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Amaiur usa una treta para dificultar el veto del PP al grupo 'abertzale'

Su diputado por Navarra se ausenta para sortear lo que exige el reglamento

La placidez de la sesión constitutiva de las Cortes, con mayoría absoluta clara del PP, reforzada por su acuerdo con CiU para controlar las Cámaras, solo la rompió Amaiur.

El más numeroso grupo de diputados que ha tenido nunca la izquierda abertzale utilizó ayer una treta para burlar el reglamento del Congreso y forzar la concesión de un grupo parlamentario propio. No lo tiene garantizado porque la última decisión será de la Mesa del Congreso, es decir, del PP, pero hace muy difícil que si se le deniega el Tribunal Constitucional no vaya a darle luego la razón.

Amaiur tiene siete diputados, uno de ellos de Navarra, y el reglamento exige que se haya obtenido el 15% de los votos en todas las circunscripciones. En Navarra, Amaiur se quedó a unas décimas del 15%. Ayer, por sorpresa, su diputado por Navarra no acudió y, por tanto, no ha adquirido su condición, no existe como parlamentario hasta principio de año cuando jure su cargo.

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De esta forma, Amaiur pedirá con sus seis diputados del País Vasco un grupo parlamentario propio, porque en esas circunscripciones vascas sí llega al 15%. A efectos legales, el diputado de Navarra tiene tres plenos para asumir su escaño y, según el reglamento deberá elegir a qué grupo se incorpora.

Sobre la petición de los seis diputados vascos de Amaiur debe decidir la Mesa el viernes y el PP, por boca de su nuevo portavoz, Alfonso Alonso, adelantó ayer que no está de acuerdo con la maniobra y que Amaiur no debe tener grupo. Según dijo, es una "finta al procedimiento".

Sin embargo, el anterior presidente del Congreso, José Bono, recibió un informe de los servicios jurídicos de la Cámara en el que se asegura que sí deben tener grupo con esos seis diputados. El mismo informe se lo ha encontrado sobre su mesa Jesús Posada, elegido ayer presidente del Congreso.

En la Mesa decidirán los cinco diputados del PP (Posada, Celia Villalobos, Ignacio Gil Lázaro, Dolors Montserrat y Santiago Cervera), frente a los tres del PSOE (Javier Barrero, Teresa Cunillera y Carmela Silva) y el de CiU (Jordi Jané).

UPyD, que con sus cinco diputados no llega por tres décimas al 5% de votos en toda España, también pidió ayer tener grupo propio con una aplicación flexible del reglamento y por sus 1,4 millones de votos. El Foro Asturias Ciudadano de Francisco Álvarez Cascos le ofreció su escaño pero Rosa Díez rechazó ese truco. Todos los partidos, salvo el PP, ya han dicho que aceptan que ambos tengan grupo propio.

Posada no adelantó ayer su posición y, en su primera comparecencia ante los medios, se remitió a la decisión de la Mesa del Congreso el jueves por la tarde. Si fuera rechazado podría haber un recurso ante la propia Mesa y, posteriormente, ante el Tribunal Constitucional.

Si no se admitieran los grupos de Amaiur y UPyD, el Grupo Mixto quedaría con una veintena de miembros y no sería operativo. Los perjudicados serían el BNG, Coalición Canaria, GeroaBai, FAC y Compromís, que deberían repartir su tiempo en los debates y comisiones. El sentido de los partidos minoritarios no es el de ganar votaciones, como es obvio, pero sí el de tener voz y dejar constancia de sus posiciones, lo que no podrían hacer si han de compartir tiempo proporcionalmente con los siete de Amaiur y los cinco de UPyD.

El PP admite que tendría muchas dificultades para justificar la flexibilidad a UPyD y no a Amaiur. Más aún, después de que los abertzales hayan utilizado una treta que permite aplicar el reglamento de forma literal.

Ayer, la Cámara eligió a Posada como presidente (202 votos a favor, un error y 146 votos blancos) y funcionó el primer pacto entre el PP y CiU para controlar el Congreso, con mayoría absoluta, cediendo un puesto a los nacionalistas en la Mesa. El PSOE se abstuvo en la votación de Posada. Alfredo Pérez Rubalcaba recordó que en las dos legislaturas anteriores, el PP votó en contra de los dos presidentes socialistas, Manuel Marín y José Bono.

Xabier Mikel Errekondo (Amaiur) saluda a José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso.
Xabier Mikel Errekondo (Amaiur) saluda a José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso.JUANJO MARTÍN (EFE)

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