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La crisis del euro

La troika pide a Portugal que recorte aún más los sueldos a los trabajadores

Antonio Jiménez Barca

Durante nueve días, del 7 al 17 de noviembre, los enviados de la troika (UE, BCE y FMI) han examinado la situación económica portuguesa y las medidas aplicadas -y que va aplicar- el Gobierno portugués para hacer frente a sus compromisos de déficit. Tras este examen, estos especialistas han aprobado al Gobierno portugués, han dado el visto bueno a los 8.000 millones de euros del tercer tramo del préstamo de 78.000 millones acordado por estas tres instituciones en mayo para salvar a Portugal de la crisis, pero avisan de que lo peor está por llegar y advierten de que son necesarias aún más medidas de ajuste, entre las que se cuentan las de bajar los sueldos aún más a los trabajadores.

El Gobierno portugués anunció hace semanas que los funcionarios y los pensionistas que ganen más de 1.000 euros al mes no tendrán paga extra ni en el verano ni en Navidad. La troika apunta en su comunicado que "a fin de mejorar la competitividad, los salarios del sector privado deberían seguir el ejemplo del sector público, que ha aplicado recortes sostenidos". Los expertos del FMI, BCE y UE no especifican, eso sí, si esta bajada se tiene que aplicar a las pagas extra o de otra forma.

La caída de las exportaciones portuguesas está detrás de todo esto. El Gobierno portugués ya anunció que permitirá a las empresas alargar la jornada laboral media hora más gratis a fin de aumentar la productividad. La troika lo juzga insuficiente. "Esto tendrá un impacto, pero no es la panacea", explicó Poul Thomsen, del FMI, en la RTP, la cadena estatal portuguesa.

Con todo, por ahora Portugal no precisará más dinero. Así lo aseguró el primer ministro, Pedro Passos Coelho, hace unos días y así lo han manifestado los inspectores de la troika: "En líneas generales, el programa ha empezado adecuadamente, aunque su éxito depende fundamentalmente de la aplicación continuada de una amplia gama de medidas estructurales". Jürgen Kröger, representante de la UE en la troika que examina a Portugal, fue más concreto después en una entrevista concedida ayer a Diário de Noticias: "El programa es flexible pero no nos parece necesario [que se refuercen los 78.000 millones de euros]". En la misma entrevista, a la pregunta de si Portugal puede acabar como Grecia, Kröger responde: "El riesgo de Grecia no es el de aquí. Los riesgos políticos son diferentes. Portugal tiene una mayoría estable en el Parlamento". Para terminar, asegura que no se compromete a asegurar a los portugueses que, tras dos años de sacrificios, vayan a vivir mejor.

De cualquier forma, la troika acordó el envío de los ocho millones de euros de este tercer tramo del préstamo, auguró para el próximo año una caída del PIB portugués del 3% (el Gobierno portugués lo fija en un 2,8%) y recordó que en febrero volverá para la siguiente evaluación.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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