La inversión confía en Estados Unidos
Los mercados de valores europeos reaccionaron ayer de forma confusa ante una situación económica muy compleja y que exige manejar los datos disponibles con sumo cuidado.
La apertura en Europa fue negativa al no contar los inversores con nada nuevo para variar su comportamiento de los últimos días. Las expectativas sobre el sector financiero apenas han cambiado, a pesar de la publicación del dato de morosidad del conjunto de la banca española a finales de marzo.
El Ibex 35 llegó a caer el 1,67% para acercarse a los 8.800 puntos, pero el mercado de futuros de Estados Unidos apuntaba al alza y el dinero sustituyó al papel en cuestión de minutos. Al cierre de esta sesión el Ibex 35 subió el 2,01% y vuelve a situarse por encima de los 9.150 puntos. Los valores medianos del mercado subieron el 1,75% y los pequeños cedieron el 0,81%.
La economía de Estados Unidos continúa ofreciendo indicios de encontrarse cerca del fondo de la crisis aunque, en general, son los indicadores de confianza los que dan esa impresión frente al tono aún negativo de la mayoría de los índices de actividad. Ayer le tocaba el turno al índice de confianza de los constructores, que se situó en su nivel más alto en ocho meses, dando pie con ello a pensar que la crisis del sector podría estar próxima a su fin.
La Bolsa de Nueva York ganaba más del 2% poco después de su apertura y consiguió que los inversores europeos miraran el futuro con algo más de optimismo. En un plano más técnico, puede considerarse que la corrección de más del 6% entre el máximo del pasado día 8 y el mínimo intradía de ayer es una respuesta más que suficiente para un mercado al que se sigue concediendo posibilidades alcistas a medio plazo.
La cuestión de la morosidad de la banca española que, con datos de marzo, casi se ha cuadruplicado en un año al alcanzar el 4,3% del total de los créditos, apenas sorprendió a los inversores, aunque en los primeros minutos de esta sesión parecía una cuestión bastante más seria y digna de tener en cuenta.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta 3.447,58 millones de euros, a pesar de que las operaciones de bloques con acciones de Telefónica sumaron cerca de mil millones de euros.
