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Crecen los ositos de goma

Haribo amplía su factoría y sus puntos de venta

Los legendarios ositos de gelatina caminan a paso firme para endulzar nuevos mercados. Desde que el fundador de la empresa Haribo, el alemán Hans Riegel Bon, sacó al mercado el oso bailarín a mediados del siglo pasado, el grupo no ha parado de crecer.

Haribo España cerró el ejercicio 2001 con una facturación aproximada de 42 millones de euros y prevé alcanzar los 60 millones en dos años

El grupo Haribo cuenta en la actualidad con 19 fábricas y una multitud de empresas comerciales repartidas por todo el mundo. Pero la historia no termina ahí. La filial española del grupo Haribo, líder mundial de los caramelos de gelatina, ha invertido recientemente 1.500 millones en la ampliación de su fábrica de Cornellà de Terri (Girona) e intenta consolidar nuevos canales de distribución a través de grandes superficies y farmacias. Haribo España cuenta también con una fábrica en Crevillent (Alicante), dedicada a la producción de regaliz y geles dulces.

La inversión en la factoría gerundense, inaugurada en 1995 y hasta ahora dedicada exclusivamente a los ositos de goma, ha permitido abrir nuevas líneas de producción de regaliz, geles dulces y grageas de colores. Estos productos empiezan a estar presentes en los supermercados y la empresa confía en introducirse durante este año en el 85% de las grandes empresas distribuidoras de alimentación. Las farmacias son otro de sus objetivos: un acuerdo con la Federación de Farmacias de Cataluña les permitirá estar presentes en 3.300 establecimientos. La expansión tiene como objetivo llegar a 17.000 farmacias españolas.

La firma está convencida de que los ositos blandos y sus dulces compañeros tienen todavía mucho camino por recorrer en España. Mientras que un consumidor alemán o francés ingiere entre 6 y 10 kilos de golosinas al año, un español no pasa de los 2,5 kilos. Los productores de caramelos deben luchar contra la arraigada creencia de que los dulces son poco saludables. El clima cálido tampoco beneficia la venta. Además, los productos envasados en bolsitas tienen dificultades para competir ante la costumbre de los españoles de llenar una bolsita con diferentes productos de su propia elección. No obstante, los estudios prevén un incremento del mercado de los caramelos en general que podría llegar al 5%. El consumo anual de caramelos se sitúa actualmente en torno a las 106.000 toneladas, con un valor aproximado de 65.000 millones de pesetas.

La especialización también abre mercados. El director de Haribo España, Ferran Juncà, destaca la creciente demanda de un producto destinado a la comunidad judía. Se trata del caramelo kosher, un producto de gelatina cuya composición y elaboración debe ser supervisada por un rabino. La factoría de Girona es la única productora mundial de caramelos de gelatina kosher. Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Israel o Francia son los destinatarios de la mayoría de estas exportaciones.

Haribo España cerró el ejercicio de 2001 con una facturación aproximada de 42 millones de euros. La facturación de todo el grupo ascendió a 1.081 millones en todo el mundo. Las previsiones de crecimiento de la filial española se sitúan en torno a los 60 millones de euros de facturación en los próximos dos años.

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