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La crisis del euro

La banca española confía en cumplir con la UE sin apenas ampliar capital

La clave para las entidades es que se admitan los bonos convertibles

Los grandes bancos españoles confían en alcanzar el 9% de capital de máxima calidad (core tier 1) sin necesidad de apelar apenas a los mercados. Santander, BBVA, La Caixa, Bankia y Banco Popular están ya cerca de ese nivel de solvencia y estiman que el impacto de poner a precio de mercado las carteras de deuda será del orden de unos 3.000 millones.

La generación de beneficios, las desinversiones, la reducción de activos ponderados por riesgo y, sobre todo, el cómputo de las obligaciones convertibles en acciones ya emitidas, pueden evitar en casi todos los casos tener que buscar nuevo capital.

Un análisis hecho por EL PAÍS de los datos de las pruebas de resistencia a la banca de julio pasado muestra que serán Bankia y el Popular los bancos españoles que pasen más apuros para superar el listón. En Europa, son Deutsche Bank y Société Générale las que necesitan más dinero para alcanzar el 9% de solvencia, aunque el cómputo está hecho antes de tomar en cuenta la depreciación de la deuda de los países periféricos, con la cual serían las entidades griegas las más afectadas. En el colmo de la contradicción, el rescatado Dexia tendría buena nota teórica en este examen incluso tras ajustar el valor de su deuda.

La deuda española podría tener una depreciación de 3.000 millones
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En el cómputo final también influirá si la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) admite las provisiones genéricas, el colchón que crearon las entidades para cuando llegaran los malos tiempos. El Banco de España no las contó cuando exigió un capital mínimo del 8% o el 10%. En el actual análisis se han tomado en cuenta solo las genéricas que la EBA preveía que se usaran este año.

Para el Santander es vital que se cuenten las convertibles, como parece que ocurrirá. Incluso con el impacto de la deuda podría no necesitar ampliar capital gracias a los resultados generados y los dividendos en acciones.

La entidad con la posición más holgada es el BBVA, aunque en las cifras de la EBA no se computa el aumento de activos por la compra del 25% del banco turco Garanti. Incluso con eso, las plusvalías latentes y la generación de resultados pueden evitarle apelar al mercado.

Los datos de la EBA para Bankia no son muy fiables, porque en parte iban referidos a su matriz, BFA. Bankia aclara además que su situación es mejor que la de las previsiones de la EBA para el cierre de 2011, según las cuales podría necesitar algo de capital, incluso sin contar la cartera de deuda. La entidad señala que sus activos ponderados por riesgo, la partida que determina la necesidad de capital, se han reducido en 15.000 millones con respecto a la previsión de la EBA y se sitúan en 190.000 millones. Según sus cálculos, el core capital actual, con los 3.100 millones captados en Bolsa, supera el 9%. En definitiva, la entidad presidida por Rodrigo Rato estima que, incluso con la depreciación de la cartera, no necesitará más de 400 millones.

En Caixabank esperan que el ajuste de la deuda sea de pocos cientos de millones. Si se admiten los cerca de 3.000 millones en convertibles y similares -y teniendo en cuenta las plusvalías latentes en Repsol y Telefónica- no necesitaría ampliar capital.

Las cifras del Popular precisan un ajuste porque no incluyen el aumento de los activos de riesgo por la compra del Pastor. La entidad ya prevé emitir bonos convertibles por 700 millones para reforzar su solvencia tras la fusión. Con el recorte de la deuda, en el banco confían en que la factura extra no supere los 500 millones.

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