_
_
_
_
_

Agresión mortal en el Fòrum

Un vídeo muestra el incidente que acabó con la muerte de un empleado de un hotel en Barcelona

Daniel Katz, empleado de mantenimiento de un lujoso hotel de Barcelona, murió el pasado 24 de septiembre tras recibir un puñetazo y caer fulminado al suelo. El trabajador, de 52 años, se vio envuelto en una disputa absurda: un grupo de jóvenes trató de acceder a los lavabos del establecimiento y los recepcionistas lo impidieron. Uno de esos chicos, Marc R. V., se entregó a los Mossos d'Esquadra al creerse responsable de la muerte del operario. Pero el joven, que permanece en libertad con cargos acusado de homicidio imprudente, sostiene que no fue el autor del golpe mortal.

Las imágenes grabadas por las cámaras de videovigilancia, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, muestran la secuencia de los hechos. En el vídeo se observa cómo Marc, que viste una camiseta gris clara, pasea por la explanada del Fòrum. Le acompaña un menor de edad con camiseta oscura y sin mangas, que también se entregó a la policía y está imputado por los mismos hechos. Son las 3.38 horas de la madrugada y la zona está abarrotada de chavales porque, poco antes, se ha celebrado allí un concierto multitudinario.

Más información
Fallece el empleado de hotel agredido en la Mercè
El agresor del Fórum se entrega al juez

El menor, a la izquierda de la pantalla, hace una señal a su amigo indicándole que espere un momento, que va a orinar en la calle. Marc, en cambio, le indica que le siga. Ambos entran en el hotel AC Barcelona seguidos por dos chicos y una chica que también van con ellos. Los jóvenes bromean y caminan de forma desenfadada hacia los lavabos. En su recorrido dirigen unas palabras a los recepcionistas. Uno de ellos, Fernando, les advierte de que no deben estar allí.

Los jóvenes hacen caso omiso y se produce el primer cara a cara. Marc trata de regatear a Fernando, pero éste le coge por los hombros y le empuja hacia la salida. El joven se zafa de un brinco se pone en posición de pelea. La tensión va en aumento. Fernando persigue al chaval, éste le propina una bofetada y huye a toda prisa del hotel.

La cosa podría haber quedado ahí de no ser por la trágica intervención de Katz. El hombre aparece ya en las imágenes anteriores. Viste de negro y porta un objeto cilíndrico en la mano. Está junto a una chica, su hija, que también había asistido al concierto y decidió hacer una visita a su padre. Tras observar el enfrentamiento a propósito del uso del servicio, Katz se suma a los recepcionistas para poner orden. Y persigue a Marc hasta la calle cuando éste pega a Fernando. La cámara que enfoca a la puerta del hotel muestra cómo Marc sale en primer lugar y se lleva la mano a la cabeza.

"Entendemos que el señor Katz le propina un golpe con la linterna, por eso se toca la cabeza dolorido", argumenta Javier Bustos, del bufete Bustos abogados, que lleva la defensa del chico. El fallecido, en cualquier caso, sale del hotel justo detrás del joven y le recrimina su actitud. El joven permanece con su actitud y propina un golpe con la mano izquierda a la mejilla derecha de Katz. Bustos opina que ese dato también juega a favor de su cliente, ya que el médico forense indica, en las conclusiones de la autopsia, que el golpe que causó las lesiones se produjo "en la parte izquierda de la cabeza" debido a "un impacto de alta velocidad".

La libreta de Katz salta por los aires a consecuencia del golpe. El hombre, sin embargo, sigue en pie: ese puñetazo no es el que le derriba. Persigue a Marc con dudas. Fernando aparece en escena, recibe otro puñetazo del joven y se desequilibra. A partir de ahí, por la lejanía de la escena, las imágenes no son suficientemente claras para determinar quién es el autor del puñetazo. De hecho, el informe elaborado por la división de policía científica de los Mossos no es concluyente en ese sentido. Lo único que se aprecia es cómo un hombre vestido de negro (Katz) cae al suelo tras recibir un puñetazo.

Según las declaraciones de Fernando ante el juzgado, el autor de esa agresión mortal fue "un chico de camiseta negra, cabello rubio y ojos claros, que posiblemente tenía un tatuaje en el cuello". El recepcionista también identifica "al chico de gris" (o sea a Marc) como el joven que le pegó a él. Dos de los amigos, sin embargo, declararon en el juzgado y con presencia de su abogado que fue Marc quien dio el golpe definitivo. Debido a su testimonio, y aunque las imágenes no son concluyentes, los mossos se inclinan ahora por pensar que Marc pudo ser el autor del homicidio. El caso, sin embargo, sigue abierto.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_