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Los problemas cercan a Irlanda

El PIB irlandés vuelve a caer y más de lo esperado mientras la prima de riesgo marca un nuevo máximo por las dudas sobre su sector financiero

Irlanda no levanta cabeza. Tras salir de la recesión en el primer trimestre del año, el Producto Interior Bruto irlandés ha vuelto a caer entre abril y junio. Y, lo que es peor, lo ha hecho a una velocidad que ha sorprendido a los analistas condicionado por el descenso del consumo y el desplome de la inversión. Sin embargo, la recaída, que ha tenido graves consecuencias en el mercado de deuda secundaria, no ha sido la única mala noticia para el país. A ello se le ha sumado que cada vez hay más dudas sobre si Dublín será capaz de respaldar a su dañado sector financiero, un agujero por donde se le están escapando miles de millones de euros, ya que no hay dinero para pagar a todo el mundo.

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Para los inversores, los términos Irlanda y riesgo ya van unidos, tal y como ha quedado demostrado en la frustrada subasta que hoy ha realizado el Tesoro de aquel país a corto plazo. La suma de malas noticias ha impulsado el riesgo país -la diferencia entre la rentabilidad de los bonos a 10 años frente a los alemanes y que equivale a la prima que han de pagar los Estados a los inversores para adquirir sus títulos frente a los bund, de referencia por su estabilidad- y los seguros por impago contra la deuda irlandesa a máximos históricos. El recrudecimiento de la presión cada vez deja menos margen a Irlanda para superar sus problemas sin tener que recurrir a la ayuda de sus socios del euro, tal y como ha ocurrido con Grecia.

Portugal, el compañero de Irlanda en esta odisea, también ha visto como su prima de riesgo alcanzaba un récord desde su entrada en el euro. La prima de Irlanda se ha situado en 417 mientras la de Portugal ha llegado a los 400. Frente al más del 6% que se paga por comprar un bono de Irlanda o Grecia, a Alemania le basta con abonar un 2,3%.

La incertidumbre y el regreso del pesimismo generalizado ante el futuro de la economía ha incrementado el trasvase de inversores de otros valores a los bonos alemanes. Este movimiento se explica por su deseo de buscar un refugio en el que resguardarse de las turbulencias. La consecuencia es que la mayor demanda ha rebajado aún más los intereses que debe pagar Berlín por colocar su deuda, lo que se ha traducido en un aumento del riesgo país de España , aunque en mucha menor medida que en el caso de Irlanda, Portugal o Grecia, el furgón de cola de la crisis. En cualquier caso, lo suficiente para que este indicador registrase su mayor subida diaria de las últimas dos semanas hasta los 184 puntos básicos.

La reactivación de los temores sobre la banca irlandesa también se ha dejado notar en los mercados de renta variable . Por si tuvieran pocos motivos de preocupación tras los mensajes pesimistas de la Fed y la acumulación de indicadores que constatan el frenazo en la recuperación, las Bolsas europeas han reaccionado con descensos.

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