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Accidente mortal en el Tibidabo

Fallece una adolescente y otros tres jóvenes resultan heridos al caer la atracción 'El Péndulo'.- El parque cierra hoy en señal de luto.- Sus responsables han abierto una investigación paralela a la de la policía judicial

Una tarde de diversión en el parque de atracciones del Tibidabo se convirtió ayer en tragedia para los cuatro adolescentes que, pasadas las siete de la tarde, volaban a 38 metros de altura metidos en la góndola de una de las atracciones estrella del recinto, El Péndulo. El brazo articulado de la atracción se rompió y arrastró la torre que lo sostiene. El resultado del accidente fue la primera víctima mortal del centenario Tibidabo, una adolescente de 15 años. Otras dos jóvenes de la misma edad resultaron heridas, una leve y otra de gravedad, y permanecen ingresadas. Un tercer chico, de 14 años y con contusiones, pudo abandonar el lugar con su padre, por su propio pie, rumbo al Hospital General de Catalunya. A pocos metros, el Cristo de la Iglesia del Sagrat Cor daba la espalda a El Péndulo. Hoy, el parque permanecerá cerrado en señal de duelo.

La atracción se revisa diariamente y fue objeto de inspección externa hace un mes
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Los trabajadores avisaron tres horas y media antes del accidente de que la atracción chirriaba

Testigos del accidente explicaron que, justo antes de precipitarse la atracción, se oyeron ruidos, mientras el brazo articulado se movía cada vez más. Tere, Marc y Arantxa, tres jóvenes que tomaban un refresco en el parque, oyeron el griterío y vieron al personal del Tibidabo correr "como locos" hacia el lugar del accidente: "La cesta de la atracción se encontraba completamente destrozaba", contaron al pie del parque, donde los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana cortaron el paso al poco rato. El Péndulo cayó sobre otra de las atracciones, en este caso acuática, llamada La Mina de Oro. Afortunadamente, pese a que esta segunda atracción estaba en funcionamiento, ningún visitante del parque pasaba por el canal acuático en aquel momento y no se produjeron más heridos.

De inmediato, las atracciones más próximas al lugar del accidente -el avión, la atalaya y la montaña rusa- fueron evacuadas, según explicaron fuentes municipales. El parque del Tibidabo es gestionado, desde su quiebra, por la sociedad Parc d'Atraccions del Tibidabo (PATSA), que depende de la sociedad pública Barcelona Serveis Municipals (BSM). En el momento del accidente, había cerca de 4.000 personas en el recinto. Los gritos de emoción y la música siguieron rodeando la sierra de Collserola, aunque el parque, que suele cerrar a las 23.00 horas, se fue quedando vacío hacia las 22.00 horas.

La atracción El Péndulo había sido adquirida en julio de 2006. Su montaje llevó tres días de trabajo. La máquina, que sube 38 metros de altura y baja al vacío a una velocidad de 100 kilómetros por hora en 2,8 segundos, cuenta con un brazo de 25 metros que sujeta la cesta, donde solo caben cuatro personas.

El cuerpo de la adolescente fallecida, originaria de Barcelona, fue evacuado del parque de atracciones en una ambulancia. Eran las 22.28 horas.Cerca de dos horas antes, un helicóptero trasladó al área maternoinfantil del hospital de Vall d'Hebron a una de las dos jóvenes heridas de gravedad, víctima de traumatismo en las extremidades inferiores. La joven quedó atrapada entre hierros a resultas de la caída del brazo articulado de la atracción, y tuvo que ser liberada, según informó el Servicio de Emergencias Médicas (SEM). La segunda adolescente, con un traumatismo craneoencefálico, fue llevada en ambulancia a Sant Joan de Déu.

La presidenta de la empresa municipal Parque de Atracciones del Tibidabo, SA (PATSA) y concejal de Sarrià-Sant Gervasi, Sara Jaurrieta, compareció ante la prensa en la falda del parque. Y explicó que cada día y cada semana se realizaban los correspondientes controles de El Péndulo. Pero, además, esta atracción, que según Jaurrieta no ha registrado en estos cuatro años ningún problema técnico de importancia, fue objeto de una inspección a fondo el pasado mes de junio, a cargo de una empresa externa.

Las causas por las que "cedió el anclaje" de la atracción se desconocían anoche, explicó Jaurrieta. La base de El Péndulo es de hormigón y está anclada con tornillos muy largos que por algún motivo cedieron. La policía judicial ha abierto una investigación para intentar aclarar los hechos. El parque, por su parte, abrirá también una investigación interna que irá en paralelo a la judicial.

Fuentes municipales explicaron que la única limitación para montar en la atracción es la altura: nadie que no mida al menos 1,40 metros (y que no sobrepase los 1,90 metros) puede subir a la góndola que cuelga de El Péndulo.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se personó en el parque tres horas después del accidente. También acudió al Tibidabo Assumpta Escarp, responsable de Seguridad del Ayuntamiento y concejal de Ciutat Vella.

Buena parte de los visitantes que abandonaban el parque anoche desconocían incluso que se había producido un accidente. Otros habían oído "rumores". La música y las luces y buena parte de las atracciones no afectadas continuaron en funcionamiento hasta pasadas las 22.00 horas, aunque por una de las laderas bajaban ambulancias y un trasiego de coches de la Guardia Urbana.

Los efectivos del SEM recibieron la alerta del accidente a las 19.13 horas y sus ambulancias llegaron al lugar a las 19.26 horas. En total, se enviaron cinco ambulancias, un helicóptero y un coche de intervención rápida.

El Péndulo, que permite experimentar a quien se monte en él las sensaciones de una caída libre, es la primera atracción de sus características en España. Su éxito se basa en la velocidad de 100 kilómetros por hora que llega a alcanzar. La caída se produce en menos de tres segundos. Una vez finalizada la fase de caída al vacío, la cesta que lleva a los visitantes describe un movimiento pendular de cerca de 50 metros de recorrido que, según el propio parque del Tibidabo, "convierte el trayecto en un viaje apto solo para los más osados".

El presidente del grupo municipal del PPC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha pedido hoy una auditoría técnica sobre la seguridad y el mantenimiento del parque de atracciones del Tibidabo y que, una vez se esclarezcan los hechos, se asuman "responsabilidades".

Brazo de 'El péndulo', la atracción siniestrada en el parque del Tibidabo.
Brazo de 'El péndulo', la atracción siniestrada en el parque del Tibidabo.TEJEDERAS

Incidentes y sustos del parque

El de ayer es el primer accidente mortal que se registra en el parque de atracciones del Tibidabo en los últimos años. Sin embargo, el recinto ha recibido varios requerimientos y ha tenido varios sustos por problemas de seguridad.

- 1996. Un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) revelaba graves deficiencias de seguridad en el Tibidabo. Describía así la antigua montaña rusa: "Presenta un pobre estado de mantenimiento: la vía se desplaza al pasar la vagoneta, hay fisuras y varios remiendos".

- 2001. Otro informe suspendió al parque del Tibidabo, junto a otros dos parques españoles. La revista describió así las atracciones de los tres recintos: "presentan agujeros en puentes, arreglos chapuceros, monitores que no controlan el acceso del público y los cierres de seguridad, extintores sin precinto, enchufes en mal estado y clavos que sobresalen al alcance del usuario".

- 2005. Susto mayúsculo. La atracción más emblemática del parque, el Avión, sufre una aparatosa avería. Con el parque abierto, la hélice de la avioneta -que entonces llevaba 77 años funcionando- se desprendió "montaña abajo", según algunos testimonios. La hélice apareció en la carretera. El Avión volvió a girar tras varias semanas de reparaciones.

- 2006. El parque de atracciones mejoró en un tercer informe de la revista Consumer. Sin embargo, su seguridad era catalogada como "regular". El informe señaló como principal problema el poco control en la sujeción de las atracciones.

- 2007. Otro susto sin consecuencias. La atracción del Hurakán, que durante varios minutos voltea 360 grados a sus usuarios, se quedó parada en seco con 11 chicos subidos en lo alto. La máquina tenía un mecanismo para pararse en caso de notar alguna anomalía. Los jóvenes estuvieron dos horas colgados -por suerte, en posición erguida- y la atracción reabrió tras una semana de revisión

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