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Reportaje:

Energía solar, segunda generación

Isolux instala en Galicia la primera fábrica mundial de paneles solares ultragrandes

Los paneles solares fotovoltaicos, que producen electricidad, tienen una superficie media de un metro cuadrado y necesitan una inversión de unos 600.000 euros para disponer de 0,1 megavatios de potencia eléctrica. T Solar, una compañía controlada por la constructora Isolux Corsán, fabricará paneles de 5,7 metros cuadrados y utilizará un sistema que reducirá 2,5 veces el costo de producción sobre el precio de la electricidad obtenida del sol. Es la segunda generación de energía solar y se basa en la misma tecnología que permitió popularizar las pantallas planas de televisión: láminas delgadas de silicio que utilizan 50 veces menos mineral que los sistemas actuales.

La primera fábrica de paneles de capa fina cuenta con una inversión de 75 millones de euros

"Vamos a revolucionar la producción de energía solar en Europa", asegura Mark Pinto, vicepresidente de la estadounidense Applied Materials, propietaria de la técnica de producción industrial de los nuevos paneles. "Aún no sabemos cuánto se va a abaratar la inversión en huertas solares. Lo que sabemos es que esta tecnología ha dividido por cinco los costes de producción de las pantallas planas de televisión y eso es algo que cualquiera puede ver. Yo diría que vamos a democratizar la energía solar", explica Jordi Andreu Batallé, uno de los mejores investigadores españoles en energía solar, que acaba de ser fichado por T Solar como director técnico.

T Solar está construyendo en el Parque Tecnológico de Ourense la primera fábrica mundial de paneles de capa fina, con una inversión de 75 millones de euros. El proyecto está comandado por Isolux Corsán (50,1% del capital). La Xunta de Galicia ha suscrito un 29,4% de las acciones; un 15,5% pertenece al grupo promotor, encabezado por el banquero Marcial Portela (consejero del Santander), y el 5% es de Caixanova. La fábrica estará terminada en diciembre y en enero llegará la maquinaria de Applied Materials. Jordi Andreu calcula que en marzo de 2008 arrancará la producción en pruebas, que estará en plena cadencia (24 horas los 365 días del año) a finales de 2008. Luego entrarán en servicio fábricas similares que se están construyendo en China, India, Alemania y Taiwan, también con tecnología Applied de silicio en capa fina.

"Hoy una iPod o un MP3 cuestan 170 euros o menos, cuando con el antiguo proceso de producción costaban 1.000 euros. Haremos lo mismo con la energía solar, rebajaremos cinco veces su coste de producción y sacar electricidad del sol costará lo mismo que de cualquier otra central convencional", indica el vicepresidente de Applied Materials.

"Di el paso de la universidad a la empresa porque creo en esta tecnología. Hoy el coste de las centrales fotovoltaicas es muy caro, hasta cinco veces más alto que las otras técnicas. Por eso la energía solar, en un país soleado como España, sólo representa un 0,037% del total producido. Eso es lo que va a cambiar", opina Jordi Andreu, profesor de Física Aplicada y hasta hace unos días jefe del Grupo de Energía Solar de la Universidad de Barcelona.

Todo el proyecto se basa en ser los primeros en llegar al mercado. Juan Laso, director general de T Solar, explica que "mientras que una célula convencional, como las que se hacen ahora, necesita 10 gramos de silicio por vatio de potencia, nosotros consumiremos 0,2 gramos de silicio por vatio". El truco es que, en lugar de cortar lonchas de silicio, la nueva compañía solar española crece una capa fina de silicio a partir de gas silano (Si H4) sobre un vidrio. El resultado son paneles de 5,7 metros cuadrados de superficie a un coste de mercado estimado de menos de 1.000 euros por pieza. Dicho de otro modo, si por cada vatio/pico (unidad de potencia a pleno sol y a 25°) una célula solar convencional (silicio cristalino) cuesta 2,5 euros, los nuevos paneles de capa fina lo harán por 1 euro, 2,5 veces menos; la inversión total en un parque solar se reducirá al menos un 10% y la capacidad de producción aumentará un 25%.

"Nacemos como proyecto empresarial para bajar el precio de producción de la energía solar, que hoy es cinco veces más alto que la electricidad de centrales convencionales y lo hacemos dando un salto tecnológico", explica Juan Laso. La nueva tecnología presenta, sin embargo, dos contraindicaciones: necesita más suelo para la misma potencia solar; y precisa, por nueva, credibilidad del mercado.

Aluvión de huertas

Para superar ambos escollos, Isolux ha firmado acuerdos con empresas de ingeniería y promotores solares, como Tuin Zonne, para comprar miles de fincas en toda España y algunos países europeos. La empresa quiere disponer de, al menos, 1,5 millones de metros cuadrados con 40 megavatios de potencia instalada. La respuesta ha sido un aluvión de ofertas para vender huertas solares a T Solar. La empresa quiere que su instalación inicial esté en Ourense, como escaparate de sus paneles ultragrandes.

El desarrollo de la energía solar es mimético al de la eólica, pero con 15 años de diferencia, explica Jordi Andreu. En 2005, España produjo 38 gigavatios/hora (Gwh) de electricidad con paneles solares; en 2006, la cifra llegó a 106 Gwh, con crecimientos exponenciales que hacen prever que la demanda de paneles seguirá triplicándose cada año. "Pero no sólo en España, eso será un fenómeno europeo y mundial", apunta Laso. Los datos de la patronal de energías renovables indican que, frente a los 300 megavatios de placas solares instaladas, la demanda del sector ya se sitúa entre los 6.000 y los 18.000 megavatios para los próximos tres años.

"Ahí es donde queremos estar. Lo que se espera es que los paneles vayan evolucionando hacia una tecnología de este estilo y cualquier consumidor verá que se abarata la producción y el consumo de energía solar", explica Andreu.

Según las estimaciones del sector en la actualidad un huerto solar de un megavatio de potencia con placas de silicio tiene un coste de instalación de unos seis millones de euros, que la nueva tecnología de capa fina rebajará al menos hasta los 5,4 millones de euros.

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