Sobre las ayudas a las entidades dijo que lo importante es que se acabe con las malas y las que queden "sean creíbles. El problema no es el valor de los activos, sino por tener entidades rentables y con futuro".