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El examen a la banca europea

La presión fuerza a la banca alemana a confesar su alta exposición a Grecia

Los inversores penalizaron los bonos germanos por ocultar su riesgo soberano

Miguel Jiménez

España se llevó ayer el premio de los inversores por su ejercicio de transparencia y severidad en las pruebas a la banca. En el otro extremo, Alemania recibió un alud de críticas por ocultar el riesgo soberano de buena parte de sus bancos, pero, además, sufrió el castigo por parte de los inversores. Los bonos alemanes padecieron su mayor caída de las últimas semanas y su rentabilidad tocó los máximos en más de un mes. La presión de la opinión pública y de los mercados obligó a las entidades alemanas a acabar confesando su fuerte exposición a Grecia.

Alemania ha acudido a las pruebas de resistencia a la banca arrastrando los pies. Inicialmente se oponía a que se extendiesen más allá de los grandes bancos, luego era contraria a que se publicaran los resultados y su última batalla fue para que no se conocieran los datos de riesgo soberano de las entidades.

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Finalmente, también perdió esa batalla. "Acordamos con todas las autoridades supervisoras y con los bancos que en este ejercicio se revelarían todos los datos sobre riesgos soberanos", explicaba el secretario general del Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS, por sus siglas en inglés), en declaraciones al Financial Times. Sin embargo, como publicó ayer EL PAÍS, buena parte de los bancos alemanes examinados incumplió ese compromiso. Seis entidades germanas mantuvieron ocultos sus datos de riesgo soberano durante el fin de semana, entre ellas, el mayor banco alemán, Deutsche Bank, y el único del país que suspendió las pruebas, el Hypo Real State. Ayer, el Hypo, el Landesbank Berlin, Postbank y WGZ publicaron sus cifras. Faltan las del Deutsche y las de DZ Bank, pero los datos conocidos demuestran ya que la banca alemana es la que tiene un mayor riesgo soberano griego, superior a los 15.000 millones.

Un portavoz del Deutsche Bank aseguró ayer a este diario que la entidad publicará hoy sus datos, junto con los resultados del segundo trimestre. En junio pasado, el banco dijo a los analistas que su exposición a la deuda griega era de unos 500 millones. Los expertos creen que la crisis de la deuda ha afectado a los resultados de la entidad en el segundo trimestre. Las acciones de Deutsche Bank llegaron a caer ayer un 3% al inicio de la sesión, pero cerraron el día al alza.

La resistencia alemana a publicar las cifras se ha producido a pesar de que la metodología de las pruebas de resistencia europeas apenas penalizaba la posesión de deuda griega. La explicación del CEBS es que tras la creación del fondo de rescate del euro no se contempla la hipótesis de un impago por parte de ningún país europeo. Por ello, el recorte de valoración del 23,1% aplicado a los títulos griegos para contemplar un escenario de crisis de la deuda afectaba solamente a la cartera de negociación (títulos que se compran y venden especulativamente) y no al conjunto de la exposición neta, que incluiría también la cartera a vencimiento.

Esa benevolente hipótesis sobre la deuda griega ha favorecido sobre todo a los bancos de los países que tienen más títulos emitidos por Atenas y que son, sobre todo, los alemanes, franceses, chipriotas y belgas. El resultado de esa peculiar metodología es que en las pruebas de resistencia se ha aplicado un mayor recorte por tener deuda griega al Banco Santander (cuya exposición total es de 300 millones) que a Hypo Real State (con 7.913 millones en cartera) o a BNP Paribas (con unos 5.000 millones).

En general, varios analistas señalaron ayer que si el recorte de valoración se hubiera aplicado a toda la cartera de deuda soberana de todos los países, habrían suspendido las pruebas 24 entidades con unas necesidades de capitalización de unos 15.000 millones de euros (en lugar de las siete entidades y 3.500 millones que han salido en el examen).

Fuentes financieras conocedoras de las pruebas de resistencia indican, además, que en el último momento se excluyó del examen europeo la deuda soberana rusa y suiza, aunque otras fuentes que participaron en el proceso señalaron que no les constaba ese hecho. Fuentes del mercado indican que la gran beneficiada con esa decisión -en particular en lo relativo a la deuda rusa- habría sido la banca alemana, con fuertes posiciones en el país.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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