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Reportaje:

Félix Solís sale de compras

La bodega manchega refuerza su presencia en el sector de vinos sin burbujas y entrará en el cava gracias a los recursos propios

Con la transformación cada campaña de unos 170 millones de kilos de uva, ventas de 190 millones de botellas y una facturación de casi doscientos millones de euros, Félix Solís, en tiempos de crisis, se mantiene como uno de los pocos grupos bodegueros en expansión. Frente a la masiva venta de bodegas en las principales denominaciones de origen, consecuencia en la mayor parte de los casos de inversiones de empresarios ajenos al sector, la firma castellano-manchega de origen tiene en su agenda una política de expansión con la ampliación, construcción y modernización de bodegas en vinos tranquilos -sin burbujas-, así como para ampliar su actividad al sector del cava.

"Tirar los precios para vender más en tiempos de crisis no tiene sentido para nosotros y es algo que no encaja en nuestra política. Tenemos una estrategia de equilibrio calidad-precio y la estamos manteniendo con buenos resultados. En nuestra opinión, vender incluso por debajo de las marcas de la distribución va en contra de la propia marca. Puede ser una estrategia para alguien que necesite hacer caja, y es dudoso que puedan subir sus precios cuando pase la crisis", señala el presidente del grupo, Félix Solís.

El grupo defiende el mantenimiento de los precios pese a la crisis

La compañía, nacida hace más de medio siglo en Valdepeñas, tiene una fuerte implicación en Castilla-La Mancha. De allí procedían hace una década la totalidad de sus caldos y en la actualidad representan el 80%, fundamentalmente de la denominación de origen Valdepeñas, donde se halla la bodega más importante del grupo. Hoy, sobre todo con las marcas Viña Albali y Los Molinos, Valdepeñas supone el 63% de las ventas del grupo en esta denominación de origen y es la primera bodega exportadora. Esa dependencia de una sola denominación de origen se comenzó a romper en 2002 con una política de expansión y diversificación que se mantiene en la actualidad.

Bajo la sociedad Pagos del Rey, en 2002 se inició la salida con la construcción de una bodega en Ribera de Duero. En la actualidad, según datos Nielsen, bajo la marca Altos de Tamarón ocupa el segundo lugar en la clasificación de la denominación de origen. En 2006, el grupo adquirió la bodega Castillo Mudéjar en la denominación de origen Rueda, donde la marca Blume es la más vendida. En 2006, el grupo desembarcó con una nueva bodega en La Rioja, donde opera bajo la marca Castillo de Albai en el segmento de alimentación. Finalmente, esa estrategia culminó en 2008 con la compra de la cooperativa Bajoz, en Morales de Toro, junto con la construcción de otra bodega en Puebla de Almoradiel, en Toledo, en la denominación de origen La Mancha. En total, las inversiones en los últimos cinco años se sitúan en unos 50 millones de euros, de los que 20 corresponden a la construcción de la bodega en La Rioja; 12 millones, a la de La Mancha, y otros ocho millones, a la modernización de la bodega en Toro (Zamora).

En conjunto, las denominaciones de origen donde se halla presente el grupo suponen el 65% de todo el vino tranquilo que se comercializa en España.

En la actualidad, la estrategia de expansión del grupo castellano-manchego pasa por el desembarco en el sector del cava en la zona clásica de elaboración en Cataluña. Aunque el grupo prefiere iniciar los proyectos de bodegas desde la base, no se descarta comprar una ya en funcionamiento ante el gran número de bodegas en venta, siempre que tenga posibilidades para mejorar su estructura y ser más eficientes.

Junto a esta apuesta por el cava, el grupo no ha renunciado a los proyectos para entrar en otras denominaciones de origen como Rías Baixas, Somontano e incluso una bodega en un país de los denominados en el sector de los vinos como Nuevo Mundo, que son la gran competencia de los caldos comunitarios.

Este posicionamiento del grupo se produce en un momento de crisis en el sector del vino. En 2009 se produjo una caída de la demanda interior en una media del 10% e igualmente un descenso de las exportaciones en un porcentaje superior. Pero quizá la razón más importante de esta crisis se halla en el crecimiento del número de bodegas en todas las denominaciones de origen como sumidero de fondos obtenidos en otras actividades que han elaborado sus vinos sin disponer de un fondo de comercio. Las dificultades para colocar sus caldos se han traducido en ofertas de vinos a bajos precios, estrategia a la que también se sumaron otras bodegas bien conocedoras del sector, como el grupo líder J. García Carrión (Don Simón).

En este escenario, el grupo Félix Sólis Avantis aumentó sus ventas en 2009 un 14% en una estrategia basada fundamentalmente en varios pilares. Primero, concentrarse solamente en el sector del vino, desde el de mesa a las denominaciones de origen, sin diversificar en otras producciones derivadas como mostos o sangrías. Segundo, mantenimiento por la apuesta de la marca con una buena relación calidad-precio, ajustar las cotizaciones, pero sin tirar las mismas simplemente para hacer volumen. Tercero, crecer fundamentalmente gracias a los recursos propios, evitando fuertes endeudamientos que obliguen a hacer caja. En la actualidad, las deudas del grupo se elevan a menos de 40 millones de euros.

De Valdepeñas a Shanghai

Otro de los pilares en el desarrollo del grupo Félix Solís se basa en la política de exportación, que en la actualidad supone ya el 52% de toda la actividad del grupo.

La bodega castellano-manchega fue pionera en el desembarco de un grupo bodeguero en China con el establecimiento de sus instalaciones en Shanghai, donde se envasan los caldos del grupo. Inicialmente se abordó el mercado con vinos de mesa para ir introduciendo vinos de marca a más precio. Hasta la fecha, los resultados no han respondido a las expectativas, pero se mantiene la apuesta en el vino.

Aunque el grupo comercializa sus caldos en casi un centenar de países, los mercados más importantes se encuentran en el marco comunitario y en otros, como Japón. Según los datos manejados por el grupo, Viña Albali es la tercera marca española más vendida en Reino Unido; en Japón es la segunda bodega española que más vende, sólo por detrás de Freixenet.

Para el presidente del grupo, tras la reforma de la OCM del vino -donde se eliminan algunos mecanismos para la regulación de los mercados y se ponen en marcha planes de ayuda para la promoción- se debería impulsar una política bajo la marca España. Félix Solís señala que a muchos consumidores del mundo ya les cuesta situar a España en el mapa, por lo que es aún más difícil llegar bajo una marca o una denominación de origen de las casi noventa que hay en la actualidad. El presidente del grupo no entiende que los planes de promoción tengan ayuda para su aplicación en todo el mundo menos para los países comunitarios, donde se halla el grueso de las ventas españolas.

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