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Un rosario de indicadores que apuntan a una desaceleración mayor de lo esperado

Desde la producción industrial hasta la confianza de los consumidores o el empleo muestran una pésima evolución de la economía a un mes de las elecciones

Como si se tratara de una maldición, a sólo un mes de las elecciones generales, todos los indicadores de la economía española emitidos desde principios de año apuntan a una desaceleración que aparenta ser más profunda de lo que habían avanzado expertos.

El mundo económico y financiero contempla atónito como una de las economías más vigorosas de la zona del euro hasta hace bien poco se debilita a un ritmo tan rápido que no podría haber sido pronosticado ni por los más pesimistas.

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La confianza de los consumidores marca su segundo mínimo histórico en enero

Al aumento récord del paro en enero anunciado el lunes por el Ministerio de Trabajo, se han sumado hoy otra cascada de indicadores que, entre otras cosas, han revelado un desplome en el índice de gerentes de compras del sector servicios en España hasta niveles de contracción.

Este índice bajó en enero a 44,2 desde 51,0 de diciembre. Una caída mensual de 6,8 puntos es la más aguda desde que comenzara a elaborarse el indicador en 1999.

"Esto hace la lectura absolutamente terrible," ha afirmado a Reuters Chris Williamson, principal economista en la investigación de NTC.

Caída de la producción industrial

En la misma línea, la producción industrial, cuyo índice general ha caído un 2,4% en tasa interanual, ha situado a este significativo indicador de la actividad industrial en un nivel de caída desconocido desde junio de 2002.

No obstante, por encima de ellos, el aumento del paro en un marco de fuerte desaceleración del mercado inmobiliario ha pasado factura a la confianza de los consumidores españoles, que ha encadenado en enero su segundo mínimo histórico consecutivo.

"Me sorprenden (los indicadores). Nunca he visto algo similar y pensaría que la economía va a atravesar momentos difíciles en base a estas cifras", ha afirmado desde 4Cast José Zárate. "Nuestro pronóstico ya es de un crecimiento entre el 2,2 y el 2,4% para este año (frente al 3,1% del Gobierno), por tanto ya somos absolutamente pesimistas", ha añadido Zárate.

Adicionalmente, varios economistas están de acuerdo en que el cambio de ciclo interior no encuentra un respaldo exterior que compense esta nueva situación económica en España tras más de una década de fuerte y continuado crecimiento.

"Se está combinando una situación exterior complicada con unas condiciones internas adversas por la construcción, el empleo y un IPC por encima de otros países", ha apostillado Antonio Zamora, economista de Banco Urquijo.

Las malas noticias económicas para España se añaden a los dos problemas más agudos que ha tenido su economía en los últimos años: uno de los déficit por cuenta corriente más altos del mundo, que se acerca al nueve por ciento del PIB, y una inflación que en enero se ha situado a sus niveles más altos de una década, según un indicador avanzado.

Todavía no toca bajar los tipos

Aunque los más recientes datos de la economía española resultan particularmente negativos, el conjunto de la economía de la zona del euro tampoco escapa a una desaceleración.

Pese a ello, los expertos han descartado que sea la hora de un recorte de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).

"No apuesto (por un recorte de tipos en la próxima reunión del BCE del jueves). Me parecería dar un giro de 180 grados en poco tiempo", ha explicado Alfonso García-Yubero, economista de Banif. "Nosotros barajamos una baja en el año, pero no ahora", ha añadido.

El precio del dinero en la zona del euro, que comenzara a subir en diciembre de 2005, está actualmente en el 4%.

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