_
_
_
_
_
Atentado en Afganistán

Ataque suicida contra las tropas españolas

Dos soldados muertos y cuatro heridos por una furgoneta bomba en Afganistán - Los talibanes reivindican el acto terrorista y dicen que su objetivo era EE UU

Miguel González

Con semblante serio y flanqueada por el jefe de la cúpula militar, el general Julio Rodríguez, la ministra Carme Chacón compareció al filo de las dos de la tarde de ayer en la sede de su departamento para dar cuenta de las primeras muertes de soldados españoles en acción de guerra desde que asumió la cartera de Defensa, en abril pasado.

"Todos los españoles nos sentimos unidos ante el dolor [de las familias de las víctimas], que es nuestro dolor", dijo en una breve declaración, tras la que no admitió preguntas.

Por la tarde, Chacón despegó en un Airbus 310 de la Fuerza Aérea desde la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), rumbo a Afganistán, para repatriar hoy mismo a tres de los cuatro heridos en el ataque y los cadáveres de los dos fallecidos: el brigada Juan Andrés Suárez García, de 41 años, natural de Mieres (Asturias), y el cabo Rubén Alonso Ríos, de 30 años, nacido en Vigo (Pontevedra). Ambos serán condecorados con la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.

El 'kamikaze' embistió contra el último blindado de una columna
La unidad atacada no disponía de los nuevos blindados antiexplosiones
Chacón viajó a Herat para repatriar a los heridos y los cadáveres
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Más información
Participación española en misiones de paz
Los Príncipes presiden el funeral por los dos militares asesinados en Afganistán
Chacón: "Estamos en Afganistán para defender la libertad"
Muerte en Afganistán
"Nunca podré superar la muerte de mi hermano"
"Estaba feliz, como loco por participar en la misión"
El Rey y los partidos se solidarizan con las familias
Los bombardeos de EE UU sobre civiles alimentan el odio a las tropas
Estrategia terrorista talibán
Chacón vuela de regreso a España con los cuerpos de los militares muertos en Afganistán

Tras haber escapado indemnes a decenas de ataques en los últimos meses, la suerte volvió ayer la espalda a las tropas españolas. El atentado suicida se produjo a las 12.30 hora local (nueve de la mañana en Madrid) en el conflictivo distrito de Shindand, a unos 80 kilómetros al sur de Herat, donde se encuentra la principal base española.

Los soldados no tuvieron oportunidad de defenderse. Una furgoneta cargada con un arsenal de explosivos -desde municiones hasta proyectiles de artillería- se lanzó contra el Blindado Medio de Ruedas (BMR) que cerraba una columna formada por 12 camiones afganos y siete vehículos españoles. La furgoneta, una Toyota blanca, quedó prácticamente volatilizada, mientras que la onda expansiva desplazó el BMR, de 15 toneladas de peso, a una decena de metros de la carretera.

Además del kamikaze, cuyos restos quedaron esparcidos 150 metros a la redonda, dos de los militares españoles que viajaban en el blindado murieron en el acto, mientras que los otros cuatro resultaron heridos, tres de carácter leve. El único grave, el cabo primero José Antonio Cures García, de 27 años y natural de Lyon (Francia), fue intervenido quirúrgicamente de fractura abierta en una pierna en el hospital de campaña español (Role 2) en Herat y trasladado luego al centro hospitalario del Ejército estadounidense en Kandahar, dotado de más medios.

El hecho de que la furgoneta explotase antes de colisionar con el BMR y de que el ataque se produjera en un lugar abierto evitó que las consecuencias fuesen aún más graves.

El atentado fue reivindicado por los talibanes a través de una página web, que lo atribuyó a un tal mulá Habibullah e identificó a los muertos como estadounidenses. En la columna iban dos vehículos estadounidenses, pero no resultaron afectados.

Con los fallecidos ayer se elevan a 87 los miembros del Ejército español que han perdido la vida en la misión de Afganistán, donde España tiene casi 800 soldados. Aunque las últimas bajas se produjeron en septiembre de 2007, este año está siendo el más sangriento desde la invasión en 2001, con más de 4.000 muertos en acciones violentas, muchos de ellos civiles.

Los fallecidos procedían de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), con base en Figueirido (Pontevedra), y formaban parte de uno de los dos Equipos Operativos de Instrucción y Enlace (OMLT, por sus siglas en inglés), con 52 instructores en total, enviados a Afganistán en septiembre de 2007 para mejorar la preparación del Ejército afgano y propiciar a medio plazo la retirada de las tropas extranjeras.

El equipo atacado se ocupaba de la formación de un batallón de apoyo logístico. La columna mixta regresaba a su base de Camp Stone, a unos 15 kilómetros de Herat, tras llevar suministros a un cuartel del Ejército afgano en la provincia de Farah.

Los militares españoles pernoctaron el sábado en la sede del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT), bajo responsabilidad de EE UU, y emprendieron ayer el regreso a su base. La columna se cruzó en una recta con el suicida, que circulaba en dirección contraria, y, siguiendo el procedimiento establecido, le obligó a pararse en el arcén. Cuando pasaba el último blindado, arrancó y se lanzó hacia él.

El contingente español sufrió un ataque similar en noviembre de 2006, también en Shindand, pero en aquella ocasión el suicida se precipitó al activar su carga y sólo hubo heridos leves.

Entre los vehículos españoles que formaban parte de la columna atacada ayer no había ninguno de los nuevos blindados Lince, diseñados para resistir los ataques con minas y artefactos explosivos improvisados.

Los primeros 17 Lince adquiridos por Defensa están ya en Afganistán, pero han sido desplegados en el destacamento de Qal-i-Naw. Fuentes militares indicaron que se ha dado prioridad a la sustitución de los Vamtac, que son más vulnerables, frente a los BMR, más robustos.

Los vehículos van equipados con inhibidores de frecuencia, pero éstos sólo sirven para artefactos activados por control remoto. "Por más medidas que se tomen, la seguridad absoluta no existe y mucho menos frente a quienes están dispuestos a inmolarse", agregan expertos militares.

"En estos momentos somos aún más conscientes de hasta qué punto nuestros soldados exponen su vida por el bienestar y la libertad de un pueblo distante y también por nuestra propia seguridad", subrayó Chacón ayer. Su tarea, cuando comparezca próximamente en el Congreso, será convencer de que los resultados compensan tan alto riesgo.

Carme Chacón, durante la comparecencia para informar sobre el atentado de Afganistán. Tras ella, el general Julio Rodríguez.
Juan Andrés Suárez García.
Carme Chacón, durante la comparecencia para informar sobre el atentado de Afganistán. Tras ella, el general Julio Rodríguez. Juan Andrés Suárez García.CLAUDIO ÁLVAREZ
Vídeo: CNN+

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_