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Las dudas sobre el rescate llevan al 7% el coste de la financiación de Grecia

La necesidad de captar 11.000 millones hasta mayo y los rumores sobre fugas de depósitos disparan la rentabilidad de la deuda un punto más en una semana

Íñigo de Barrón

Hace una semana, Grecia colocó en los mercados 5.000 millones de euros a siete años, a un tipo de interés algo superior al 6%. El Gobierno griego consideró este precio demasiado elevado. Ayer, el Gobierno de Yorgos Papandreu recibió una noticia mucho peor: el mercado determinó que si quiere financiarse a 10 años debe pagar el 6,963%. Sólo durante la jornada de ayer, los inversores elevaron la rentabilidad exigida a la deuda en 0,453 puntos. Desde hace siete días, un punto. En algunos momentos de la sesión, la rentabilidad del bono griego llegó al 7,16% y la prima de riesgo con Alemania alcanzó los cuatro puntos porcentuales. Esta carrera meteórica dificulta muchísimo las posibilidades de recuperación de esta economía. No hay que olvidar que Papandreu aún debe emitir 11.000 millones antes de finales de mayo, y un total de 53.000 millones antes de acabar el año.

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Detrás de estos datos están los especuladores, pero también las grandes dudas que todavía despierta Grecia y el plan de Bruselas para rescatarla. Tras las fuertes presiones de Alemania, el Eurogrupo decidió que sólo socorrerá a Grecia como último recurso. El Fondo Monetario Internacional (FMI) será el principal financiador si hay problemas. Berlín quiere que Atenas siga recurriendo a los mercados, y por tanto que pague tipos de interés elevados como castigo por los años de excesos y engaños de las autoridades helenas sobre las cifras del déficit público.

Los mercados, con sesiones como la de ayer, parecen haber entendido el mensaje de castigo. "A los tiburones financieros se les llama así porque cuando huelen sangre, muerden para sacar todo el provecho posible. Grecia está débil, necesita dinero y ellos van a intentar cobrárselo al precio más caro posible", explica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

Según este experto si, además, Europa garantiza que el país heleno no va a quebrar, esta especulación será como tirar a parado. "Los inversores agresivos pueden ganar mucho dinero en poco tiempo. Entre tres y cuatro puntos de rentabilidad en un par de semanas", apunta Díez. No hay que olvidar que la deuda griega es aceptada por el Banco Central Europeo para obtener liquidez, por lo que es muy útil para las entidades.

Uno de los rumores que avivó la tensión ayer en los mercados fue que los bancos griegos estaban perdiendo fuertes cantidades de dinero que los clientes retiraban para ingresarlo en otros bancos europeos. De confirmarse, sería una dificultad más para el Gobierno de Atenas.

La buena noticia fue que el terremoto griego no afectó a los mercados bursátiles. El índice europeo EuroStoxx 50 subió un 0,37% y el Ibex 35 recuperó un 0,84%. El precio de la deuda de los países de la zona euro, incluida España, tampoco registró grandes subidas. Sin embargo, los problemas financieros de Grecia sí golpearon a la moneda única. El valor del euro cayó ayer casi un 1% y cerró en el 1,3367 frente al dólar.

José Luis Martínez, estratega jefe de Citigroup, cree que los inversores están intentando poner precio al rescate de la economía griega. "Se aprovechan de la falta de liquidez del mercado para marcar tipos muy altos. En algún momento de la sesión, incluso ha tocado máximos con el 7,16%, pero lo normal sería que bajara con la misma rapidez que ha subido". Para Martínez, el precio razonable de la financiación de Grecia debe estar cerca del 6%. "Un 7% es un tipo excesivo, casi imposible para ese país", concluye. A esos precios, el coste de la deuda se come casi todo el ahorro que consigue Grecia con su drástico plan de austeridad, que incluye subidas de impuestos, congelación de las pensiones, recortes del sueldo de los funcionarios y que ha desatado una oleada de protestas.

Si pagara el 7% por el dinero prestado, Grecia se estaría financiado casi cuatro puntos por encima de los bonos alemanes -la referencia del mercado por ser los más seguros- y tres puntos más de lo que paga España por los suyos. Wolfgang Münchau, director adjunto y columnista del Financial Times y presidente de Eurointelligence ASBL, comentó, el jueves pasado, que Grecia no podrá pagar tipos ni del 6% porque necesitaría un crecimiento del producto interior bruto (PIB) superior al 2%, algo que no va a ocurrir. "Acabaremos teniendo la peor de las situaciones posibles: un Estado miembro en bancarrota", anticipaba Münchau.

Los hedge funds (fondos de alto riesgo) se mueven con soltura en situaciones complejas como ésta. Los problemas de Grecia son un déficit del 12,7% del PIB y una deuda que supera el 120%. La cuestión de fondo es si la Unión Europea subvencionará o no los préstamos que necesita Grecia. "Si se está pidiendo entre el 6% y el 7% para financiar a Grecia es porque los mercados creen que existen muchas dudas sobre el plan de rescate. Hay muchos frentes abiertos y eso genera intranquilidad" apunta Daniel Suárez, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

Otro rumor, desmentido por el Gobierno de Papandreu, es que Grecia quería cambiar el acuerdo alcanzado con el FMI, el mes pasado, debido a que este organismo podría imponer condiciones muy severas por sus ayudas. Precisamente hoy llegará a la capital griega un grupo de expertos del Fondo Monetario para asesorar al Gobierno de Atenas sobre la gestión de las finanzas públicas.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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