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La deuda de la banca española con el BCE alcanza un récord en junio

La sequía del mercado lleva a las entidades a pedir 126.300 millones, casi un 50% más que en mayo - Absorben la cuarta parte de los créditos de Europa

Íñigo de Barrón

El Banco Central Europeo (BCE) se ha convertido en el financiador último de las entidades españolas. Ante el cierre de los mercados, que se secaron para bancos y cajas de ahorros ante la enorme desconfianza que existe entre los inversores, el único sitio al que se pudo recurrir fue a la entidad presidida por Jean-Claude Trichet.

Eso ocurrió en junio, cuando la deuda del sistema financiero con el BCE alcanzó 126.300 millones, el importe más alto de la historia del euro (1999), y un 47,5% más que el mes anterior, según datos del Banco de España. Esta cifra, que representa el saldo vivo medio que las entidades residentes en España han pedido prestadas al BCE, supone un 78,6% más que en junio de 2009.

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En mayo y junio fue el momento álgido de los rumores de supuestos problemas de la deuda soberana y de las consabidas inversiones inmobiliarias que afectaban a los balances bancarios, lo que disparó la desconfianza entre los inversores.

Con este mar de fondo, se unieron varios factores que agudizaron los problemas. Por un lado, no había compradores de los títulos a corto plazo, denominados repos y papel comercial; tampoco fue posible colocar otros activos financieros de medio y largo plazo, sobre todo cédulas hipotecarias.

Por si esto fuera poco, en junio todavía estaba activa la guerra del pasivo que lanzó el Santander con depósitos al 4%. Esto actuó como un aspirador de dinero que hizo pasar apuros a los competidores.

A la vez, las entidades se prepararon para hacer frente al vencimiento del BCE, que retiró el 30 de junio, 442.240 millones adjudicados a un tipo fijo del 1% un año antes. Al final solo se solicitaron 131.933 millones con vencimiento a tres meses. Es decir, 310.000 millones menos de los que iban a vencer.

En total, el BCE prestó en junio 496.616 millones, un 17,5% menos que hace un año y un 4,24% menos que en mayo pasado. Las entidades españolas pidieron la cuarta parte del total frente al 14% de los últimos meses. La primera cifra se compara mal con el peso de las entidades en el eurosistema, que está alrededor del 10%. En otras ocasiones, la banca alemana ha solicitado el 40% de lo colocado, aunque ahora no es posible compararla porque otros bancos centrales no ofrecen la información de otros países con tanta rapidez como el Banco de España.

La Asociación Española de Banca (AEB) resaltó ayer que las entidades utilizan las facilidades que ha puesto el BCE para su negocio y que si obtienen estos préstamos es porque tienen los activos de calidad exigidos como garantía de los créditos. Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, comentó ayer que su entidad ha pedido 2.500 millones al BCE pese a contar con un exceso de liquidez de 7.000 millones. "Es un tema de buscar financiación barata para obtener márgenes prestándolo a precios más altos", comentó.

El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, aseguró ayer que el recurso de los bancos y cajas españoles al BCE está "en niveles ajustados al peso de su sistema financiero". En un coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona, Rato recordó que, en mayo, España captó el 12,5% de los recursos del BCE, cuando su peso en el conjunto de la Unión Monetaria es del 10%. "Eso es más de lo que somos en el sistema, pero no estamos fuera de lugar", sostuvo. "Alemania también está por encima de su peso. El problema es de reputación", añadió, informa Lluís Pellicer.

Rato defendió en su intervención el sistema financiero español, cuya solvencia está por delante de Italia, Francia, Alemania o Reino Unido. En su opinión, el principal obstáculo de España está en el mercado de la deuda soberana, puesto que las primas se han disparado respecto a otros países. "Ahí hay un problema de credibilidad respecto a la economía mundial que merece una respuesta contundente", afirmó. El presidente de la caja también destacó el "tsunami regulatorio" que supondrá Basilea III que puede "cercenar" la recuperación económica europea.

Por otro lado, la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) confirmó los rating (calificación) de Santander y BBVA porque ambos están capeando relativamente bien la crisis económica y financiera mundial, según informó la agencia que, no obstante, mantiene la perspectiva negativa para los dos. S&P estima que ambos están demostrando resistencia a la ralen-tización económica global y la de sus principales mercados.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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