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Los bancos centrales de Europa y EE UU se unen contra la crisis

El BCE, la Reserva Federal y los bancos de Inglaterra, Canadá y Suiza inyectarán 60.000 millones de dólares para combatir la falta de liquidez

La Reserva Federal estadounidense (Fed) saltó ayer a escena de la mano del Banco Central Europeo (BCE) para inyectar liquidez en el sistema financiero. Es una medida sin precedentes, "para atajar una crisis global", como dicen los expertos, en la que también participan los bancos centrales de Canadá, Inglaterra y Suiza. El objetivo es romper con las rigideces que desde el verano afectan al mercado de financiación a corto plazo y evitar que las turbulencias financieras salpiquen a la economía a través de una escalada de tipos y un frenazo en la concesión de créditos por la falta de liquidez. Esta acción global se produjo un día después de que la Fed recortara un cuarto de punto el precio del dinero al 4,25%.

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Los principales bancos centrales del mundo están echando mano de medidas alternativas a la tradicional subida o bajada de tipos, para introducir más liquidez en el sistema interbancario. En agosto, la Reserva Federal dio un primer paso recortando el tipo de descuento, el peaje que aplica a las transacciones con los bancos, a las que siguieron cuantiosas inyecciones de efectivo. Pero la presión sigue siendo alta y se teme que la crisis se agrave en 2008, cuando los bancos auditen y destapen el estado real de sus cuentas.

Para ello, la Fed y el BCE han anunciado un nuevo mecanismo temporal de subasta, a través del que se concederán préstamos a las instituciones financieras por un montante inicial de 40.000 millones de dólares. Se abre así, en la práctica, una tercera ventanilla a la que podrán acudir tanto los bancos con una situación financiera sana como los que están en dificultades. Hasta ahora, la acción de la Fed y el BCE era de dos tipos: por un lado, se dirigía a entidades con problemas, a través de la ventanilla, en la que las garantías exigidas son más bajas.

El problema es que las entidades que acuden a esta línea quedan marcadas en el mercado. Al margen, los bancos centrales también disponen de la ventanilla de operaciones de mercado abierto, pero aquí las contrapartidas para garantizar los préstamos son más elevadas.

La medida de ayer es una tercera vía, a través de cuatro subastas, que llevará a cabo la Fed. En ellas, las garantías exigidas no serán elevadas, podrán acudir todo tipo de bancos y se establecerá el tipo de interés según la oferta y la demanda.

La primera subasta se producirá el próximo lunes y se pondrán a disposición 20.000 millones de dólares. La segunda tendrá lugar el 20 de diciembre, también por 20.000 millones. El banco central estadounidense se está planteando la posibilidad de que este tipo de subastas tenga un carácter permanente.

La acción mira también al exterior, ya que la Fed pondrá 20.000 millones de dólares a disposición del Banco Central Europeo a través de una línea recíproca de divisas (swap). Este mecanismo funcionará durante seis meses y permitirá al BCE conceder préstamos en dólares dentro del Eurosistema, en lugar de que los bancos tengan que acudir al sistema bancario estadounidense a solicitar liquidez. Para realizar la inyección, la autoridad monetaria establecerá también un mecanismo de subastas en dólares, previstas para los próximos 17 y 20 de diciembre.

Así se pretenden sortear las dificultades que tienen los bancos centrales para inyectar fondos diferentes de su divisa, lo que según los expertos está creando una restricción adicional en el sistema.

La Fed explica que esta inyección de capital contribuirá a "diseminar la liquidez eficientemente donde se necesite". Los inversores de Wall Street acogieron la medida con euforia al principio, pero el Dow Jones cerró con una subida de sólo el 0,31%. La Bolsa de Madrid también reaccionó con una subida espectacular tras el anuncio, aunque cerró la sesión con una caída del 0,19%.

Morgan Stanley cree que las actuaciones anunciadas ayer mitigarán los efectos de la crisis, pero no solucionarán el problema de fondo. José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, apunta que "gracias a esta medida, veremos una mejora, o al menos se frenarán las tensiones, y con el paso del año, las intervenciones conseguirán que el tipo del Euríbor caiga muy rápidamente al nivel de principios de noviembre".

Por otro lado, los resultados de los bancos de EE UU siguen siendo malos. Bank of America anunció mayores provisiones en el cuarto trimestre, que ascenderán hasta los 2.244 millones de euros (3.300 millones de dólares). Las provisiones por créditos fallidos de Wachovia alcanzarán los 1.000 millones de dólares (681 millones de euros), casi el doble de lo previsto.

Jean-Claude Trichet, presidente del BCE (izquierda) y Ben Bernanke, de la Reserva Federal.
Jean-Claude Trichet, presidente del BCE (izquierda) y Ben Bernanke, de la Reserva Federal.BLOOMBERG

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