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La primera crisis del euro

La deuda pública sustituye al sector financiero como principal riesgo para el crecimiento

El FMI advierte sobre el elevado endeudamiento de los Estados.- La prima del bono Griego bate nuevos récords.- El BCE eleva las necesidades del país a 80.000 millones

El Fondo Monetario Internacional considera que, a estas alturas de la crisis, la elevada deuda pública generalizada entre los países desarrollados ha sustituido al sector financiero como el principal riesgo para el crecimiento económico. Al mismo tiempo que el inicio de la recuperación mundial se consolida y los riegos vinculados al sector financiero pierden intensidad, los temores frente a los altos niveles de endeudamiento de los países que, precisamente, gastaron miles de millones en rescatar a sus bancos, han ascendido al primer puesto en la clasificación de puntos débiles del sistema.

Según señala el FMI en un informe publicado hoy, los Gobiernos necesitan ahora "planes creíbles a medio plazo" para reducir sus déficits y avanzar en la consolidación fiscal. Aunque esta no es su única tarea pendiente, ya que al mismo tiempo deben poner las bases para potenciar la concesión de créditos y reforzar el crecimiento de sus respectivas economías. No obstante, añaden, el caso de Grecia, que se ha convertido en una "señal de alarma" para el mercado, es bastante más grave que el del resto de países.

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De hecho, los mercados han argumentado hoy mismo estas tesis. El Gobierno griego ha captado hoy 1.950 millones de euros en letras con muy rápido vencimiento, apenas tres meses. La operación, que se ha realizado un día antes de que Atenas inicie las negociaciones con la UE y el FMI sobre las medidas vinculadas al plan de rescate que debería adoptar hasta 2012, se ha cerrado a un tipo de interés anual medio del 3,65%, algo por debajo del rango previsto por el mercado, pero más del doble que el de la última emisión de similares características, realizada el pasado 1 de enero. Además, los inversores siguen aumentando su presión sobre los bonos a 10 años, cuya rentabilidad ha vuelto a marcar un máximo desde su entrada en el euro al superar el 7,78% en su negociación intradía.

Grecia, que asegura que tiene suficiente capital para hacer frente a sus compromisos de pago por hasta 12.000 millones que vencen este mes, necesita dinero fresco para los plazos siguientes. Por este motivo, la República Helénica realizó la semana pasada una emisión con letras a medio y un año, que también le salió muy cara, pero la piedra de toque la tendrá en las próximas semanas con una nueva operación con bonos a 10 años, para los que el mercado les pide una prima récord sobre el bund alemán en 475 puntos básicos y una rentabilidad del 7,78% (18.00).

El objetivo es afrontar nuevos pagos por hasta 12.000 millones de euros que vencen en la segunda mitad de mayo. De aquí a final de año los expertos fijan en unos 50.000 millones la necesidad de financiación del país. Para lo que puede recurrir al plan de rescate europeo en las próximas semanas. En un primer paso para activarlo, el Gobierno griego convocó la semana pasada al FMI y al BCE para discutir los aspectos técnicos y las condiciones para acceder a la ayuda de 30.000 millones de euros puesta a disposición por los países de la Eurozona con un 5% de interés, y a los 15.000 millones que podría aportar el FMI. Depende de Atenas solicitar la puesta en marcha del plan, que a su vez deberá ser aprobado a su vez por los parlamentos de algunos países, como Alemania o Irlanda, algo que Grecia calcula que sucederá "en una o dos semanas". También Bruselas estima que, en caso de que el Gobierno de Yorgos Papandreu lo solicite, el mecanismo de rescate podría activarse en dos o tres semanas".

No obstante, puede que todo este dinero siga siendo insuficiente. Según el consejero del Banco Central Europeo (BCE) y presidente del Bundesbank, Axel Weber, el país necesitará unos 80.000 millones de euros para cumplir con sus obligaciones de pago, según informa el diario The Wall Street Journal, casi el doble que lo que prevé el mecanismo de rescate.

El banquero alemán, máximo favorito para relevar el próximo año a Jean Claude Trichet al frente del BCE, confió sus temores sobre el empeoraiento de la posición de Grecia a un grupo de legisladores durante una reunión a puerta cerrada, según indicaron al periódico fuentes conocedoras del asunto, que señalaron que Weber reconoció que llegados a este punto "no veía alternativas al rescate".

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