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El ritmo de caída de la economía se frena tras el desplome de inicio de año

El plan E evita una contracción mayor del PIB - El Banco de España reclama una reforma del mercado laboral para cambiar el modelo productivo

Manuel V. Gómez

A veces las comparaciones no son tan odiosas como dice el refrán. El desplome de la economía española en el primer trimestre del año fue terrible. Tanto que aunque la caída ha continuado durante el segundo, casi parece un alivio que lo haya hecho a un ritmo menor. Entre enero y marzo el PIB se contrajo un 1,9%; de abril a junio, un 0,9%, según la estimación publicada ayer por el Banco de España. La recesión cumple así un año. Y lo que es peor amenaza con seguir haciéndose mayor y cumplir dos o quedarse cerca.

Con el dato de ayer, lo único que queda claro es que ha remitido un poco la velocidad de la crisis, aunque se sigue ahondando en ella. De hecho, al comparar lo sucedido en el segundo trimestre con lo que pasó en el mismo periodo de 2008 el desplome llega al 4%.

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Mucho tiene que ver en este leve frenazo las medidas anticrisis del Gobierno y los 8.000 millones que ha inyectado en los ayuntamientos para obras locales, que han generado más de 400.000 puestos de trabajo. "El grueso del ajuste recayó en la industria y en la construcción, si bien, en este último caso, se moderó por los efectos de la puesta en marcha de los proyectos de obra civil", aclara el organismo supervisor. También apunta a las ayudas puestas en marcha para la compra de automóviles y el gasto de las Administraciones públicas, que "contribuyeron a sostener el gasto mediante cuantiosas transferencias netas a las familias".

"El plan E ha servido para evitar la caída de unas décimas más del PIB", incide Javier Andrés, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, "pero no sabemos cuanto van a durar sus efectos". Con esta última frase, Javier Andrés apunta que una cosa es que la caída de la economía sea menor y otra que la crisis haya tocado fondo, y deje de destruirse empleo. Es decir, el PIB todavía se está contrayendo y en su opinión es fácil que hasta julio del año que viene España no deje atrás la recesión.

Para Andrés, la prueba de fuego llegará a finales de este año, cuando aventura un último trimestre malo, sobre todo para el empleo. "Los únicos brotes verdes [en referencia a síntomas de mejora] son los que vienen del exterior", afirma. Con ello recuerda que ha sido precisamente la contribución del sector exterior, que ha crecido en un año un 2,4%, el que ha evitado una caída mayor de la economía, pues la demanda interna ha supuesto un lastre del 6%.

En esta caída de la demanda interna, desempeña un papel determinante el hundimiento del consumo de los hogares españoles que se contrajo en torno a un 15%. Y aquí, como una pescadilla que se muerde la cola, tiene su importancia el espectacular aumento del paro en el último año (la última EPA situó la tasa en el 17,9%). "La debilidad del gasto en consumo de los hogares obedece al notable deterioro del mercado laboral", explica el Banco de España en su boletín.

De todo esto, la lectura que extrae Florentino Felgueroso, investigador de la Federación de Estudios de Economía Aplicada, no es muy positiva. "Lo más preocupante es nuestra gran dependencia de la demanda interna. Hasta que no mejore la demanda de los hogares, no se recuperará la economía", explica Felgueroso. Y dado que en ello tiene un papel determinante el empleo, y éste no ofrece síntomas de mejora en el corto y medio plazo, su conclusión es desoladora: "La salida de la crisis va a ser lenta". Y, como Andrés, pronostica próximas caídas de la economía en los próximos trimestres.

Sin decirlo directamente, también el Banco de España establece un nexo entre la salida de la crisis y la situación del mercado de trabajo. En el mismo boletín en el que avanza sus estimaciones sobre la evolución económica en el último trimestre (que tendrán que ser confirmadas en las próximas semanas por el INE), dedica un capítulo entero a analizar el mercado laboral español. En él reclama su reforma por enésima vez. "Un diseño más adecuado del mercado de trabajo [...] facilitaría una salida más rápida del desempleo", escribe el supervisor. "La configuración del mercado de trabajo es posiblemente el ingrediente más importante para promover un cambio en el modelo productivo", continúa.

Pero el consejo volvió a caer en saco roto. La respuesta del Gobierno corrió ayer a cargo del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho: "No hay ninguna reforma laboral en la agenda del Gobierno".

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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